Por Samuel M.
Publicado: 15 de noviembre del 2023
Modern Warfare 3 ya está entre nosotros desde hace días. La nueva entrega de la aclamada saga ‘Call of Duty‘ pisó el acelerador para cumplir con estrenarse en noviembre. Sin embargo, es inevitable no señalar que su estreno no ha estado cargado de bastante polémica en lo que respecta al contenido. Después de haber jugado largas horas, te traemos nuestra reseña.
Es difícil imaginar que Call of Duty pueda venir con algunos elementos que terminen manchando la buena experiencia que normalmente un jugador promedio de la saga está acostumbrado. Las campañas de CoD -la gran mayoría exceptuando algunas ovejas negras- siempre estaban cargadas de los momentos más frenéticos que nos recordaban a las clásicas películas de acción donde solo repartes balas, hay personajes lo suficientemente rudos para sobresalir, y un villano que cumple el cliché de querer poner al mundo patas arriba.
El reinicio de Modern Warfare se dio en 2019 con Infinity Ward demostrando que los años le habían hecho madurar como estudio para tener lo necesario en poder darle un enfoque mucho más moderno a una de sus series más queridas. Las cosas, sin embargo, empezaron a enfríarse conforme iba desarrollándose la trama que quería construirse alrededor de Warzone, involucrando otros títulos como Black Ops Cold War y el polémico Vanguard. MWII llegaba en un momento donde todas las miradas estaban puestas en IW para darle un respiro a la saga, pero desgraciadamente también se quedó a deber.
Después de esos tropezones, Modern Warfare 3 debería haber sido el verdadero ‘caballo ganador’ aunque no había que negar que los jugadores -incluyéndome- teníamos la ceja levantada al saber que Sledgehammer Games nuevamente tenía la oportunidad de tener a cargo una entrega después de su cuestionable trabajo en Vanguard. Es duro decir que Call of Duty no está viviendo sus mejores tiempos. Las malas decisiones le están jugando una muy mala pasada, y eso se ha notado muchísimo en esta entrega, con una campaña que ya está entre las peores de la historia dentro de la franquicia.
La historia de Modern Warfare 3 nos relata la aparición de Vladimir Makarov, un viejo conocido de la saga, considerado para muchos como el auténtico villano que sabía ganarse el corazón de muchos jugadores por su carisma y lo despiadado que era para cometer los crímenes que detonaron un conflicto mundial en la pasada trilogía. En esta nueva reinterpretación, Makarov es mucho más joven, pero intentan mantener la frialdad de querer aplastar a sus enemigos. La misión para la Task Force 141, liderada por el Capitán Price, es claro: Poner fin al ultranacionalista ruso.
La primera misión de MW3 nos ‘engaña’ mostrándonos elementos clásicos que se han repetido con el tiempo pero no dejan de ser divertidos de ver como infiltrarse en una base, derribar enemigos sin ser vistos, y prepararnos para cuando todo ‘estalle’ para ver lluvia de balas y explosiones. Tras esta primera parte, la verdadera sorpresa nos aguarda más adelante cuando nos topamos con que ahora tenemos «misiones libres» en escenarios mucho más abiertos.
Quizás pueda sonar a que el juego te está dando la libertad de hacer las misiones como tu quieras, pero no es el caso. Las misiones libres consisten en ir completando objetivos como recuperar objetos, colocar explosivos, y en el camino intentar hacerlo todo en sigilo; de lo contrario, empezarán a llegar enemigos sin parar, como si estuvieramos en las épocas de ‘Call of Duty 4: Modern Warfare‘ cuando no dejaban de aparecer soldados. Lo más cantiflesco es que aún estando en la dificultad más alta, la inteligencia artificial de estos enemigos son un chiste, ya que no tienen ninguna táctica para atacarte, ya que todos van en fila para intentar frenarte, e incluso repiten el patrón de lanzarte granadas ilimitadas que termina sacándote de quicio.
Creo que lo más preocupante es que estas «misiones libres» se sienten como una propaganda -tutorial- para ir preparándonos para el siguiente mapa que llegará a Warzone. Ya que en el camino iremos encontrando cofres donde puedes encontrar armas más fuertes, y hasta puedes colocarte las placas del battle royale para aguantar las balas de los enemigos.
No llego a comprender la decisión de haber apostado por ello, y peor aún, que también encuentras misiones que van por el lado clásico de lo que esperaríamos de otras campañas de Call of Duty. Parece un menjunje de ideas que no supieron como cuadrarlas bien, entorpeciéndose completamente la narrativa, y dejando a los personajes en situaciones que se resuelven en cuestión de minutos. Todo lo que se había estado construyendo en MW (2019) se ha ido dejando atrás. Las cinemáticas siguen estando a la altura, pero ya llega un punto en el que quieres que esta historia acabe para darle caña al multijugador.
Si lo tuyo es ir directo al multijugador, aquí tenemos buenas noticias -más o menos-. Ya lo había dicho cuando me tocó jugar la primera beta de Modern Warfare 3 que este Call of Duty se iba a sentir como el más nostálgico de toda la saga. Precisamente el MP está conformado por mapas clásicos provenientes de MW2 (2009), recuperando algunos emblemáticos como ‘Terminal‘ o ‘Highrise‘.
Hay que ser sinceros en que estos escenarios, junto a otros de la talla de ‘Favela‘ traerán recuerdos a los más veteranos, y hasta un impulso para animarse a darle horas al multijugador. Aunque eso sí, también nos ha dejado la lección de que no siempre debemos vivir de la nostalgia, ya que varios de estos mapas no envejecieron bien en el sentido de ser una invitación a los campers para tomar posición y poder asegurarse las mejores rachas.
Me gusta el trabajo de ver remasterizado los mapas, ya que sí le han metido varios detalles especiales como iluminación, reflejos de sombras tanto de los personajes como de las armas, e incluso animaciones únicas cuando estás a punto de prepararte para iniciar la partida. Por supuesto que se aprovecha completamente el motor moderno de Infinity Ward para poder escalar mejor paredes, posicionar el arma desde esquinas o en una base, e incluso asomarte en los muros para disparar con la pistola.
La personalización de tu equipo tiene un cambio importante, ya que ahora ciertas ventajas estarán atadas a los accesorios que portes para tu personaje. Así, nos encontramos con botas que no emitirán tanto ruido al moverse, o guantes que cumplen la función de ‘carroñero’ de ir recogiendo munición de enemigos caídos. Es un concepto interesante que reemplaza los clásicos ‘perks‘. Tus operadores y armas de Modern Warfare 2 se conservarán en esta nueva entrega, aunque, como no podía ser de otra forma, la prioridad la tendrán las armas de MW3 en lo que respecta a fuerza de disparo y estar dentro del meta.
Ahora, no todo es maravilloso en el multijugador de Modern Warfare 3. El condenado ‘SBMM‘ (Skill-based matchmaking) ha sido un dolor de cabeza en esta entrega. Creo que no había sufrido tanto para poder ganar varias partidas, y no digo que sea manco, es que en serio parece que te ponen en partidas donde estás luchando contra equipos profesionales. Lo grave es que en una partida estás de lo más tranquilo, pero a la siguiente, no te dejan ni moverte, porque te están posicionando con gente que es MUY superior a ti. Es en esta entrega donde se nota que han querido implementar con más rudeza el polémico sistema de matchmaking por habilidades.
El multijugador cuenta con otros modos como el regreso del ‘Modo Guerra‘ con combates donde un equipo deberá detener al otro de ir cumpliendo una serie de misiones, en este caso -y la única misión disponible al momento de escribir esta reseña- es destruir misiles. Los combates se sienten divertidos, dándote posibilidad de que vayas encima de un tanque, o utilizar un francotirador a distancia. ‘Ground War’ también hace lo suyo devolviendo los combates con hasta 64 jugadores en mapas grandes con un espíritu que recuerda las buenas épocas de ‘Battlefield’. Luego tenemos ‘Invasion‘ que es similar al modo mencionado anteriormente pero combinando soldados manejados por inteligencia artificial, nada llamativo aquí.
El modo zombies trae algunos cambios importantes y que no ha podido evitar estar en la polémica. A diferencia de los trabajos que normalmente hace Treyarch de ir enfrentando a los muertos vivientes por rondas, aquí tenemos un campo mucho más abierto, que, curiosamente, también está inspirado en el próximo mapa del battle royale.
Nada más alejado que la realidad que compararlo directamente con el modo ‘DMZ‘ de Modern Warfare 2 que terminó siendo abandonado ya que los jugadores no estaban interesados, pese a las altas expectativas que había. Las misiones que tendrás que hacer aquí consistirán en ir completando contratos, mientras vas lidiando con zombis de todo tipo. Una vez hecho el trabajo, puedes pedir una extracción, e ir mejorando tu equipo.
Es más, puedes empezar una nueva partida con el equipo que conseguiste anteriormente. Sí o sí vas a estar acompañado, así que ya te imaginarás como es tener que lidiar con gente desconocida cuando cada uno quiere tomar su propio camino.
Es difícil no darle la razón a aquellos que mencionan que MW3 se siente más como una expansión y debió haber sido lanzado así. El multijugador sí se siente mejor que MW2, principalmente por la forma en cómo está construido respecto a traer de regreso mapas conocidos por los jugadores. La campaña ha sido un desastre, y el modo zombies está por debajo de lo que normalmente hemos visto en anteriores entregas.
El título marca el punto final para Activision Blizzard como compañía a cargo de la saga. Microsoft tiene la responsabilidad de darle un mejor camino a una franquicia que ha demostrado que en sus más de 20 años sí puede reinventarse.
Lo positivo:
Lo negativo: