¡Felices Fiestas Patrias! Nuestro país cumple 201 años hoy 28 de julio. Y con motivo a eso, vamos a recordar ‘Vladigame’, juego hecho en Perú que trajo mucha polémica a principios de la década del 2000.
Tras la difusión del primer «vladivideo» donde se veía al ex-asesor y ahora condenado Vladimiro Montesinos entregar dinero a diversas figuras políticas. Un estudio conocido como Golden Image, puso manos a la obra en hacer un videojuego que se burlara no solo de Montesinos sino del ex-presidente Alberto Fujimori y varios personajes de su entorno.
¿El resultado? Un juego de disparos donde el protagonista era un niño llamado «Niko Judo» que decide acabar con la corrupción de Perú tras escuchar como sus padres pasan por problemas económicos.
Armado con un rifle de pelotitas, Niko deberá evitar que Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos escapen del país. Para ello, disparará a diferentes políticos que precisamente aparecieron en los «vladivideos».
Sin embargo, en el juego eran retratados como dragones, bestias, brujas, centauros y todo tipo de seres infernales. Algo que vaciló a muchos jóvenes pero amargó a los políticos.
Para Fernando Gonzáles, creador del juego, la idea principal detrás de Vladigame era «retratar lo que la gente pensaba, lo que percibían». A Gonzáles le alegró que el humor satírico fuera bien recibido ya que era una forma muy graciosa de encarar la situación que vivía el Perú.
Los creadores de Vladigame fueron demandados
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Se sabe que el primer juego de Vladigame llegó a vender 10 mil copias en Perú. Hay diferentes anécdotas de personas que compraron el juego en los principales kioskos de su barrio, el cual era distribuido por la revista Caretas.
Con la gran repercusión que tenía Vladigame, algunos políticos no se quedaron de brazos cruzado. Tal como fue el caso de la ex-congresista Martha Chávez, uno de los rostros más representativos del fujimorismo.
Chávez denunció el haber sido retratada como una bruja y señalando lo siguiente: «¿Por qué me incluyen en ese juego como personaje siniestro, si yo no tengo vínculos con hechos fuera de la ley?».
En ese entonces, la ex-congresista no haría nada en contra de los creadores hasta la llegada de la secuela «Vladigame 2: La amenaza continua» donde demandó por 1,4 millones de soles a Fernando Gonzáles, representante de Golde Image y Enrique Zileri, director de Caretas.
El juicio contra ellos no prosperó. Ya que un juez consideró que el juego debía ser tratado como una «obra de arte de ficción», por lo que no había ningún delito.
La secuela que fue más allá y un tercer juego que jamás llegó
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Con toda la fama que tuvo el primer juego, sus creadores decidieron apostar por realizar una secuela que mejor calidad gráfica, nuevos personajes y manteniendo la sátira política.
Ahora ya no solo los enemigos eran políticos peruanos. El objetivo principal de Niko Judo era «vencer a la corrupción latinoamérica» mientras luchaba una vez más contra «Vladimón».
Esta vez Niko encontraría un adversario más difícil: «Chavemón, el chévere». Una sátira al ya fallecido gobernante de Venezuela, Hugo Chávez. Otra figura retratada fue Manuel Marulanda, líder de las FARC en Colombia, quien en Vladigame 2 se le puso el apodo de «Tirofijón».
Como un dato curioso, dicha continuación marca la primera y única vez en la que el cómico Fernando Armas participó en un videojuego.
Nuevamente la secuela sorprendió a todos y motivó una vez más a que Golden Image empezará a desarrollar un tercer videojuego con el que prometían «cerrar la trilogía». Sin embargo, este proyecto y sus creadores desaparecieron por completo. Al menos nos quedó el título del juego: «Fujimori: La Batalla Final».
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