Battlefield V ya se lanzó, el gran esperado título de la saga nos lleva de regreso a la Segunda Guerra Mundial. Pero eso no era todo lo importante con el lanzamiento de este juego, Battlefield V es el primer juego en soportar la tecnología RTX raytracing de NVIDIA, lo que nos permitiría sacar los primeros análisis a profundidad de esta tecnología y de su impacto real en los videojuegos y su performance.
Para eso la página especializada en análisis Digital Foundry ha hecho un análisis extenso y profundo del impacto en la calidad gráfica y en la performance que tiene el activar la característica «DXR» en Battlefield V.
Aquí pueden ver el vídeo completo y a continuación un resumen de lo explicado.
Para empezar Battlefield V incluye 4 niveles de implementación del raytracing a su juego: bajo, medio, alto u ultra. Actualmente EA DICE recomienda jugar con el nivel bajo de raytracing ya que correr el juego a 60 fps con DXR ultra no es posible al momento.
A primer vistazo la diferencia entre bajo y ultra parecer no ser mucho, pero la magia está en los detalles. Por ejemplo, en bajo o medio, los pequeños elementos y materiales de metal no reciben los rayos RTX por lo que pierde un poco de calidad visual, al contrario en nivel ultra, incluso el metal del arma se entinta del color del ambiente en sus reflejos.
Ahora la cantidad de rayos que se emiten está muy relacionada a la resolución a la que se renderiza el juego. En este caso el juego analiza la escena y dependiendo de cuantas áreas requieren más o menos rayos es que se decide la resolución del juego por lo tanto la cantidad máxima de rayos emitidos, por eso si, por ejemplo, si una escena tiene muchos reflejos importantes como agua la calidad de los reflejos se notará más «pixeleada».
Ahora, en cuanto a performance en sí, con el RTX apagado el juego corre a una resolución de 4K con la configuración en ultra a unos 76 fps en promedio. Al contrario con el DXR en baja y a 4K corre a unos 35 fps en promedio. Por lo que el impacto en la performance es muy costosa y si bien la calidad visual mejora, eso dependerá de cada usuario, si para uno vale la pena el deleite de los ojos a causa de fps o si prefieren priorizar una jugabilidad fluida.
Otro tema es que dependerá mucho del nivel o escena la resolución a que corras el juego para tratar de llegar a los 60 fps, en algunos puedes usar un modesto 1080p con DXR en bajo y en otros hasta un 1620p. Sin embargo, el nivel ultra sí que es ultra costoso, ya que no importa que lo corras en resolución 1080p no se acercará ni de lejos a los a 60 fps.
No cabe duda que la calidad del nivel gráfico logrado con el RTX encendido es mejor, pero en su estado actual es difícil recomendarlo a ciegas.
Para empezar aún se necesita trabajar más en la tecnología. En Battlefield V hay varios «bugs» y errores visuales que provienen de la renderización de los rayos creando puntos blancos en los materiales, errores en reflejos o en los efectos post-renderizado.
Luego está el hecho que estas pruebas son hechas en una RTX 2080 Ti, la tarjeta más poderosa del momento para gaming – y la más costosa también. Por lo que tal vez muchos activen el RTX para deleitarse con la calidad visual y luego lo apaguen para seguir jugando a una calidad que el tope de gama de las tarjetas gráficas de NVIDIA nos tiene acostumbrado: 4K a 60 fps.
Al final, esta tecnología aún está en desarrollo y tomará su tiempo para que los desarrolladores y consumidores lo terminen de adoptar totalmente, así que no dudo que habrán muchos que esperen a la siguiente generación de tarjetas.