Publicado: 09 de marzo del 2017
Recuerdo cuando tenía aproximadamente 10 o 9 años de edad y un amigo me prestó el juego de The Legend of Zelda: A Link to the Past. Yo venía de jugar títulos como Super Mario World, Top Gear o Street Fighter II; pero ese juego del “duendecito” como le decía, tenía algo especial que lo diferenciaba de los demás: La posibilidad de explorar un vasto mundo que, en su época, me pareció enorme y muchas veces iniciaba el juego sólo para ir de extremo a extremo, y ver qué encontraba.
A pesar de que los juegos de esa época eran relativamente cortos, puedo afirmar que ese Zelda me dió meses de exploración y muchas ganas de visitar siempre ese vasto reino de Hyrule. Años pasaron, salieron más Zeldas, y obviamente se estableció una nueva tendencia de juegos que en teoría nos darían mayor libertad de jugar: Los llamados “open world”.
Estos juegos describían perfectamente lo que me pasaba con ese juego de antaño; sin embargo ningún título me había vuelto a sumergirme en un vasto mundo que me llame a explorar. Ojo, he jugado muchos “open world” que no mencionaré para no entrar en debate; pero finalmente un juego ha conseguido lo que ningún título había logrado antes: Darme esa sensación de estar en un mundo enorme con miles de cosas por encontrar y hacer, sin que te lleven de la mano, o que no tenga nada que ver con la historia principal.
Curiosamente, este juego es de la misma saga que me regaló uno de los más grandes pasatiempos de mi niñez. Esta saga nos presenta un título nuevo con muchos cambios que le han dado un nuevo aire, sin perder lo que ya muchos hemos visto y conocido desde antes. Este juego es The Legend of Zelda: Breath of the Wild, que finalmente salió para Wii U y Nintendo Switch, y del cual les presento mi análisis.
El siguiente análisis fue realizado desde la versión de Nintendo Switch, tranquilo, que está libre de spoilers.
La saga de The Legend of Zelda se ha caracterizado por una colección de juegos de aventura, puzzle, exploración con unos toques de RPG. Estos ingredientes siempre han estado presentes en muchos de sus títulos, pero nunca han ido más allá, ya que esas características también las tienen los Open Worlds.
En Breath of the Wild han dado, como quien dice, “El Gran Paso”, pues por fin The Legend of Zelda pasa a integrarse en este género tan de moda en los últimos tiempos. Pero, como dije antes, Zelda ya tenía algunas características de Open World, solo que limitadas.
Nintendo nos presenta un nuevo título de la saga luego de tres años de su primera presentación (aunque por ahí dicen que el juego lleva 5 años de desarrollo) dando mucho de que hablar a todos los que lo juegan. Además ha sido la excusa perfecta para la adquisición de su nueva consola, Nintendo Switch, pues más que por su gráficos, la gente necesita la comodidad de la portabilidad que nos ofrece.
La historia de Breath of the Wild podría considerarse la más madura y seria hasta el momento, detalle que puede diferir bastante con el resto de la saga en The Legend of Zelda. Hasta podría decir que me recuerda a esa sensación que se vivió en Ocarina of Time, donde también decidieron darle un enfoque más cinemático a la saga. Y no hablo de gráficos, sino de su narrativa; esa que nos sumerge en el mundo de Hyrule y sus dilemas, con un tono más maduro, frío y hasta por ratos oscuro.
Así es Breath of the Wild, y no hablo de cosas parecidas que ya vimos en Ocarina, pues de todos los juegos que hemos vivido, BOTW está a la altura en muchos juegos recientes y no tan recientes de otras plataformas, en pocas palabras, se ve como un Zelda pero diferente.
Con una narrativa que podría decirse que es en primera persona, nos presentan a un Link que despierta sin recordar qué le ha pasado. Nuestro protagonista ha perdido la memoria y es por ello que todo nos lo tienen que explicar, esto es la excusa perfecta para que nos cuenten muchos de los hechos pasados y así estar al tanto de la situación.
Empezaremos casi como vinimos al mundo y debemos abrirnos paso buscando lo necesario para subsistir, como ropa, comida y, por supuesto, una buena arma. Más adelante ya tendremos más clara la situación, y desde el inicio, nos dicen que debemos derrotar a Ganon.
¿Por qué la sorpresa? pues porque en ningún juego de Zelda, salvo el primero, nos dicen que debemos derrotar Ganon desde el inicio. A diferencia de ellos, en BOTW nos cuentan que él desató su ira contra todo el reino de Hyrule hace 100 años, y la princesa Zelda ha logrado mantenerlo encerrado gracias a su poder, ya que si logra escapar todo el reino dirá game over.
Así que Link deberá de derrotar una vez más al legendario Gerudo, no sin antes recuperar la memoria y prepararse para la batalla final explorando el vasto mundo de Hyrule. Descubriendo que este mundo no es uno cualquiera, pues tiene muchos secretos y misterios; entre ellos unas misteriosas bestias gigantes mecanizadas que una vez sirvieron como apoyo al reino, pero que ahora están en nuestra contra.
Si bien la historia no podría considerarse como la más compleja, el desarrollo de la misma es la que nos envuelve en esa magia que antes habíamos visto en la saga. Sobre todo por sus repentinos cambios argumentales que dejarán boquiabiertos a más de uno.
Estos elementos han estado presentes siempre en la saga, pero como dije más arriba, a este “Zelda” le han dado un tono más serio y dramático. Muchas veces veremos situaciones que no hubiéramos esperado en estos juegos, y que sin embargo allí están y encajan perfecto, dándo un toque más maduro. Haciendo una comparativa más fácil y rápida, los anteriores juegos son las películas de Harry Potter, pero Breath of the Wild es Lord of de Rings (hubiese puesto Game of Thrones, pero tampoco hay que ser tan extremistas).
¿Qué es un Open World? Pues como su nombre lo dice, es un juego de mundo abierto, donde se nos da la posibilidad de explorar libremente un escenario, generalmente vinculado a un continente, país, o en otros casos, una gran ciudad o provincia. Estos juegos tienen como característica la de no ser necesariamente lineales, es decir, no ir por un solo camino, tanto en escenario como en narración; dando muchas posibilidades de exploración y sobretodo mucha libertad.
Breath of the Wild nos presenta todo lo mencionado antes, El juego nos sitúa en un hermoso mundo lleno de vida en el que muchas veces desearemos ir a pie, no sólo para investigar mejor las zonas, sino para admirar la belleza de sus parajes. Además esta es la primera vez que en verdad sentimos que podemos ir allá cuando pensamos que es imposible, pero no lo es ya que podemos acceder a todo lugar caminando o saltando.
Y así como lo leen, nuestro popular Hyruliano ahora puede saltar así como lo vimos en juegos clásicos de la saga, y no hablo de una acción contextual, sino que puede saltar como si se tratase de Super Mario, claro que dándole el realismo de la situación. Además, ahora Link puede trepar por diversas estructuras, lo cual nos ayuda enormemente a explorar.
Muchas veces esa sensación de ver o conocer algo nuevo nos llevará por los más inhóspitos parajes; pero para darle un toque de realismo, nuestro protagonista lleva un medidor de resistencia, y como la vida misma, este tendrá un límite. El medidor se agotará conforme hagamos una actividad que lo requiera, llámese trepar como ya mencionamos, correr, nadar o hasta deslizarte en parapente. Sí, Link tiene una especie de parapente que explicaremos más adelante.
A diferencia de la gran mayoría de títulos de la saga, en esta ocasión Link deberá buscar comida, ya sea casando, pescando o tomarla de los enemigos, tendremos un interesante sistema de cocina en donde podremos preparar nuestros propios potajes, y no es para nada limitado, pues tenemos una infinidad de platos que podremos hacer. Desde onigiris, estofados hasta arroz con mariscos, y muchas veces, me ha pasado que me he quedado buscando nuevos ingredientes para preparar platillos, todo esto con el fin de recuperar nuestra vida, o darnos diferentes estados, como invisibilidad, resistencia a los climas entre otros, muy útiles, así que por está ocasión, Link se olvidará de comer corazones.
Pero basta de comida, hablemos de acción. El sistema de batalla es muy parecido a lo que vimos en Skyward Sword, salvo que no moveremos el Joy-Con para el uso de la espada. Nuestras armas las encontraremos en nuestro camino, ya sea encontrarlas en tiradas, robárselas a enemigos o en cofres. Las acciones con las armas tipo espada son las que se establecieron desde Ocarina of Time. Con un botón fijamos a nuestro enemigo y con el otro atacamos, con la pequeña variante que ahora podremos hacer bullet time.
Sí, BULLET TIME, pues al esquivar un ataque correctamente, el tiempo se paralizará, dando la posibilidad que Link ejecute una serie combos como nunca antes lo habíamos visto. No sólo eso, sino que también lo podremos usar cuando tengamos nuestro arco y flecha, y en un gran salto o una caída libre, podremos hacer uso del Bullet Time dando la posibilidad de disparar varias veces en una lapso de tiempo. Y hablando del Arco y flecha, este tiene una buena respuesta, del cual podremos apuntar con el stick derecho o bien moviendo el Joy-Con, gracias al sensor de movimiento y giroscopio, así como fue con el Wii Remote, solo que ahora mucho más preciso.
El juego cuenta con una generosa cantidad de Ítems que iremos descubriendo a lo largo del juego. Muchos de ellos servirán para venderlos y otros para construir armas; sin embargo, todo el protagonismo irá sobre la tableta Sheikah. Este artilugio en forma de Tablet será un dispositivo vital para poder seguir nuestro camino, ya que nos servirá bastante no solo como mapa o mejor dicho, GPS, pues esto activará los santuarios, y tendrá el diferente armas, perdón herramientas que nos ayudaran en nuestra travesía. Es un lavado de cara interesante que se le hace a las armas.
Este dispositivo fue creado para emular el uso del gamepad, lamentablemente decidieron cancelar esa idea porque la versión de Wii U no se llevase todo el protagonismo quitando ventas a la Switch. Es una pena, ya que quizá por eso se iba a llamar Zelda U.
Como todo buen open world, Breath of the Wild se dividirá en misiones principales, secundarias, y unas más que son las pruebas heroicas. Lo más interesante, es que las tres categorías tienen mucho que ver con la historia principal, y su narración (que es una de las mejores que he visto) no nos alejará del hilo del drama como normalmente pasa en los Open Worlds, en donde el término de una misión no obliga a regresar a nuestra “base” para seguir con otra misión. Eso no pasa en BOTW, y para ser más fácil, las misiones las encontremos repartidas en todo el mundo.
Tal es la libertad para elegir que misión seguir, que podremos enfrentarnos al jefe final al inicio del juego, claro que perdiéndonos todo la esencia e historia de BOTW; ya que, por más que queramos ser los primero en pasar el juego, no sabremos qué es lo que pasó en la historia. No siempre ser el primero es bueno en la vida.
Desde Wind Waker, (Y exceptuando Twilight Princess) la paleta de colores de The Legend of Zelda se ha caracterizado por tonos alegres y vivos, que denotan un mundo fantástico. Sin embargo, el motivo de esto era para dar un contraste interesante entre luz y sombra, elementos que siempre han estado presente en la saga.
Ese es el caso de Breath of the Wild, pero a diferencia de Skyward Sword, cuenta con algunos elementos más realistas para dar un estilo propio, como el cielo, las nubes y el agua. Hasta podría decirse que el pasto tiene un detalle realista, aunque muchas veces por esto hay bajones de framerate algo escandalosos de los que hablaremos más adelante.
Realmente el juego nos convence de que estamos en un mundo vasto, y lo muestra lleno de vida como nunca antes se ha visto en la saga a un nivel que tampoco ha sido visto en varios juegos actuales. Lo siento, pero es la verdad, si no pregunten a Konami con su Metal Gear Solid V: The Phantom Pain.
Hyrule como también hemos visto en otros juegos de la saga, nos presenta diferente razas que le dan variedad a los personajes, lo cual también pasa en BOTW. Pero no sólo razas, pues vemos que muchos pueblos están de vuelta. Así mismo, cada lugar que visitemos, tendrá diferentes cosas por hacer, dándole más vida al juego y no sólo pueblitos de relleno.
Otro de los puntos que le hacen un animado mundo abierto, es la presencia de animales que enriquecerán los escenarios. Del mismo modo, el juego presenta un excelente sistema de clima aleatorio, que nos da desde garuas hasta lluvias torrenciales con rayos y truenos, dificultando el paso por el escenario. Sí, odiamos la lluvia, pero sólo en Zelda, y no por los rayos, sino porque la lluvia nos dificulta escalar (es un toque realista, pero no es lo que los videojuegos nos han acostumbrado).
Como dije arriba, no quiero hacer spoiler, y no lo haré, pero no puedo dejar de mencionar los templos. Si bien no es que se llamen templos en el juego, funcionan como tales, ya que tienen varios de sus elementos y no pierden el estilo que se ha visto en la saga, mostrando acertijos que puede desquiciar a más de uno; aunque también son más interactivos que antes.
Gráficamente el juego tienes sus altas y bajas. Si bien el juego le saca el jugo a la Wii U, en Nintendo Switch no pasa lo mismo, pues sólo se nota una ligera mejora además que en la reciente consola de Nintendo sí llega a 1080p, a 30 cuadros por segundo. Sin embargo, y enfocándonos en la versión de Switch, BOTW sufre problemas de framerate.
Sí, cuando hay mucho elementos en pantalla, ya sea enemigos, o en escenarios como bosques, para ser más específico, aparecen algunos problemas de ralentizaciones bajando el framerate hasta 15, pero al poco tiempo se estabiliza. Ok, puede sonar exagerado, pero esos detalles no se nos pueden pasar. Y es sorprendente que esto pase en Switch.
La luz y sombras están muy bien logradas en este juego, ya que se puede ver la sombra de Link en cada uno de las hojas del pasto de forma independiente. Además el detalle del agua aporta un interesante realismo al juego que está muy bien logrado y esperemos se pueda ver en otros juegos de Nintendo con este motor gráfico.
Aún así, las palmas se la llevan las físicas del juego, pues podemos talar un árbol, dejar huellas mojadas si estuvimos en el agua, recuperar las flechas que disparamos a lo lejos, entre muchos detalles que hacen único a este juego. Salvando las diferencias con Skyrim claro está, solo para darnos una idea, cualquier cosa que imaginemos que podría pasar en el mundo real, podría pasar en BOTW, y no estoy exagerando. Lancen una flecha al aire y fíjense bien en donde cae, búsquenla y estén seguros que la encontrarán.
En verdad se han esmerado bastante con los gráficos y las físicas del juego, fácilmente es el juego de Nintendo con mejor desempeño visual que tiene hasta la fecha y los tres años de espera están muy bien justificado. Sabiendo que han salido juegos en donde esperamos más años y sus resultados no han sido los esperados, no mencionaré juegos para no herir susceptibilidades, y no lo repetiré ni 15 veces así sea una fantasía final.
Como bien se había dicho, la banda sonora sería algo especial en Breath of the Wild, pero no hablamos de que sean temas con miles de músicos y coros grabados en los estudios Abbey Road, sino que escucharemos tonos suaves de piano, sutiles para algunos momentos, con uno que otro instrumento que sirva como complemento.
La música está compuesta más por los sonidos del entorno, como por ejemplo del pasto, el viento, los animales, el agua, entre otros. Todo acompañado de pequeñas notas sinfónicas, que complementan perfecto con el escenario. Eso sí, esto no pasará en todo el momento, ya que en los momentos de acción, templos, y escenas clave, escucharemos una banda sonora más desarrollada, y acorde a la que escuchamos en la saga. Por supuesto, también tendremos varias melodías conocidas, y otras nuevas que ya se han vuelto algunas de mis favoritas.
Por otro lado, este juego nos presenta una muy lograda actuación de voz, siendo el primer juego de la saga con actores de voz, ya que antes los personajes solo balbuceaban. Pero el detalle es que no sólo escucharemos las voces en inglés, pues lo tendremos en varios idiomas, incluyendo en español latino.
Esto no podremos cambiarlo en el juego, solo en el menú principal del Nintendo Switch, lo cual es un pequeño problema para los que quieran escuchar la voz en inglés con subtítulos en español; pero a mi opinión personal, jugar en nuestro idioma natal no tiene precio, pues contamos con una gran actuación de voz del conocido y popular doblaje mexicano, en donde seguro identificaremos a muchos de los actores que aparecen en escena, haciendo un excelente trabajo en cada uno de sus personajes,
No todos los personajes tienen voz, solo los protagonistas, lo cual no tiene mucha relevancia, ya que otros videojuegos han hecho eso antes.
Realmente es hermoso escuchar hablar a la princesa Zelda, es como un sueño hecho realidad, pues siempre leía sus diálogos, y a veces algún sonido; pero ahora es la primera vez que la escuchamos hablar (oh Dios, gracias Nintendo por esto).
Jessica Ángeles, una conocida actriz de doblaje es quien le da vida a la princesa Zelda, ella también es conocida por interpretar a Ladybug en Miraculous o a Jyn Erso en Rogue One Star Wars Story.
Tres años esperamos para la salida del llamado Zelda U, tres años desde que el productor de la saga, Eiji Aonuma nos presentó lo que sería el The Legend of Zelda más grande y más completo jamás logrado. Después de haber invertido 58 horas de mi vida en este juego, puedo decir que lo lograron, y ojo que aún me faltan cosas por descubrir para sacar el 100%, realmente me ha sorprendido lo grande y magnifico que es este juego.
Es el giro perfecto que esta saga debió realizar hace mucho, ya que tenía todos los elementos para ser un open world hecho y derecho; pero al fin dio el gran paso. Esperemos que éste sea el rumbo que tomarán los siguientes juegos. Si bien, es probable que pase mucho tiempo para que salga uno nuevo, este gran mundo de Hyrule nos puede dar más aventuras gracias a los DLCs que están por venir, algo nuevo también en la saga.
Hace tiempo que deseaba que un juego no terminé por lo bien que ha sido desarrollado, y sobre todo lo bien que ha sido presentando, y para mí es el mejor open world que ha salido hasta la fecha. Como dije, lo siento si hiero susceptibilidades, pero es la verdad, Breath of the Wild está lleno de detalles que nunca antes hemos visto en otros juegos.
Tal vez la historia no sea de las más complejas que hay, pero el propio trasfondo lo justifica. Como dije al inicio de este análisis, The Legend of Zelda: Breath of the Wild me regresó a mi niñez, en donde sentía que tenía toda libertad para explorar en un videojuego. Realmente recomiendo que si tienes Wii U tienes que comprártelo, y si tienes Nintendo Switch ni que pensarlo. Sólo para terminar, quiero decir que Breath of the Wild desterró a Ocarina of Time de mis Zeldas favoritos.
Lo positivo:
Lo negativo: