Publicado: 09 de mayo del 2018
Si bien para un usuario promedio, el cooler de stock puede resultar más que suficiente (sobre todo en los últimos modelos Ryzen de AMD), aquellos usuarios que estén más orientados a exprimir mucho más la potencia de sus procesadores mediante el overclock, pueden empezar a considerar la idea de una refrigeración líquida. Aunque al día de hoy esto resulte prescindible si buscas una build más ajustada en precio por tener un bajo presupuesto, existen personas que ven a la refrigeración líquida como algo imprescindible en sus builds (me incluyo) no sólo porque te dan un mayor margen de overclock, sino porque también temperaturas bajas permiten una mayor duración de los componentes de su PC.
Hoy en día, tenemos ya muchas marcas en el mercado que tienen soluciones de enfriamiento líquido encapsulado, conocidas simplemente como AIO (de All In One), por ser una solución que te ahorra el trabajo y el costo de una refrigeración líquida personalizada, además que, en algunos casos, cuenta además con un diseño estéticamente agradable. En su incursión en el mundo de los coolers, EVGA desea cumplir todos estos requisitos con su modelo CLC 280 que se lanzó hace ya algunos meses al mercado y que desea competir a nivel local con otras marcas ya consolidadas.
¿Lo podrá lograr?
Tipo |
AIO (All In One) |
Radiador |
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Ventiladores |
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Waterblock |
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Conectores |
(1) 3-Pin, (2) 4-Pin PWM para controles mediante software |
Peso |
1.27 kg |
Características adicionales |
Compatible con socket Intel LGA2066/2011/2011-v3/1150/1151/1155/1156/1366 y superiores. Compatible con socket AMD AM2/AM3/AM4/FM1/FM2/TR4 y superiores. Iluminación RGB LED controlable mediante software. 5 años de garantía limitada. |
Lo primero que notamos es que en en el protector de la caja ya nos están indicando la compatibilidad de este AIO, tanto con sockets Intel como AMD, así que al menos tendremos una preocupación menos. El diseño de la caja es sobrio pero no por eso deja de ser elegante en su presentación. El diseño del cooler se muestra diagramado en la caja, además de en el protector de la misma.
Una vez que abrimos la caja, lo primero que encontramos es el manual de usuario, detrás del cual se encuentra el AIO. Dentro de la caja podremos encontrar también algunos cables que sirven para conectar el AIO a un sistema de monitoreo mediante software. Además, por defecto viene con el bracket para placas Intel, por lo que si tienes una placa AM4 con procesadores Ryzen, tendrás que hacer algunos ajustes antes. Ojo, como mencionaba en el párrafo anterior, no hay mucha complicación con esto porque una vez colocado el nuevo bracket, la instalación es bastante sencilla.
Sacando con cuidado la empaquetadura, notaremos los radiadores, que en este caso son de tipo presión estática con soporte de Nano Teflon. Inspeccionando el armatoste, vemos que es posible ajustarlo en casi cualquier orientación, lo cual se agradece, especialmente para quienes no cuentan con cases demasiado amplios. Se puede ajustar tanto en la parte superior como frontal de la PC, aunque personalmente recomiendo cambiar la posición de los ventiladores como para que reciban de afuera todo el aire que necesita el procesador.
Si compran este AIO, siempre asegúrense que sea compatible con su case. El tamaño podría ser una limitante incluso si su case es un mid tower, así que asegúrense de revisar en la página web del fabricante del case para ver si es compatible con radiadores de 28 cm.
Adicionalmente, encontraremos algunos cables para su conexión tanto a la «mobo» como a los ventiladoes.
Viendo más de cerca al waterblock, notamos su elegante diseño que deja ver el logo de EVGA. La gracia de esto viene luego, ya que es en las letras del waterblock que se puede configurar la iluminación RGB. Visto desde otro ángulo, vemos que la parte que da al procesador es completamente de cobre y con una pasta térmica pre aplicada.
Dicho sea de paso, recuerden que si ya tenían otro cooler de aire o líquido, y lo están cambiando por éste, deberán limpiar los residuos del procesador antes de colocar este nuevo AIO. Se puede hacer con un paño limpio y alcohol isopropílico. Una vez hecho esto, ya podemos empezar a instalar.
Podría haber subido fotos de esto, pero en realidad en el siguiente video de la propia EVGA, se nos muestra el sencillo proceso para instalar el AIO. Dependerá de cada usuario si el AIO tendrá una posición frontal o superior. Lo sugerido siempre será que esté colocado de tal manera que la circulación de aire sea óptima.
Como pueden ver, la instalación es bastante sencilla. Lo único con lo que hay que tener un poco de cuidado es, como ya habíamos dicho, fijarnos que la superficie del procesador esté limpia de pasta térmica residual del cooler anterior que le hayamos puesto, en caso estemos cambiando de cooler.
Ahora vamos a describir el equipo con el que realizamos las pruebas:
Hay que mencionar que para hacer la instalación se tuvieron que remover las unidades de almacenamiento que estaban al costado de la fuente para hacer espacio al radiador. Ojo que esto no es posible en la mayoría de cases mid tower, por lo que se recomienda revisar la compatibilidad del case antes de comprar un AIO de gran tamaño.
La idea de esto es comparar con otro modelo que tenemos a la mano y que entra en el mismo segmento de precios a nivel local. El AIO elegido para este fin es el Corsair H100i v2, que tiene un radiador de 24 cm. Ojo, las temperaturas mostradas a continuación han sido obtenidas en stress tests. Estas llevan el procesador a un nivel de carga extremo y poco común en situaciones normales, por lo que sirven para ver qué temperaturas pueden llegar a alcanzar.
Esto quiere decir que, incluso para juegos demandantes, la temperatura debería ser, sin duda, menor.
Para hacer esta primera medición se usó el 3D Mark Stress Test, uno de los más populares y reputados en el mercado. Aquí se pudo evidenciar la diferencia entre las temperaturas de ambos AIO, con una ventaja clara para el cooler de EVGA.
A continuación veremos qué tal le fue con el Cinebench, en su versión R15, probablemente la herramienta más usada y confiable a la fecha en temas de benchmark de una PC.
Con esta prueba, queda termina de quedar clara la diferencia entre ambos, aunque hay que tener en cuenta que el CLC 280 de EVGA tiene ventiladores más grandes que los del producto rival, por lo que no es de extrañar el resultado. Tengamos también en cuenta que estas pruebas fueron realizadas a temperatura local durante la tarde, en las que la temperatura promedio podía llegar a los 23 °C.
El único tema que encuentro aquí es que, aunque se supone que se mueven a la misma velocidad, la diferencia en sonido es perceptible, con un mayor ruido por parte del CLC 280. Aunque hay que tomar esto con pinzas, ya que en muchos casos a pocos les afectaría realmente esta diferencia en el sonido. Sin embargo, si eres de los obsesionados con el silencio, probablemente el cooler de EVGA no te resulte lo ideal, pese a que tampoco sea del todo ruidoso. Para la medición de ruido usamos el medidor de ruido Galaxy CM-140 que me pude agenciar de un amigo.
Vale decir que a ambos coolers los pusimos al máximo las revoluciones de sus respectivos ventiladores, y aunque los de Corsair estaban a una mayor velocidad, hacían un menor ruido, pero la diferencia es poca. Esto probablemente también tenga que ver con el hecho de que las hélices del CLC de EVGA son de 14 cm frente a los de la competencia que son de 12. Es importante ver aquí las distancias en las que se midieron, teniendo en cuenta que muchos de los jugadores de PC tengan su case en promedio a un metro de distancia de sus oídos. Es por ello que este es probablemente un detalle que muchos, en la práctica, ni siquiera noten (sobre todo si usan headphones).
Vamos acercándonos al veredicto y para ello hay que tener en cuenta algunos criterios:
1. Temperaturas alcanzadas: El objetivo principal de un cooler es mantener nuestro procesador lo más frío posible y mucho más si el procesador está overclockeado. La diferencia de voltaje en un procesador en modo OC hace que inevitablemente empiece a subir la temperatura, por lo que el uso de un buen cooler mejor que el de stock se vuelve indispensable si tienes un procesador de Intel. Hasta el momento, después del H115i v2 y del que actualmente tengo, el H100i v2, no había encontrado alguno que pudiese estar a un nivel superior. Hasta que apareció el CLC 280.
Según las pruebas, el EVGA CLC 280 tiene un rendimiento estupendo, manteniendo incluso en 2 pruebas exigentes una temperatura menor a los 50°C.
2. Ruido: Sin duda el CLC 280 es un modelo poderoso en enfriamiento, pero a costa de un poco más de ruido. En lo particular yo uso headphones que cubren completamente mis oídos, por lo que el ruido de un AIO no me resulte molesto, pero entiendo que hay personas bastante sensibles al ruido y que podrían encontrar esto algo molesto. Aunque es un aspecto a tomar en cuenta, yo no lo tendría como definitorio.
3. Diseño: A nivel estético, si bien el EVGA CLC 280 no busca ser ostentoso, el detalle de la iluminación RGB y el waterblock en general es bastante llamativo y elegante. Además, el diseño de su radiador, aunque grande, hizo que la instalación sea relativamente fácil, incluso en un case mid tower como el que tengo (repito que puede que no con todos los mid tower sea compatible). Punto a favor para el CLC 280.
4. Precio-valor: Con u precio en promedio de unos 380 soles, el EVGA CLC 280 compite muy bien en su rubro, lo cual hace la decisión sencilla si lo que queremos es el cooler que tenga más potencia para enfriar nuestro procesador.
Punto tras punto, el EVGA CLC 280 es un claro ganador en todas las pruebas, una excelente y potente solución de enfriamiento AIO que compite sin problemas en su rubro ya que cuenta con un precio muy atractivo para todo lo que ofrece. Tal vez el ruido que genera sea un punto desfavorable para algunos, pero no es nada que haga que mires hacia otro lado cuando busques una buena solución de refrigeración.
Lo positivo:
Lo negativo: