Por Sebastian Zavala
Publicado: 01 de julio del 2021
RPGs de acción han salido varios en los últimos años… lo cual no quiere decir, por supuesto, que uno no se pueda emocionar cuando se anuncia una nueva propuesta. De hecho, desde que salieron las primeras imágenes de “Scarlet Nexus”, estuve bastante interesado en el juego —tanto por su estilo artístico, como por el enfoque en la acción, y hasta la historia que parecía estar manejando. En todo caso, siempre da gusto cuando sale un nuevo juego de este tipo que no pertenece a una franquicia ya establecida, o que no es una secuela, remake, remaster o spin-off… y especialmente cuando es publicado por una empresa de renombre como Bandai Namco. Todo esto hacía que “Scarlet Nexus” tenga harto potencial.
Y felizmente, dicho potencia ha sido, por lo general, cumplido. Lo que tenemos acá es un RPG de acción innegablemente entretenido, con un sistema de batalla intenso e increíblemente satisfactorio, personajes con los que resulta fácil empatizar, y una historia apropiadamente alocada. Quizás no vaya a revolucionar el género ni hacer nada que no se haya visto antes, pero lo que “Scarlet Nexus” hace, lo hace con aplomo, haciendo que uno quiera seguir jugando por horas. Súmenle a esto el hecho de que uno puede elegir de entre dos personales, cada uno con su propia narrativa, y la experiencia se termina convirtiendo en una bastante extensa, con el potencial de convertirse, como mínimo, en un clásico de culto. Si son ya fanáticos de este tipo de juegos, ciertamente la pasarán bien con “Scarlet Nexus”.
Mencionaba la historia alocada líneas arriba… y no estaba bromeando. “Scarlet Nexus” es un juego extremadamente japonés en el mejor sentido de la palabra, por lo que si son fanáticos del anime en general, se sentirán como en casa. En todo caso, vale la pena aclarar que “Scarlet Nexus” se lleva a cabo en el año 2020, en una dimensión alterna, donde la humanidad ha desarrollado una tecnología que le permite desbloquear todo el potencial del cerebro… sí, mismo “Lucy” (la película con Scarlett Johnasson), lo cual ya es un cliché bastante absurdo tanto en el cine, como en la literatura (no, no es posible “usar el 100% del cerebro”). En todo caso, es algo que ayuda al contexto en el que se desarrolla la historia, y curiosamente, termina siendo utilizado de manera menos absurda que en la película de Luc Besson.
Por otro lado, nuestro planeta está rodeado ahora por un Extinction Belt, de donde salen varios monstruos llamados Otros para causar todo tipo de desastres. Es por eso que se ha creado la OSF —Other Supression Force—, un grupo de gente con poderes especiales (¡porque han desbloqueado todo el potencial de su cerebro, obviamente!) que se encarga de detener dichos desastres. Uno controla a uno de dos personajes, pertenecientes a la OSF —la primera es Kasane Randall, una joven de familia adinerada cuya hermana mayor, Naomi, se une a la OSF al mismo tiempo que ella. Y el segundo es un joven llamado Yuito Sumeragi, cuyo padre es el presidente del gobierno (¡!), y también pertenece a una familia importante. Como se mencionó líneas arriba, cada personaje tiene sus propias líneas narrativas, pero ambas se llevan a cabo en el mismo contexto.
Como RPG, “Scarlet Nexus” no está del todo mal —resulta entretenido explorar este mundo, por más de que la experiencia sea, valgan verdades, algo lineal. Además, lo más atractivo en “Scarlet Nexus” es la cantidad de personalización que se le puede otorgar al protagonista. En términos de su apariencia, hay bastante elementos para elegir, lo cual altera a Kasane o a Yuito tanto en el gameplay, como en los cutscenes. Y como suele pasar en este tipo de juegos, contamos con un skill tree —uno va ganando puntos, y puede usar esos puntos para mejorar habilidades, y hasta darle mejores armas tanto al protagonista como a sus compañeros. Es algo que han visto en varios otros RPGs, seguramente, pero que en “Scarlet Nexus” está bastante bien aplicado, lo cual resulta en una experiencia adictiva y satisfactoria.
Mucho de este progreso —y las subidas de nivel—, no obstante, se ve reflejado en las batallas, y al menos en lo que se refiere al gameplay, creo yo que es ahí donde “Scarlet Nexus” brilla más. El sistema de combate, en pocas palabras, es increíblemente fluido, dándole una sensación de control palpable al jugador, obligándolo a usar todo tipo de ataques —y hasta algunos que utilizan al escenario— para acabar con los enemigos. Ayuda, además, que cada personaje tenga un estilo y un enfoque en la batalla distintos, lo cual puede ser utilizado para rellenar la barra de combos y… bueno, digamos que los resultados son suficientemente espectaculares, especialmente cuando uno se enfrenta a los Otros.
Además, como tenía que suceder, “Scarlet Nexus” sí cuenta con una mecánica de combate que lo diferencia de otras propuestas del género. La novedad es que, en medio de una batalla, uno puede tomar prestadas las habilidades de los compañeros del protagonista, lo cual le otorga un poco de estrategia al juego. Uno no solo tiene que considerar qué compañeros tiene en el momento, si no también que fortalezas y debilidades tiene el Otro con el que uno está peleando. Hay Otros que requieren de ciertas habilidades para poder ser derrotados, por lo que uno tiene que ir aprendiendo de qué compañero tiene que tomar prestados dichos poderes, para poder salir victorioso. No se trata de una mecánica súper revolucionaria, pero en la práctica, resulta sorprendentemente intuitiva.
Por otro lado, vale la pena mencionar que, cuando uno agota la barra de aturdimiento de un enemigo, puede realizar un ataque final llamado Brain Crush, el cual puede ser increíblemente útil para ganar una batalla. Y ese no es el único concepto que utiliza “Scarlet Nexus” con la palabra Brain; también está un modo especial que ayuda a mejorar los stats del personaje llamado Brain Drive, así como un ataque súper poderoso llamado Brain Field, que si es utilizado con demasiada frecuencia, puede terminar por matarte. Son estos ataques, con poses y animaciones exageradas —y bien de anime—, los que hacen que “Scarlet Nexus” termine siendo más vistoso que el RPG de acción promedio.
En lo que se refiere a la presentación, “Scarlet Nexus” hace varias cosas bien… y otras no tanto. La estética general del juego es innegablemente atractiva, haciendo uso de elementos bien de western, junto con algunos personajes y locaciones influenciados por culturas orientales, y hasta uno que otro elemento cyberpunk. Por momentos se siente como una mescolanza, pero en general, creo que funciona, especialmente porque el world-building —con todo el contexto mencionado párrafos arriba— está bien desarrollado. Adicionalmente, “Scarlet Nexus” corre muy bien en una Xbox One S —las gráficas están muy bien definidas, y el framerate de 60 cuadros por segundo es consistente. De hecho, no me encontré con ningún tipo de error técnico, lo cual hoy en día, es menos frecuente de lo que me gustaría.
No obstante, resulta interesante que, con tanto world-building y giros narrativos y conceptos relacionados al potencial del cerebro humano, muchos de los cutscenes en “Scarlet Nexus” sean tan… simplones. Por momentos, pareciera que los desarrolladores se hubieran quedado sin tiempo, viéndose en la obligación de incluir secuencias de puro diálogo, casi sin animaciones, que pueden terminar por aburrir a más de un jugador. Adicionalmente, el juego cuenta con detalles que, francamente, pueden resultar algo desesperantes. Por ejemplo, si uno muere al pelear contra un Jefe, revive antes de su cutscene de introducción, por lo que si pierde varias veces, tiene que verlo una y otra vez cada vez que revive. Es bastante molesto, y a estas alturas del partido, debería ser un detalle fácil de obviar.
Felizmente, ninguno de estos problemas termina por convertir a “Scarlet Nexus” en una experiencia tediosa o repetitiva. Sí, se trata de un RPG de acción bastante lineal, en donde la presentación visual es algo inconsistente. Pero a la vez, debo admitir que quedé fascinado por el world-building, el desarrollo de los personajes, y más que nada, el sistema de combate, que sin ser el más original del mundo, termina por entretenerlo mucho a uno. “Scarlet Nexus” claramente ha sido influenciado por una infinidad de juegos, y no tiene vergüenza de admitirlo —lo bueno es que utiliza dichas influencias para crear una experiencia divertida, extremadamente japonesa, y que al final del día debería satisfacer a los fanáticos el género. ¡Nada mal para una nueva propiedad intelectual!
Este análisis fue realizado con un código de descarga para Xbox One brindado por Bandai Namco.
Lo positivo:
Lo negativo: