Por CharlieChimp
Publicado: 10 de noviembre del 2020
¿Qué podemos decir de la RTX 3080 que no se haya dicho ya? Que es el salto generacional más grande de Nvidia en un buen tiempo, que hizo a la generación anterior casi obsoleta, que por fin hizo factible el gaming en 4K a 60 fps y/o con ray tracing… que es difícil hacerse con una en estos momentos… que Nvidia se reservó sacar las versiones más potentes para después del anuncio de la competencia…
Sea como fuese que lo desees ver, por el lado crítico o por el lado amable, la cuestión es que estamos en tiempos de cambio generacional, tanto de consolas y, de taquito, también en la PC. Por ende, es normal ver cambios muy radicales, que la competencia sea más avezada entre los grandes fabricantes y que las otrora nuevas tecnologías, ya sean adoptadas o llevadas a las masas tanto por precio como por oferta.
La RTX 3080 es el gran buque insignia de la arquitectura Ampere de Nvidia con el cual busca no solo dominar el mercado del PC gaming con su potencia y precio, sino que también evitar que los usuarios se vayan al lado de las consolas y, por qué no, hasta atraerlos al lado verde de la fuerza.
A estas alturas ya hemos visto varios reviews de la RTX 3080 que avalan en gran medida las afirmaciones de Nvidia; sin embargo, en esta ocasión tenemos para analizar la primera variante disponible de Asus, la TUF Gaming GeForce RTX 3080 10G, una variante AIB que promete tener una mejor ventilación y por ahí un poco más de espacio para overclock.
La línea TUF de Asus no tiene esos colores rimbombantes de las ROG Strix. En cambio, tenemos un envoltorio de la caja con una presentación más seria y sencilla.
Dentro tenemos la clásica caja negra con una textura en alto relieve con la palabra Asus y al centro el logo en acabado dorado.
Dentro de la caja tenemos a la tarjeta bien rodeada de foam para protegerla. A primera vista vemos que es grande y pues sí, la TUF Gaming RTX 3080 mide 30 x 12.7 x 5.16 centímetros, por lo que necesitaremos un case con espacio amplio para que entre cómodamente.
Y como accesorios tenemos una tarjeta de agradecimiento, un certificado de calidad de los componentes y una suerte de “card” de colección como si fuese de esos juegos RPGs japoneses… ¡Tienes que coleccionar todas las RTX!
La TUF Gaming RTX 3080 tiene un diseño y construcción con estilo industrial que es de mis favoritos. Todo el cuerpo está hecho de aluminio, pero los patrones de diseño y acabados le dan un look muy genial, que es serio y sobrio, pero a la vez osado. Las líneas le dan un efecto de alto relieve que alternan con el acabado de aluminio en escala de grises, cepillado en algunas partes, escarchado en otros y con un patrón impreso en otros.
Aquí podemos ver un detalle del acabado
En la parte superior tenemos una pequeña protuberancia o “joroba” en la que está el logo de TUF Gaming impreso y la implementación del RGB que es el logo retroiluminado.
La parte trasera también es bastante interesante, no solo por lo estético sino también por el hardware.
Primero tenemos un backplate de aluminio con un acabado en gris cepillado y con algunos patrones impresos. Al igual que con la Founders Edition, vemos que el chasis y la solución de refrigeración son más grandes que el PCB en sí y vemos aberturas en este al final para permitir el flujo del aire.
Pero tal vez lo más interesante aquí es la construcción, específicamente la distribución de los capacitores, algo que levantó mucha polémica durante el proceso de los primeros reviews de medios especializados.
Fue todo un problemón que, en pocas palabras, se decía que las GPUs AIB “crasheaban” al ser overclockeadas a velocidades de 2 GHz o más debido a que estas GPUs usaban capacitores POSCAP que son de menor calidad y más baratos que los MLCC. La falla era causada por un problema de manejo de energía. Aunque al principio se afirmaba que este era el problema, luego se desmintió por otros medios y pruebas, pero el daño estaba hecho.
Sea cual fuese el caso, de todas las marcas fabricantes de GPUs, Asus era -si más no me falla la memoria- la única que tenía todos los capacitores MLCC. Así que, si por ahí te queda la duda, pues sí, la construcción de la TUF Gaming RTX 3080 es tope de gama y usa una distribución completa de MLCC.
También tenemos un pequeño switcher que nos permite cambiar entre el modo desempeño o silencioso.
En general, en cuanto a estética y construcción me parece una tarjeta estilizada, con un look sobrio que va con el concepto industrial y militar de la serie TUF de Asus.
Si nos enfocamos en el sistema de refrigeración, vemos que la TUF Gaming RTX 3080 tiene la clásica implementación de Asus de tres ventiladores, pero con algunos pequeños cambios.
Los ventiladores usan un diseño de tecnología Axial y el sistema que usa es de “dual ball bearing” o cojinete rodaje de dos bolas -suena mejor en inglés- lo que permite una mayor longevidad en comparación a otros tipos de cojinetes.
Además, los ventiladores laterales giran en dirección antihoraria y el ventilador central lo hace en sentido contrario, es decir, en sentido horario. Asus afirma que esto reduce la turbulencia generada y que, además, estos se detienen automáticamente cuando la temperatura está por debajo de los 55 °C.
Para complementar a los ventiladores, está el disipador de calor, el cual es masivo, pero con sus razones.
Primero que tiene una amplia superficie plana de contacto no solo con el chip del GPU, sino que también con la VRAM para lo cual tiene un pequeño disipador dedicado.
Segundo que este disipador ocupa un espacio de 2.7 slots y alberga 6 tuberías para mejorar la transferencia de calor.
Aquí podemos observar el grosor total de la TUF Gaming RTX 3080.
En cuanto a conectividad, es bueno ver que Asus ha puesto no uno, sino dos puertos HDMI 2.1. Normalmente es ver cuatro puertos en total, siendo tres puertos DisplayPort y uno HDMI. Creo esto se debía a las limitaciones del HDMI 2.0 comparado al DP, pero ahora el HDMI 2.1 ofrece mayor capacidad.
En total tenemos tres DisplayPort 1.4a y dos HDMI 2.1 enmarcados en un bracket de acero inoxidable.
Por último, vemos los conectores de energía. No es sorpresa ver que se necesiten dos conectores de 8-pines y se recomienda como mínimo una fuente de 850 W. Esto es tal vez el cambio que más ha chocado a muchos usuarios, pues a pesar de la reducción del proceso de fabricación a 8 nm, el consumo energético ha aumentado en unos 70 Watts e implicaría que algunos tengan que actualizar su PSU para alojar una RTX 3080.
Veamos primero las especificaciones técnicas de la TUF Gaming RTX 3080.
Esta tiene 8704 núcleos CUDA, nada menos que el doble que la RTX 2080 Ti. La velocidad del reloj o “engine clock” es el mismo que la versión Founders, 1440 MHz de base, 1710 MHz de Boost y un modo OC de 1740 MHz.
En cuanto a la VRAM tenemos 10 GB GDDR6X, esto es 1 GB menos que la RTX 2080 Ti, pero la calidad y velocidad de la VRAM es mejor. Personalmente me hubiera gustado ver una mayor cantidad de VRAM -considerando que la RTX 3090 tiene 24 GB– pero parece que esto se verá en la versión “Super”. La velocidad de la memoria es de 19 Gbps y la interfaz es 320-bit.
¡Ah! y nos despedimos del SLI, algo que también ha generado debate pero la mayoría de juegos no son compatibles con esto y el costo de tener dos tarjetas de video de hecho hace pensar más de dos veces a los usuarios.
Con todo esto, la promesa de la RTX 3080 es de tener el doble de desempeño de la RTX 2080 al mismo precio que esta y aproximadamente 30% que la RTX 2080 Ti.
Hay quienes esperan el lanzamiento de nuevas GPUs porque esto significa mayor potencia para realizar trabajos lo que les ahorraría mucho tiempo que es vital en varias profesiones, como editores de video o renderizado de imágenes 3D.
La TUF Gaming RTX 3080 excede a la RTX 2080 Ti en cuanto a productividad respecta y con creces porque la cantidad de núcleos CUDA resulta fundamental aquí. Tal vez el hecho que tenga 10 GB de VRAM puede hacer pensar dos veces a algunos, pero la velocidad ganada de esta generación es considerable.
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¿Había alguna duda aquí? Por el momento la RTX 3080 es el rey del gaming mainstream -la RTX 3090 es para entusiastas- en cuanto a 4K y 1440p. La ganancia de performance en estas resoluciones es notoria, llegando a los tan deseados 4K a 60 fps estables a máxima calidad gráfica en la mayoría de juegos actuales.
La mejora en performance a 1080p no es tan notoria y considerando la posición de esta tarjeta el público objetivo es aquellos que juegan a 4K o 1440p. Para 1080p hay otras opciones más cómodas.
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Aquí tenemos dos sorpresas.
La primera -la agradable- es la temperatura de la TUF Gaming RTX 3080. Incluso bajo carga máxima de estrés o videojuegos por un prolongado lapso de tiempo no sobrepasó los 64 °C.
La temperatura mínima fue de 24 °C por lo que los ventiladores permanecieron apagados gran parte del tiempo y cuando giraban a máxima velocidad -1970 RPM- cuando la temperatura sobrepasaba el umbral de los 55°C, el ruido generado fue no generó molestia alguna. Prácticamente se confundía con el resto de la PC y resultó tolerable.
En cambio, la parta no tan grata fue el consumo energético. Esta GPU tranquilamente consume alrededor de 320 a 350 Watts cuando se le pone a prueba y sumado al resto de los componentes, en promedio la PC tenía un consumo total de 550 en promedio.
Sin embargo, es probable que a una RTX 3080 se le haga dueto con un procesador de tope de gama como un Intel Core i9-10900K, el cual de por sí solo ya es tragón, cobra sentido que la fuente recomendada para esta GPU sea una de 850 Watts.
Lo interesante de estas GPUs de alta gama es ver que tanto más frames por segundo o puntaje en un benchmark se le puede sacar.
Por temas de tiempo, no pude probar muchas configuraciones de overclock, pero probé aumentarle 115 MHz a la velocidad del reloj y 510 MHz al reloj de la memoria a la vez que aumenté en 17% el límite de poder y los resultados fueron estables y obtuve cierta mejora en benchmarks y juegos.
Por ejemplo, en el Time Spy extreme se obtuvo 300 puntos más y en juegos como Metro Exodus y otros se obtuvo unos 4 o 5 frames más.
La temperatura se mantuvo en los 63 °C, aunque hubo algunos picos y la energía consumida subió a más de 360 Watts.
Tal vez hace un par de semanas me hubiera unido al clamor popular y hubiera dicho sin pensar el mantra: “Ahora es el mejor momento para armarse una PC gamer, Nvidia lo ha hecho, ha dado el batacazo”. Sin embargo, como mencioné en párrafos iniciales, estamos en tiempos tumultuosos debido al cambio generacional y por el contexto global.
No hay duda que la TUF Gaming RTX 3080 -y básicamente cualquier RTX 3080- es una excelente GPU. El salto en performance es excepcional, es el ideal que uno esperaría cada cierto tiempo en una tarjeta que -hasta cierto punto- por fin abre totalmente las puertas a nuevas calidades visuales y niveles gráficos que aprovechen al máximo la resolución 4K o el ray tracing. Porque no solo es potente y por ende útil a los desarrolladores, sino que su precio como tal y en relación a la generación anterior, hace que lo que un desarrollador pueda crear, más usuarios lo puedan disfrutar.
En específico, sobre la TUF Gaming RTX 3080, no tengo nada que reprocharle.
Lo primero que quiero resaltar es que su diseño y construcción es estupendo. Me atrevo a decir que prefiero más esta versión TUF que incluso la versión ROG Strix de la RTX 2080 Ti ya que no solo la construcción es de metal en todo el cuerpo -en comparación al plástico- sino que su estética es más sencilla, más refinada, con una implementación del RGB justa.
Lo otro que me parece genial de esta tarjeta es su desempeño en lo que respecta a la temperatura y lo acústico. Si de por sí la Founders Edition tenía un buen desempeño en este aspecto, se esperaba que las versiones AIB sean mejores en este apartado y pues este es el caso con la TUF Gaming RTX 3080. Incluso bajo máximo estrés o largos tiempos jugando esta tarjeta llego a un máximo de 63° C y el ruido generado era más que tolerable; además, que esto nos permite un poco más de overclock.
En resumen, al mismo precio que la Founders Edition -$700 en USA- la TUF Gaming RTX 3080 ofrece una mejor solución térmica y deja espacio para un overclock decente.
Tal vez lo único que me levanta algo de dudas sobre la RTX 3080 en general es la cantidad de VRAM. Sí, será GDRR6X, pero por ahí esperaba algo más que 10 GB como para hacerla a prueba de futuro en todos los frentes. Es más, poco después de su lanzamiento ya habían más de un rumor que habrá una versión “Super” o “Ti” con más VRAM pero que se estaba esperando el anuncio del equipo rojo y pues que este nos salió con 16 GB…
Entonces, la pregunta de rigor ¿Me compró la RTX 3080 o me espero? Esta es un área un poco gris como para poder responder con certeza. Empezando que si es que puedes conseguir una – porque andan bastante escazas por el momento- sería una ingrata sorpresa el anuncio de la versión “Super” a un par de meses del anuncio de la versión base.
Por otro lado, por el precio al que está la RTX 3080 es un buen trato por todo lo que ofrece. El hecho que se mantenga el precio de la generación anterior es reflejo de que las tecnologías de fabricación ya han madurado y que los Turing eran para los “early adopters”, aquellos que querían probar primero tecnologías como el ray tracing y el DLSS, el cual, en lo particular, me parece lo más atractivo de las GPUs de Nvidia. El DLSS pasó de ser una tecnología que generaba dudas a ser algo indispensable para jugar en altas resoluciones y que en casos ofrece mejores resultados que métodos de antialising tradicionales.
Esta vez la decisión se la dejo enteramente a usted, ávido lector gamer.
Lo positivo:
Lo negativo: