Publicado: 09 de marzo del 2021
Han pasado poco más de un mes desde que Destruction AllStars estrenó en PS5. Anunciado originalmente como un título full price de 70 dólares (ó 350 soles por aquí), éste sufrió una ligera demora y luego pasó a ser parte de los juegos gratuitos para miembros PlayStation Plus. Y recientemente se anunció que, una vez terminado su ciclo en ese programa, saldría a la venta al precio reducido de 20 dólares en los Estados Unidos. ¿Pero qué tanto tiene de bueno —o malo— Destruction All-Stars para que su vida útil haya sido tan manoseada en tan poco tiempo? Vamos a averiguarlo en nuestro análisis.
A primera vista Destruction AllStars parece inspirado en títulos como Twisted Metal, o sea de carreras de demolición con vistosos personajes e explosiones a granel. Muchos también querrán meter a Rocket League a la colada; total, es el juego de competencia con autos más popular de la última década. Pero la verdad es que, sin contar con armas ni una mecánica tan compleja, Destruction AllStars se asemaeja más a juegos como Destruction Derby, pero claro sumándole toda la parafernalia de los esports y los hero shooters de hoy.
La jugabilidad de Destruction AllStars es sencilla. Escoge a un personaje, entra a una arena de combate, súbete un auto y destruye a tus oponentes. El juego tiene además íconos de acción bien definidos en el HUD: Con el stick derecho puedes atacar de frente o de lado y una barrita indica la «salud» de tu auto. Si éste estalla vuelves a moverte a pie, buscas otro auto y repites el proceso. Como dije, nada complicado.
Pero claro, hay capas de adorno en el gameplay que vale la pena dominar. Al movernos a pié, nuestro personaje puede golpear a los demás competidores en modo peatón ó saltar sobre los autos rivales y robárselos; una mecánica prestada de infravalorado Titanfall. También podemos recolectar joyas para subir el medidor de nuestro Hero Car. Cuando activamos nuestro bólido particular, tenemos una clara ventaja con power-ups que incluyen invisibilidad, mayor velocidad, mayor daño, etc. La idea es mantenerse en movimiento, hacer trizas a tus enemigos y sumar puntos en el puñado de modos que ofrece el juego.
De las 4 modalidades disponibles en el Modo Arcade, la principal es Mayhem: Entra, destruye y suma puntos. Nada más. Gridfall es la más retadora, pero aburrida, pues luchamos dento de un tazón que va perdiendo el fondo (similar al Snowball Survival de Fall Guys). Stockpile es el más complicado pues luego de destruir a un rival hay que bajarse del auto, recolectar a pié los puntos (o tuercas) que dejó el choque, regresar al auto y llevar esos puntos a «bancos» localizados en la arena de combate…. donde habrá que volver a bajarse del auto para hacer el depósito.
De lejos el mejor modo de juego de Destruction AllStars es Carnado, un híbrido de Mayhem y Stockpile, en el que cada auto que destruyes suma puntos al tuyo y una vez que tiene suficientes deberás estrellarlo contra un tornado en el centro de la arena. Todo esto antes que alguien más se robe tu auto —o lo destruya— y pierdas todo lo avanzado.
Para darle más valor al juego single player están los Retos (modo Challenge). A este modo muchos lo confunden con el modo Historia… que este juego no tiene. Cada Reto tiene hasta 7 sub-retos con variantes del modo Arcade y alguna que otra mecánica clonada de otros juegos (el reto Transporter, por ejemplo, es cien-por-cien un clon del Crazy Taxi de Sega). Además, al final de cada reto te enfretas a tu «rival» y su equipo de autos genéricos, como si de un boss se tratara.
Para terminar con lo positivo, hay que reconocer que Destruction AllStars es un juego técnicamnte impresionante. Corre como seda a 60fps con una cantidad de efectos y partículas que rayan con lo ridículo. El sonido y la música cumplen con transmitir la epicidad de las competencias y lo atroces que son las destrucciones de los vehículos. Este juego no presenta baches gráficos y no se notan compromisos técnicos. Y para ser un título de lanzamiento (de la PS5), eso es raro. La gente de Lucid Games, al menos en el apartado técnico, hicieron un buen trabajo.
Entonces, ¿dónde está el problema con Destruction AllStars? Principalmente en su contenido. O mejor dicho en la cantidad y balance de contenido que está disponible en este momento. El modo Arcade es bueno y su IA puede mantenerte entretenido por horas, pero llega un momento en el que vas a querer dar el salto al modo principal, o sea al Multijugador. Y ahí vas a encontrarte con esperas de varios minutos para encontrar partidas y a muy poca gente jugando. Para ser un título gratuito que debería haber sido descargado en millones de consolas PS5 con suscripción PS Plus, este juego parece tener una base de usuarios muy pequeña y/o un matchmaking muy lento.
Este problema podría haberse compensado con los otros modos de un sólo jugador, pero desafortunadamente los Retos están bloqueados detrás de un paywall. El primer Reto es gratis, sí, pero los siguientes tiene un costo que debemos pagar en la monedas premium llamadas Destruction Points; esas que no puedes ganar jugando y por las que tienes si-o-sí que pagar dinero real (al cierre de esta edición SIE había anunciado que esto cambiaría a futuro).
Los Destruction Points también sirven para comprar «mejores» skins para nuestro auto y personaje. Y meto comillas porque de mejores no tienen casi nada. Los skins de personalización son apenas un cambio de color en los uniformes que ya tenemos por defecto y que podemos comprar con AllStar Coins, la otra moneda del juego que sí podemos juntar con las victorias en el modo Multijugador…. Ese en el que apenas y podemos conseguir partidas. ¿Ven dónde está el problema?
Fuera de estos temas, tal vez el único problema de gameplay per se es lo overpowered que son lo vehículos pesados. Y estos no abundan. Si por cuestiones de azar tu personaje sale del lado equivocado de la grilla y le toca estar cerca de puros autos ligeros, estás prácticamentte condenado a morir apachurrado por algún rival que tuvo la suerte de comenzar su partida cerca de una monstruosa Hummer. La alta velocidad de los autos ligeros juega muy poco a favor en Destruction AllStars, así que tomen eso en cuenta al escoger a sus personajes y al Hero Car que les corresponde.
En conclusión, Destruction AllStars no es un mal juego. Es genuinamente divertido tanto en single player como en sus retas multijugador… cuando logras entrar a una. Su principal problema es el balance de su contenido. Ese balance que parece haberse roto con el paso a free-to-play. Así como está, el alcance de su contenido es muy limitado y va a necesitar muchos ajustes y buenas decisiones sobre su manejo económico para captar más adeptos que populen su modo online. Así que no todo está perdido. Algo de suerte y mucha recomendación de boca-a-boca pueden ayudar a salvar a este juego.
Lo positivo:
Lo negativo: