Super Mario Odyssey, uno de los mejores juegos de Nintendo del 2017 (y posiblemente uno de los mejores de cualquier compañía en ese año), era desde el comienzo, un producto destinado para la Nintendo Switch. Esto lo diferencia de The Legend of Zelda: Breath of the Wild, que sí estuvo planificado para la Switch y para Wii U.
Así lo afirmó Yoshiaki Koizumi, productor de Super Mario Odyssey, en una entrevista para la revista Game Informer. “Consideramos muchas de las capacidades de hardware de la Nintendo Switch específicamente para este juego, y decidimos que queríamos explotarlas lo mejor posible”, afirmó.
Es así que cobra mayor sentido la facilidad con la que el juego de Mario podría ser controlado con los joy-con. Y es improbable que esto pueda ser replicado en la Wii U con el mismo nivel de detalle o precisión de los controles para el jugador. Mucho menos en una plataforma que no sea de Nintendo.
“Pensamos mucho en las capacidades del software para hacer uso del hecho de que la Nintendo Switch sea una consola y a la vez una portátil. Super Mario Odyssey realmente responde muy bien a esas capacidades, y lo hizo a tiempo, para ser lanzado antes de fines de año (2017)”, comentó Koizumi.