Publicado: 25 de julio del 2016
En la película “El hombre de manos de tijeras” el personaje que caracterizo Jhonny Deep era una persona que muchos le tenían desconfianza, pavor, miedo, etc, todo ellos en su mayoría basados en un desconocimiento del mismo, así como las consecuencias que traería si uno se relacionara con él, por suerte existe también la alternativa que nos dice que todos nuestras inquietudes estaban infundadas o residían en el mismo temor de conocer. Dropsy en toda su infantil mente, lo sabe.
El inicio en Kickstarter nos describe el juego como un clásico de la aventura gráfica en un entorno totalmente libre a desplazarse, sin restricciones salvo por los puzzles que pueden bloquear zonas que aún no podemos visitar, es hablar con los personajes de la zona, saber que quieren, buscar minuciosamente o resolver algún que otro minijuego para obtener el objeto clave y el puzzle está resuelto. Dropsy se siente muy cómodo en el género que de por si ya tenemos bastantes ejemplares contemporáneos, este prefiere el sistema clásico que vimos en los 80-90’s, tales como prestar atención a todos, observar las acciones de los personajes y si tienen alguna relación con otro objeto que vimos anteriormente en otra pantalla del mapa, apuntar cualquier punto que nos parece un dato primordial para continuar, así de una forma u otra, hace que nos involucremos en el juego de una forma que no esperábamos.
El lugar que nos movemos es enorme, la palabra “open-world” le cae de pelo, solo que estos lugares podría funcionar como zonas separadas o simplemente no existentes, ya que la línea argumental de Dropsy es solo una, aparte de las actividades secundarias que podemos hacer. Cuando nos encontremos en plena acción que forma parte de nuestra rama principal, el juego no te permitirá hacer otra cosa aparte de esa, a veces llegará al punto de no poder cambiar de pantalla y pasar a otra zona, se siente forzado en esos puntos, algo que podría ir en contra de su naturaleza del mencionado mundo abierto, pero tiene un sorpresivo punto positivo este detalle : No quiere interrumpir de ninguna manera la historia del curioso payaso, la tienen escrita y los desarrolladores quieren que se desenvuelva de una sola forma, lo que construye la narrativa en una especie de riel inamovible que el usuario no puede cambiar. Felizmente lo que nos cuenta es interesante.
Dropsy es un payaso que ha simple vista es alguien con quien no le gustaría acercarse, un tranquilo muchacho de mente de niño, tiene una vida difícil que no parece entender del todo así bajo esas circunstancias, debe emprenden un viaje alrededor de todo el mundo que él conoce, hacer nuevas amistades y ayudar a quien puede, con esto podrá conocer muchas realidades. El tema narrativo se basa en el lenguaje visual, que a punta de imágenes solo podremos comprender lo que debemos hacer para terminar algún puzzle, después de ello ganaremos su confianza, su cariño y hasta una nueva zona que pasar. Quizás el tema del payaso que todos temen no es casi visto a pesar que es un tema inicial en la historia, esto lo vemos reflejados en los personajes restantes que se limitaran a darnos pistas para los puzzles y que podremos solucionar con ayuda adicional de nuestras mascotas.
Los defectos del juego son muy pocos, residiendo principalmente en lo pesado que puede tornarse en estar buscando solución en algunos puzzles, la observación debe ser bastante minuciosa que después de minutos viendo la misma pantalla sin encontrar nada se puede llegar a optar por la simple técnica de descarte (probar todos los objetos que tenemos, usar las mascotas en todo sitio, hablar con todos, etc).Otro detalle es la música del juego que es bastante dinámica en varios momentos, es oportuna en varias escenas y en otros solo disponible en zonas en particular, jugando con el metal, el electro, el rock’n roll y otros más. Aunque el mayor detalles es su cuota de surrealismo.
Recuerdo haber leído que si Dropsy no bebe de elementos propios de una obra de David Lynch, no pude realmente entender esa mención hasta que conectas el aspecto de la transición de días con los sueños. Durante todo el día, la cuidad va tomando desde la mañana hasta la madrugada de la noche, un agregado importante en nuestra partida, la razón es porque todo nuestro entorno empieza a mostrar otra cara, muchas personas empiezan a actuar de otra forma, vemos nuevos personajes, nuevos lugares, nuevas oportunidades de poder interactuar con más personas o de cómo ayudarlas. En el día, la predicadora severa de la parroquia, hablando la palabra de su biblia sobre los peligros del Metal, en la noche la encuentras sentada en la base de lanzamiento de un tobogán, fumando, triste. Esos momentos se complementan con los sueños, lo más abstractos y surreales que hay en el juego, variando dependiendo donde dormimos.
La historia del payaso para ayudar a otros es un tanto sencilla, con elementos que pueden ser toscos ahora, pero no se sentirán algo más lento comparados con los actuales juegos de aventuras gráficas del hoy, un tanto más automatizadas y sencillas de resolver. Este proyecto nos quiere demostrar que las mejores cosas pueden venir de conceptos o mecánicas usadas que solo es cuestión de saber cómo usarlas para evitar caer en el círculo de lo genérico, Dropsy no será la nueva revelación del momento, pero tiene los suficiente de personalidad para reconocerlo en la larga lista de juegos en Steam. Las cosas pueden engañarnos a simple vista, puede que sea, de a ojo, un chico con tijeras en vez de manos o un payaso amante de los abrazos, solo sabremos quienes son si nos atrevemos a conocer más.
El presente análisis de Dropsy fue realizado con un código de descarga para PC a través de Steam adquirido por el redactor.
Lo positivo:
Lo negativo: