Por CharlieChimp
Publicado: 01 de marzo del 2018
Resulta increíble como Motorola pasó de ser una empresa líder, en cuanto a telefonía y diseño respecta, para luego perder el paso frente a la competencia en los primeros años de este siglo, para luego nuevamente irrumpir el mercado con equipos de alta gama, elegantes y potentes. Para tener en cuenta, tan solo a inicios del 2017 Motorola ya había lanzado 10 smartphones lo que refleja su intención de recuperar el terreno perdido. Estos smartphones era de gamas de entrada y media, pero también algunos equipos de gama superior como el Moto Z2 Play.
Aunque es difícil encontrar el lugar exacto del Moto Z2 Play. De gama alta per se no es, eso es seguro, pero su lugar tampoco esta con los de gama media, pues destaca dentro del montón. Se podría decir que entra en la categoría de gama alta de entrada, es que con sus características y diseño elegante (algo que ya es costumbre y destaca de Motorola) este equipo está abocado a una gran experiencia multimedia y de juegos. Prueba de esto son los Moto Mods, que son accesorios que potencian el equipo, algo con lo que concebido el Moto Z2 Play en un inicio. Sin embargo, el interior de un smartphone define lo que es no su exterior y aquí es donde el Moto Z2 Play se puede sentir un poco fuera de lugar por lo que aparenta.
Desde que me compraron el Motorola V3i allá por el 2007, tuve muy en claro algo desde entonces: el secreto está en los detalles. Me encantó la presentación de su teléfono, la caja, como se entrega al usuario no un equipo, sino una experiencia. La caja del Moto V3i era muy estilizada y elaborada, se notaba que amaban su producto. Desde entonces la tendencia ha sido «economizar» en las cajas, haciéndola más sencillas y un mero empaque que transporta al equipo.
SI bien la caja del Moto Z2 Play no tiene esa elegancia del Moto V3i o de los equipos de gama alta, su caja destaca del resto. Tal vez no parezca mucho, pero que Motorola se preocupe de la presentación, es un buen agregado a la experiencia del usuario.
Con respecto a lo que incluye, es un poco más escueto que el resto ya que solo incluye un cargador y un cable USB Type-C. Los Moto Mods se venden por separado.
Agarras la caja de tu Moto Z2 Play, lo abres, sacas el equipo y lo primero que admiras es su acabado, delgadez… y esa enorme joroba que tiene por cámara. Aquí es donde imagino que los diseñadores de Motorola entraron en una disyuntiva enorme entre hacer el teléfono más delgado y llegar a los 6mm, sacrificando el tamaño de la batería para dejar espacio para acoplar los Moto Mods y que el equipo no termine más abultado de lo que era. Y es que es eso, esa joroba de cámara pide a gritos un Moto Mod y es que al agregarle uno se completa ese vacío que hay entre el cuerpo y la cámara, como si completase al teléfono.
Pero de verdad, es difícil dejar pasar por alto esa cámara que sobresale demasiado del cuerpo y lo peor es que la calidad de la cámara no justifica tan maña protuberancia. Pero no solo de manera estética es incomóda, sino que también al agarrarlo y usarlo, o hasta cuando se apoya en alguna superficie.
Por lo demás, el acabado es magnífico. Es genial que Motorola haya optado por un cuerpo entero de aluminio (con algunos bordes de plástico para las antenas) que le dan solidez a un equipo que por lo demás es muy liviano: ¡Tan solo 145 gramos! Se siente muy sólido y resistente para ser muy liviano y delgado. Aunque sus bordes biselados pero duros, sumado a su tamaño (156.2 x 76.2 x 6 mm) hacen que el Moto Z2 Play sea bastante difícil de manejar con una sola mano. Pero es justificado para el fin para el cual está hecho este teléfono: jugar.
Otros puntos a tener en cuenta son los botones laterales. Tanto los de volumen como el del encendido son del mismo tamaño, diferenciándose este último solo por tener una textura distinta. En la teoría esta bsta para pdoer diferenciarlos, pero en la práctica no resulta tan práctico.
En la parte frontal encontramos, además de la cámara y un flash dual-LED, una espléndida pantalla Super AMOLED de 5.5 pulgadas con protección Corning Gorilla Glass 3. También encontramos el lector de huellas digitales en la parte inferior. Esto es algo raro hoy en día ya que la tendencia de eliminar los bordes de la pantalla, es que se coloquen en la parte posterior. Pero debido al tamaño del equipo y para evitar confundirlo con la cámara, resulta beneficioso colocarlo en el frente.
De verdad me gustó este detalle, se siente más integrado al teléfono y a la fluidez de la experiencia que ofrece el equipo ya que sirve tanto pra bloquear y desbloquear el teléfono con rapidez, por lo que es mejor optar por esta solución que usar una contraseña. Solo que a pesar de que en general es muy rápida y confiable, más de una vez no detectó mi huella a la primera.
Es genial ver una pantalla Super AMOLED en un equipo como este, pero mejor aún de esta calidad. Es prácticamente la misma que la de su versión anterior, pero es que si algo está bien, no lo cambies. Sigue con sus 5.5 pulgadas con resolución FullHD y 401 ppp de densidad. Y a pesar de que hoy la tendencia es ya dar el salto al QHD, el nivel de detalle que ofrece es mucho más que suficiente para ver fotos, videos y jugar.
No solo eso, es muy brillante y los colores que muestra son muy fieles a los reales. Tiene un buen nivel de contraste y logra un tono del color negro muy profundo y colores muy vivos. Aquí el problema puede ser el software ya que tiene dos modos de colores, estándar e intenso. Seria genial que haya un punto medio ya que el estándar se ve un tanto apagado pero el intenso ya puede ser mucho.
En el exterior, su brillo es más que suficiente para ver la pantalla sin dificultades en un día soleado y el sistema de brillo automático es bastante rápido y cumple bien su trabajo.
Con esa gran tamaño que destaca del teléfono, se esperaría que la cámara también destaque en su función… pues no. Es más son de esos casos en los que no «estás molesto, sino decepecionado» pues en el papel la cámara tiene mucho para destacar, incluso entre su gama, pero se queda corto.
Pero primero veamos su apartado técnico, el cuál es más que bueno. La cámara principal es de 12 MP con una apertura de f/1.7. Tiene detección automática, autofoco láser y flash dual-LED de tonalidad doble. Y en video graba hasta en 4K a 30fps, 1080p a 60fps y a 720p a 120fps. La cámara secundaria es de 5 MP con una apertura de f/2.2 y que graba a 1080p y también tiene un flash dual-LED.
Como decía con esas prestaciones, la cámara del Moto Z2 Play debería destacar pero falla en entregar la calidad que promete. En condiciones de poca luz los colores que muestra son buenos aunque no siempre se muestran como son. Como en esta foto que solo para que tengan en cuenta el color de la pared es verde militar y la cámara lo detecta como un todo más pálido.
El nivel de detalle tampoco es muy bueno, pero el efecto bokeh que logra es muy bueno debido a su gran apertura de lente. Por lo que su rendimiento es algo mediocre en condiciones de pocas luz ya que la imagen tiene mucho ruido.
En condiciones de luz abundante lo historia cambia un poco. El Moto Z2 Play sale mejor librado pero nada nuevo ni resaltable frente a la competencia.
Android 7.1.1 Nougat puro y sin destilar, así es el software que incluye el Moto Z2 Play (con una actualización al Android 8 Oreo inminente). Aunque después de pasar un tiempo con los Huawei P10 Selfie y el P Smart, es un choque algo brusco volver a lo básico, a como Android es, sin máscaras ni tapujos.
Aunque me cuesta decir con seguridad cual es mejor y cada versión tiene lo suyo, es estupendo esa experiencia tan fluida y libre de bloatware que ofrece el Android puro. Con poca o casi nada personalización por parte de Lenovo la verdadera experiencia Android te lo da Motorola.Con una interface sencilla y limpia es sencillo manipular el equipo.
Punto aparte y merecido la app Moto, en la cual esta Acciones Moto que con gestos y movimientos permite activar funciones del teléfono o sino con el lector de huellas el cual mejora aún más el manejo del equipo y permite eliminar la barra de navegación inferior, pero que para este caso sería mejor tener los botones físicos al lado del lector de huellas.
También está el Moto Display el cual es una gran característica ya que cuando el equipo esté bloqueado, la pantalla se activa automáticamente cuando acercas la mano y te muestra solo lo necesario: el reloj y las notificaciones. Aunque en más de una ocasión se activaba la pantalla sin siquiera estar cerca al teléfono por lo que debería ser menos sensible y más preciso.
Mi primera impresión al ver este equipo fue que era una bestia. Por su diseño, forma, tamaño y material usado. Pero aquí es cuando se evidencia lo dicho en un principio: su apariencia es de gama alta pero su rendimiento no esta a la altura de estos.
Esto lo corrobora su hardware y los benchmarks, el Snapdragon 626 con sus 4 GB de RAM son más que suficientes para el usuario promedio. Es más, inclusive para los jugadores casuales y entusiastas resultará ser un equipo muy rendidor. Tanto en tareas habituales como aplicaciones de carga gráfica la experiencia es fluida: tuve Facebook, música, un par de juegos en el fondo y jugando con un emulador de PSP y no tuve problema alguno.
La cuestión es cuando se usa en juegos más actuales o más demandantes gráficamente. Por ejemplo, Final Fantasy XV Pocket Edition corre bien en la calidad más baja, pero en calidad media y a alta resolución el equipo sufre. También en el emulador de PSP en momentos de gran carga gráfica sufre más de la cuenta.
Y esto sin mencionar que al momentos de hacer los benchmarks, estos se cerraron solos más de una vez al intentar hacer las pruebas o al acabarlas y antes de dar los resultados. Además su calificación en benchmarks como AnTuTu o Geekbench lo posicionan más cerca a un Galaxy S7 o a su hermano menor el Motorola G5 Plus, pero que por el diseño sube su precio.
El Moto Z2 Play fue concebido desde su inicio para tener un Moto Mod. Su diseño modular es insignia, es más, inclusive su diseño pareciese completarse una vez que se le coloca un mod. Ya sea para prolongar su batería, tener parlantes estéreo, convertir tu equipo en una cámara instantánea o en una pequeña consola, la oferta de Moto Mods es muy variada.
En esta ocasión tuve la oportunidad de probar el Gamepad y la verdad que he quedado más que satisfecho con la experiencia. El diseño, construcción y función del Gamepad son muy buenos.
Primero, el diseño se parece mucho a la Nintendo Switch, pero como cualquier Gamepad el manejo resulta muy familiar. El agarre es muy cómodo y los botones están en la posición correcta. Tal vez par algunos sería mejor tener el joystick derecho en la parte inferior (como los controles actuales) pero creo que por cuestión de tamaño y comodidad resulta mejor ahí sino se entrometiese con los botones. También cuesta acostumbrarse un poco a los botones que hacen de «L» y «R» ya que son un poco pequeños y se confunde con los botones traseros.
Por el lado de la construcción, los materiales usados tienen una buena textura que ofrecen un agarre sin resbalar y los joystick también tienen una textura rugosa muy parecida al del controlador de Xbox One.
Lo mejor de esto es que acoplar el Gamepad no te consume batería ya que tiene una propia inluída de 1035 mAh y dura unas 8 horas y también tiene conector tipo USB-C y un jack de 3.5 mm para audífonos.
Lo malo es que la librería de juegos que soportan el Gamepad de Motorola podría ser más amplia aún, juegos como Injustice 2, algunos emuladores y juegos de Sega no son compatibles. Pero soporta juegos reconocidos como Asphalt 8, Jetpack Joyride, Minecraft, Sonic y Final Fantasy XV Pocket Edition.
La batería es tal vez un gran cambio con respecto a su antecesor. El Moto Z2 Play tuvo un recorte en su batería de 510 mAh para poder adelgazar ese 1mm, lo cual lo deja con una batería de 3000 mAh. Lo cual es algo contradictorio ya que para los estándares actuales la batería está dentro del promedio, pero tratándose de un celular dedicado a la multimedia y juegos debería ser más grande. Sin embargo, y contra la teoría, la batería dura una jornada entera, aquí hay que darle mérito al software también ya que no tiene muchas apps corriendo en el fondo . Esto considerando que se da un uso casual en redes sociales, navegar en Internet, tomar fotos, escuchar música y jugar casualmente, llegas al final del día con algo de 20% de batería.
Si te dedicas a jugar intensamente, la historia es otra. Si tienes el Moto Mod de batería, pues no hay problema alguno, pues te da 3490 mAh de energía extra. Si no lo tuvieses, la batería te durará mitad del día. Por suerte, el Moto Z2 Play cuenta con carga rápida (TurboPower) que al menos garantiza un 50% de carga en 30 minutos, auqnue después desacelera. En total, la carga completa toma una hora y media de tiempo promedio.
Si algo no está roto, no lo cambies. Bajo esa premisa llega el Moto Z2 Play que no representa un gran cambio con respecto a su antecesor y continúa con lo bueno que tenía. Tal vez el cambio más grande sea su adelgazamiento, el cual intercambia elegancia por autonomía, pero cuya penalización no se siente tanto.
Su diseño elegante y sólido nos hace pensar en la gama alta, pero su performance nos devuelve un poco a la realidad y los aleja un poco de ellos. Si eres un usuario casual de smartphones, este equipo puede resultar un poco excesivo para ti en cuanto a lo que ofrece por su precio. Si en cambio gustas de los juegos en móviles el Moto Z2 Play puede resultar muy atractivo para ti, especialmente por el Moto Mod Gamepad.
Sin embargo el gran factor en contra es el precio, ya que la relación precio-rendimiento no es lo mejor de este equipo que cuenta con un Snapdragon 626 y que cuesta más por su diseño. Además, los Moto Mods son una propuesta interesante, pero no son exactamente económicos por lo que para vivir la experiencia completa habrá que desmbolsar un poco más.
Lo positivo:
Lo negativo: