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Publicado: 08 de marzo del 2017
Tom Clancy’s Ghost Recon: Wildlands es lo más cercano a una adaptación en videojuego de lo que vimos en la serie Narcos, pero en lugar de seguir a Pablo Escobar, vemos el mundo desde el punto de vista de agentes americanos enfrentando al cartel con el estilo de juego de disparos en tercera persona insignia de Ubisoft y Tom Clancy, esta vez en un enorme mundo abierto.
Desarrollado por Ubisoft Paris, en Ghost Recon: Wildlands nuestro vecino país de Bolivia ha sido tomado por el poder del narcotráfico internacional, específicamente por el cartel mexicano de Santa Blanca, un grupo de traficantes que ha encontrado en Bolivia una tierra prometida donde ni siquiera el gobierno o las autoridades pueden detener sus acciones.
Si bien Ghost Recon: Wildlands está ambientado en un país real, su trama es completamente ficticia.
Este grupo públicamente se enriquece con la exportación de droga y la situación ya no puede ser ignorada por otros gobiernos del mundo; como el de los Estados Unidos, que decide enviar un grupo de agentes encubierto: Los Ghosts y así devolver a Bolivia a su antigua democracia.
Tomando el papel de uno de los Ghosts, nos abriremos paso a disparos y explosiones junto a nuestro equipo, para capturar o eliminar a las múltiples cabezas del cartel de Santa Blanca, pero ¿Vale la pena jugarlo y salvar a Bolivia?
[Lee aquí nuestra entrevista al productor y al director creativo del juego.]
La historia de Tom Clancy’s Ghost Recon: Wildlands es sin duda alguna uno de sus mayores atractivos. «El Sueño», el líder indiscutible del Cartel de Santa Blanca, es un narcotraficante mexicano quien decidió mudar su operación principal a Bolivia luego de recibir una visión de la Santa Muerte, la parca y una santa muy popular entre los sicarios del país.
El Cartel de Santa Blanca tiene una tregua tenue con las fuerzas armadas de La Unidad de Bolivia, por lo que a veces también nos enfrentaremos a ellos.
«El Sueño» es un villano muy atractivo y cree honestamente que tiene derecho a mover cocaína como si se tratara de cualquier otro negocio legítimo. Él piensa que no solo provee una gran cantidad de dinero para su gente, sino también bienestar a su nuevo país; sin duda cree ser el héroe de la historia. Este carismático personaje logra convencer a otros sicarios de unirse a su causa, ya sea con beneficios económicos, poder, creencias religiosas o bajo amenaza. Es todo un líder y un gran rival que da ganas de enfrentar y derrotar.
Con este poder pone en jaque al gobierno boliviano, logrando que le den carta blanca para sus operaciones ilícitas bajo la promesa de no causar más daño a la población. Al iniciar el juego, estamos ante una Bolivia que lleva años viviendo de la exportación de cocaína y es con la muerte de un agente aliado de los EEUU que los americanos deciden entrar en acción.
El jugador entra a escena como parte de un equipo de 4 operativos en cubierto: Los Ghosts. Estos soldados altamente entrenados ingresan a Bolivia con el objetivo de eliminar al Cartel de Santa Blanca apoyando a la resistencia local. Sin embargo, los Ghosts llegan en secreto, EEUU no admitirá haberlos enviado si ocurre algo malo y la misión no existe oficialmente. Tu equipo y tú están solos.
El juego consiste en ir desbloqueando nuevas misiones, eliminando a los oficiales de Santa Blanca y trepar la cadena de mando hasta llegar a El Sueño.
A través de la campaña deberemos eliminar a las cabezas que conforman la red de Santa Blanca. La historia de Ghost Recon: Wildlands se convierte en una cacería, donde habrá que completar entre 4 y 6 misiones por cada «Buchón» u oficial del cartel, para luego eliminarlo o capturarlo. Al eliminar un grupo de buchones, su líder nos hará frente y al eliminarlo, su superior hará lo propio; así treparemos en la cadena de mando hasta llegar a El Sueño.
La mayoría de estos líderes son personajes muy llamativos, a veces algo exagerados, pero siempre interesantes. Creo que Ghost Recon: Wildlands gana muchos puntos por su gran temática, ambientación y personajes. Claro está, excluyendo a los genéricos Ghosts creados por los jugadores al iniciar quienes carecen de personalidad.
Ghost Recon: Wildlands contiene 26 líderes de Santa Blanca a vencer, divididos en buchones, subjefes, cabezas de operación y su líder, El Sueño.
Pero, también creo que pudieron utilizar una mayor cantidad de recursos narrativos para contar la trama. Las cinemáticas de introducción y eliminación de cada nuevo Buchón son muy buenas, pero durante una misión no se presenta ningún tipo de drama o tensión más allá del presentado por el gameplay. Sé que los juegos de mundo abierto no suelen dar tanto énfasis en esto, pero los personajes de Ghost Recon: Wildlands y su buena historia pudieron beneficiarse de un poco más de estos detalles.
Aun así, no puedo desmerecer el trabajo puesto en la historia de este juego. Los enemigos a derrotar son destacables en su personalidad y la cantidad de coleccionables y videos para complementar su historia ayudan a darle mucha vida al maligno Cartel de Santa Blanca.
Obviamente toda la historia planteada no tendría sentido si Tom Clancy’s Ghost Recon: Wildlands no se ve apoyado por un buen sistema de juego, afortunadamente lo tiene y es muy divertido, en especial al jugar con amigos. Para quienes hayan jugado otro título de la saga Ghost Recon o el reciente shooter de Ubisoft: The Division, el sistema de disparos se sentirá muy familiar. Pero no es en ese punto donde Ghost Recon: Wildlands destaca, sino en todo lo demás que puedes hacer para personalizar tu experiencia.
Empecemos con el manejo de las misiones, el juego contiene más de 100 misiones que iremos desbloqueando con el avanzar de la campaña, sin contar los objetivos secundarios disponibles. Para activar una misión bastará con visitar una de las 21 regiones de Bolivia en el mapa, recibir información por radio automáticamente, ir al punto de inicio y comenzar a trabajar.
Salta en paracaídas en la base enemiga, llega disparando desde un vehículo blindado, entra a escondidas por la puerta trasera; tu eliges como enfrentar las misiones de Ghost Recon: Wildlands.
Esto puede sonar estándar para un juego de mundo abierto, pero cada una de estas tareas puede hacerse de muchas formas. Por ejemplo, podemos movernos en el mapa en auto, moto, tanque, helicóptero, etc. Cada vehículo se siente muy distinto y seguramente cada jugador terminará encontrando su favorito, aunque algunos (como la moto) tomen un poco de tiempo en ser dominados por sus sensibles controles de manejo.
La variedad no acaba aquí ya que, una vez que llegas a la zona de la misión, puedes optar por entrar a la fuerza o analizar el campo de batalla con tus binoculares, tu rifle francotirador, enviando rebeldes o usando un conveniente dron. Esto es muy importante ya que los enemigos no aparecerán en el radar a menos que los «marquemos» antes y si no revisamos el lugar antes de entrar, pueden tomarnos por sorpresa.
Tom Clancy’s Ghost Recon: Wildlands es un juego de disparos, pero también de planeamiento cuidadoso y estratégico. Lanzarte de cabeza a luchar suele ser la peor opción, en particular si consideramos que nuestro Ghost soportará solo unos pocos disparos (a menos que mejoremos su resistencia) Este detalle hace el factor sorpresa uno de nuestros mejores aliados.
La habilidad de sincronizar disparos con la IA que nos acompaña al jugar en solitario es muy útil para eliminar amenazas difíciles de alcanzar.
Una vez seguros de lo que haremos, entramos a luchar y aquí vemos aun más variedad en el juego. Si jugamos con bots podemos ordenarles eliminar enemigos marcados y cubrir nuestra ruta de infiltración, podemos colocar minas de proximidad para defender algún punto importante o podemos robar el vehículo mejor armado de la base y usarlo contra sus dueños.
Las únicas misiones que me fastidiaron fueron aquellas que me pedían no ser detectado en lo absoluto, cosa que puede ser muy difícil de lograr. Estas misiones te quitan la posibilidad de elegir un método y estilo de juego (el mayor atractivo del título) ya que el sigilo se convierte en la única opción. Afortunadamente son la minoría y no afectan el disfrute general, pero pueden llegar a ser frustrantes.
Iniciar una misión y que todo salga perfecto suele ser casi imposible, pero es muy satisfactorio. Pero aun si todo sale mal, lograr salir con vida por un pelo al adaptarte a lo que el enemigo te lanza, se siente como un triunfo frente a una misión complicada.
La cantidad de opciones en Tom Clancy’s Ghost Recon: Wildlands es realmente amplia y no acaba con el método de enfrentar una misión, ya que llega incluso a el como administras a tu personaje y su equipo. Por ejemplo, a través de la historia iremos encontrando nuevo armamento, ya sea al investigar puntos en el mapa marcados con el icono de una pistola o al derrotar a enemigos importantes.
Cada Buchón derrotado nos dará una nueva arma para nuestra colección. No son personalizables pero son poderosas y algo excéntricas en su acabado.
La mayoría de estas armas, exceptuando las de los jefes enemigos, podrán ser personalizadas usando accesorios como miras láser, lanza granadas complementarios, cacerinas de mayor capacidad, etc. Si bien están divididas en unas pocas categorías (rifle de asalto, francotirador, arma de una mano, etc) cada arma en el juego termina siendo única cuando le colocamos nuestros accesorios favoritos.
Por otro lado, nuestro Ghost también podrá ser personalizado. Avanzando la historia podremos obtener nuevos items estéticos como ropa, tatuajes, chalecos, mochilas y accesorios de combate (cascos, máscaras, camuflaje, etc.) pero también desbloquearemos nuevas habilidades como mejoras para el dron, granadas cegadoras, paracaídas para saltar de aviones y muchas otras.
Para obtener nuevas habilidades habrá que encontrar recursos en el mapa como gasolina, medicina y comida, que entregaremos a los rebeldes bolivianos.
Esto no significa que debamos elegir una especialización, ya que Ghost Recon: Wildlands es muy generoso con sus puntos de experiencia (presentados en recursos de distintos tipos encontrados en el mapa) y podemos aprender de todo, aportando de esta forma aun más a nuestra libertad de elección y estilo de juego.
Con todo esto dicho la cantidad de opciones mantiene fresco a Ghost Recon: Wildlands por una buena parte de su duración (recordemos que solo hay modo campaña) pero una vez que encontramos un método favorito para tratar con las misiones y un set de armas y habilidades preferido, es posible que el juego llegue a tornarse monótono jugándolo en solitario. Es aquí donde entra otro factor importante.
Tom Clancy’s Ghost Recon: Wildlands es claramente una experiencia que busca que los jugadores se unan y jueguen juntos. Desde la misma premisa que presenta a 4 Ghosts enfrentando a Santa Blanca, hasta las facilidades para encontrar otros jugadores brindadas por la Ghost Recon Network y la aplicación móvil Ghost Recon: Wildlands HQ, todo gira alrededor de trabajo de equipo.
Ingresar a la Ghost Recon Network es una forma efectiva de conocer otros jugadores y formar tu propio clan, llamado Task Force, o unirte a alguno.
Si bien el núcleo de juego no cambia casi nada (solo pierdes la opción de comandar a tus compañeros IA) el factor diversión sube bastante, aun cuando juegas con gente al azar encontrada en Internet. Por ejemplo, ya no siempre serás el encargado de conducir el auto, sino que podrás disparar desde la ventana o la torreta montada; ya no tendrás que ser quien se infiltre a la base enemiga, sino que puedes cubrir a un amigo como francotirador.
También puedes tener varios momentos de risa cuando un amigo deja caer un helicóptero en la mitad de la zona de batalla o cuando eres el piloto y sorpresivamente saltas en paracaídas dejando a los demás a la mitad del cielo. Sé que el objetivo es completar la misión como un equipo de soldados entrenados, pero Ghost Recon: Wildlands a veces se presta mucho para pasar un buen rato de caos y destrucción con amigos.
Cabe mencionar, que cualquier avance o logro alcanzado en el multijugador quedará salvado en tu Ghost y no tienes que juntarte con los mismos amigos para continuar una campaña guardada, o también puedes avanzar un rato por tu cuenta y volver al multijugador para ayudar a tus compañeros con misiones que ya has pasado.
Podremos unirnos a una sesión multijugador desde cualquier cuartel Ghost ubicado en las diferentes regiones de Bolivia.
Por el lado técnico, me da gusta decir que a diferencia de For Honor, el otro título reciente de Ubisoft, la estabilidad del modo en línea de Ghost Recon: Wildlands es muy buena; tanto así que nunca tuve problemas de lag o falta de estabilidad. Claro está, esto fue antes de la salida del juego, por lo que habría que ver que tan bien manejará el título a los miles de jugadores que se unirán.
Antes de pasar a las conclusiones del análisis quiero mencionar el apartado gráfico y sonoro del juego. El primero no destaca casi nada en los personajes, siendo muchos de ellos planos y de calidad regular; sin embargo está muy bien logrado en lo que respecta al terreno. Bolivia está lleno de hermosos parajes y terrenos como montañas nevadas, amplias zonas desérticas, grandes lagos y sobretodo una gran cantidad de bosques.
Bolivia presenta muchos tipos de terrenos como bosques, desiertos y montañas. Pero también lucharemos en pequeños pueblos y adinerados resorts
También encontraremos pueblos pobres y caros hoteles de narcos, que cambian la forma en que nos movemos por el terreno de combates urbanos. Si piensan que Bolivia es un país pequeño y sin variedad visual, este juego puede hacerlos cambiar de opinión.
Por el lado sonoro, el juego tiene una buena cantidad de canciones bastante latinas de corte mexicano, como el cartel de Santa Blanca. Pero un detalle importante es el uso del género «narcocorrido«, canciones que hablan mucho de temas con los que se identifican los narcos, como sobrevivir a toda costa y salir de la pobreza quebrando la ley. Es un toque muy bueno para la temática del juego, aun si no es el género favorito del jugador.
Si lo vemos solamente como un juego de disparos en tercera persona, Tom Clancy’s Ghost Recon: Wildlands no reinventa la rueda ni nada similar. Pero es en lo que agrega al género en lo que realmente destaca como algo especial.
El juego no está libre de bugs, pero aquellos que encontré son leves, como vehículos atorados en paredes o personajes en pose T; sin embargo, ninguno interrumpió el flujo de juego.
El juego presenta una muy buena ambientación e historia detrás de sus escenarios y misiones. Si bien no explota por completo el potencial de dicha trama y quizás se podía crear una mayor discusión acerca de las consecuencias de invadir otros países (Santa Blanca conquistando Bolivia, Los Ghosts interfiriendo en asuntos externos) el juego presenta villanos carismáticos y excéntricos que se alejan del típico rival sombrío.
Ghost Recon: Wildlands presenta también un muy buen acabado visual y exploratorio del gran terreno rural de Bolivia, aun si sus personajes no llegan a estar a la altura, el mundo a recorrer es muy atractivo y lleno de paisajes que ver.
Por último y más importante, por el lado jugable, la cantidad de opciones para enfrentar una misión es sin duda el núcleo del juego y lo que lo mantiene por las 25 o más horas de juego (sin contar misiones alternas) La libertad de elegir el mejor armamento y estrategia para cada ocasión eleva mucho el factor diversión; por lo que llega a fastidiar cuando encuentras una de esas pocas misiones que te obligan a jugar de manera 100% sigilosa.
Si buscabas un juego para jugar con un grupo de amigos y pasar la campaña juntos como aliados, Ghost Recon: Wildlands es una excelente opción.
Esta variedad, palabra clave al hablar del título, se acentúa incluso más al jugarlo con hasta 3 amigos, ya sea un equipo disciplinado buscando la perfección o un grupo de Ghosts que solo quieren divertirse causando desastres. Que quede claro que jugarlo solo es divertido, pero jugar Tom Clancy’s Ghost Recon: Wildlands con amigos es el doble de entretenido.
Si lo que buscas es un buen juego de disparos, este título te dejará satisfecho con sus sólidas mecánicas y un nivel táctico que va más allá del simple apuntar y disparar a lo que se mueva. Pero si hace mucho que querías «pasarte todo un juego» de inicio a fin con amigos y tienes un equipo buscando pasar un buen rato, Tom Clancy’s Ghost Recon: Wildlands es una excelente opción.
Tom Clancy's Ghost Recon: Wildlands es un shooter lleno de variedad de opciones que se disfruta mucho más con amigos.
Tom Clancy’s Ghost Recon: Wildlands ya está disponible desde el pasado 7 de marzo en las plataformas PC, PlayStation 4 y Xbox One.
El presente análisis de Tom Clancy’s Ghost Recon: Wildlands fue realizado con un código de descarga para PlayStation 4 brindado por Ubisoft.
Lo positivo:
Lo negativo: