Por CharlieChimp
Publicado: 21 de marzo del 2018
Ya ha pasado casi un año desde la salida de Final Fantasy XV para consolas y aún más tiempo desde que apareciera bajo el nombre de Final Fantasy Versus XIII para la PS3. Recuerdo que cuando lo vi por primera vez me dije que esto debería salir en PC, se veía tan genial y prometedor que sería un crimen privarlo de llegar a dicha plataforma. Pero su llegada a Windows sucedería casi un año después, un año de harto contenido y eventos extra en consolas que me hizo preguntar si la espera valió la pena. Entonces…. ¿Valió la pena tanta espera? ¿Vale la pena comprarlo para PC en vez de consolas? Pues a líneas generales, SÍ.
Tal vez este puede no ser el Final Fantasy que muchos esperaban y que se prometía después de años de desarrollo. Se nota el cambio de director y de rumbo del juego, la historia no es de las más originales ni de las mejores contadas. Es más empieza bastante lento y es debatible la decisión de contar partes cruciales de la historia fuera del juego en animes o películas (aunque como transmedia es una buena elección). Pero para eso está el review de Final Fantasy XV, aquí estamos para ver la versión de PC.
Por lo que la respuesta es “sí” en el sentido que valió toda la espera y no solo por el contenido extra ya que por fin se siente una historia completa, con unidad y coherencia, sino por el apartado técnico. Es que parece que la PC hubiese sido la plataforma ideal desde un inicio para Final Fantasy XV ya que el Luminous Engine es ahí donde se siente más cómodo y desempeña mejor. Me atrevo a decir que este motor fue desarrollado pensando ya en la siguiente generación de consolas (y hasta tarjetas de video) pues ni siquiera la Xbox One X ni (*SPOILER ALERT*) la GTX 1080 Ti logran manejar toda su potencia, pero que igual se ve espectacular.
Es por eso que cuando Tabata anunció que hacer el port de la PC resultaba bastante sencillo despertó mis dudas, pues en la teoría resulta más práctico portear a una consola que es un solo ecosistema de hardware y software, en vez de la PC en la que hay que tener en cuenta varias combinaciones de hardware, drivers y más.
Pero lo hizo, y lo hizo bien. La experiencia en PC es superior, al igual que el costo a pagar. Pero veamos cómo se traduce eso en números y configuraciones.
Ya de entrada nomás podemos ver la superioridad de la versión de PC tan solo en sus números y requerimientos técnicos. ¿Será que se ha convertido en el nuevo “Crysis”? Un juego como referencia para hacer benchmarks. Y desde Square Enix ya se estaban preocupando por eso por lo que lanzaron un Benchmark Tool y una demo antes del lanzamiento oficial para probar nuestras PC’s.
La demo tiene un peso de unos 21 GB ya que incluye las texturas en alta resolución 4K. El juego en sí tiene un tamaño de 75 GB de descarga y ocupa 100 GB de espacio final en el disco duro, pero a eso agrégale unos 55 GB solo para el paquete de texturas en alta resolución 4K.
Ya dentro del juego podemos ver estas opciones:
Final Fantasy XV Windows Edition provee una herramienta básica para ver los FPS y cuantos recursos se están usando dependiendo de la configuración que usemos. Dentro de todas las opciones que tenemos disponibles (los sospechosos de siempre) tenemos las de Nvidia GameWorks que prometen mejorar la calidad gráfica pero a costa de performance. Están disponibles el Ncidia HairWorks (para el cabello), VXAO (oclusión ambiental) TurfEffects (para el pasto y paisaje) y ShadowLibs (para las sombras).
Para este review contamos con una PC de las siguientes especificaciones:
Así que no nos guardamos nada y activamos todo de todo, incluyendo los Nvidia GameWorks y en 4K de resolución y así le fue:
Final Fantasy XV luce hermoso en PC pero los requerimientos para lograrlo son altos y que solo unos cuantos afortunados podrán disfrutar. Es un placer a los ojos activar los Nvidia GameWorks pero la penalidad es muy alta a la perfomance, incluso más si usas tarjetas AMD. Además, en el calor de la acción resulta hasta mejor desactivarlo pues no se aprecia y hay unos bajones de frames horrorosos ya que con todo activado y en 4K la 1080 Ti solo logro unos 30 a 35 FPS en promedio.
Por otro lado, es muy recomendado el uso de un SSD, sobre todo si se activa las texturas de alta resolución, pues el tiempo de carga inicial es bastante largo.
La verdad sea dicha: llegar a los 60 FPS en 4K y HDR con todas las configuraciones activadas es virtualmente imposible. Es más inclusive la GTX 1080 Ti no pudo mantener unos 60 FPS estables a 1080p. Esto es algo decepcionante pero ya era de esperarse, pues Tabata ya lo había dicho y es como dije que creo que desarrollaron este juego y su motor pensando en las futuras generaciones.
Por otro lado, en la tarea de llegar a los míticos 60 FPS, se puede tratar de desactivar algunas opciones. Unas con más efecto que otras como las sombras, los «high-assets» y el geomapping, pero en lo posible es recomendable dejar activado el anti-aliasing y la oclusión ambiental ya que estas dos son indispensables para mantener la belleza visual, incluso en 4K. En general para lograr unos 60 FPS (casi) estables es una de dos: Todo en bajo en 4K, o en medio-alta calidad pero a 1080p.
Pero a mi parecer creo que las configuraciones recomendadas para jugar Final Fantasy XV Windows Edition manteniendo ese encanto visual e intentar mantener las peleas fluidas a 60 FPS es primero desactivar las características de Nvidia. Luego desactivar las texturas de alta resolución y los «high-assets» e irnos a 1080p. Dejar la luz, sombras y la oclusión ambiental y prácticamente el resto en “medio” o “alta”. Pero aún así los frames no tienen una consistencia y habrán unos bajones de framerates que espero arreglen con parches a futuro. Si no puedes dejar el 4K con todo en “alta” o “average”, las texturas de alta resolución activadas y todo lo de Nvidia desactivado, se llegará a unos 35-45 FPS.
Claro todo esto si tienes una GTX 1080 Ti, pero también la probamos en una GTX 1060 de 6 GB, una tarjeta algo más accesible. Casi parecida a su hermana menor, es mejor desactivar las texturas de alta resolución, todo lo de Nvidia, los «high-assets» y lo demás en media-alta y se llegará a unos 40 FPS en promedio, llegando a 45-50 FPS por ahí y con algunos bajones críticos igualmente. Si se le activa lo de Nvidia GameWorks los frames caen a 30 FPS y con bajones muy críticos.
La diferencia de la calidad gráfica en comparación a las consolas es enorme, pero a un precio de similar tamaño y costo. Es cierto que las versiones de consolas sufren para llegar a los 60 FPS, tal vez solo la Xbox One X lo logra pero en su modo performance o “lite mode” sacrificando mucha riqueza visual. Por lo que la versión para PC parece ser la versión que siempre debió ser.
Sin duda esta es la fantasía definitiva. Es como Final Fantasy XV siempre debió ser: gráficamente hermoso y con la historia completa. Además en PC el Luminous Engine brilla con luz propia. Creo que la respuesta se puede resumir con la frase en la pantalla de bienvenida: “Un Final Fantasy para fans y para primerizos”. Si eres un fan, esta es una experiencia que no puedes (ni debes) dejar pasar, es una buena excusa para volver a revivir este juego en todo su esplendor. Y si eres un primerizo en la saga o este juego, pues además del apartado gráfico, es la versión completa, como debió salir hace un año y a un menor precio, por lo que creo es la mejor forma de descubrir el juego.
Si por cosas de la vida (y la billetera) tu PC no aguanta tanta calidad, puedes optar por el Royal Edition para consolas y es recomendable la versión para Xbox One X ya que es ligeramente superior a su contraparte de PS4 Pro.
Lo positivo:
Lo negativo: