Por CharlieChimp
Publicado: 02 de abril del 2018
Hasta hace poco más de un año era raro que AMD estuviese en los titulares de más de un medio de tecnología. Eran años muy discretos para AMD que había sido opacado por los procesadores Core iX de Intel los cuales formaron una suerte de monopolio de procesadores de alto rendimiento. Intel no tenía competidor y se durmió en sus laureles. Año tras año parecía que no había innovación (o al menos no había ganas de hacerlo), misma cantidad de núcleos y relativa mejora en performance y eficiencia energética, que no vienen mal pero no era lo que se esperaba.
Todo esto acabó en el 2017, año en el que AMD lanzó su serie de procesadores Ryzen dando el grito al cielo y el golpe al tablero. Ryzen si bien aún no igualaba la performance por núcleo de Intel, ofrecía más núcleos, similar rendimiento y a menor precio. AMD había vuelto a lo grande y fiel a su estilo: mejor relación precio-valor.
Pero aún faltaban esos sistemas-en-un-chip clásicos de AMD y este ya había dejado entrever la nueva línea Zen+ para este año y el Zen 2 para entre el 2019 y 2020. Por lo que al final resulta curioso que los Ryzen 3 2200G y Ryzen 5 2400G hayan salido ya casi en el ocaso de esta generación. Por lo que la pregunta es: ¿A dónde vienen a parar estos procesadores en la línea Zen? ¿A quiénes está dirigido? Y sobre todo ¿Qué tanto mejora el rendimiento?
Pues en resumidas palabras los Ryzen 3 2200G y Ryzen 5 2400G son revisiones mejoradas de versiones antiguas y que además incluyen las soluciones gráficas Vega integradas en un solo chip y está dirigido a un público que no tiene un gran presupuesto para armar una PC gamer.
Parece ser la maduración de la línea Ryzen, pues por ejemplo el Ryzen 3 2200G viene a reemplazar al Ryzen 1200 pero tiene las características de la ryzen 3 1300X a un precio menor que los anteriores. Y por su lado sucede lo mismo con el Ryzen 5 2400G que reemplaza al Ryzen 5 1400 pero que en características se parece al Ryzen 5 1500X. Todo esto incorporando la Radeon Vega 8 y Radeon Vega 11 respectivamente. Es decir, no solo es la versión refinada de Ryzen, es más potente y más barato.
Por lo general cuando se habla de una unidad gráfica integrada al procesador, no se espera mucho de esta. Pero ese Radeon Vega del Ryzen 5 con sus 11 unidades de cómputo a 1250MHz de verdad que hacen la diferencia. Es más, su competencia directa de Intel (que por precio serían la Core i5-8400 y Core i3-8350K) no cuentan con esa potencia gráfica.
Hay que recalcar que estos dos procesadores no son parte de la línea Zen+, por lo que mantienen el socket AM4 y son una mejora del proceso de 14nm, un “14nm+” si se pudiese decir, lo cual permite, junto a la arquitectura Raven Ridge, las mejoras de estos procesadores.
Sorprendente e inesperado, es así como podría describir el rendimiento de estos procesadores, especialmente el del Ryzen 5 2400G que tanto en pruebas de carga sintéticas, renderizado de imágenes 3D y videojuegos sobrepasó las expectativas que tenía. Pero mejor mostrarlo con hechos y números.
[masterslider id=»131″]
Pues la verdad sea dicha, aún está algo lejos de la potencia pura por núcleo de los procesadores Intel. Pero a pesar de eso las gráficas integradas AMD Vega superan con creces a las gráficas Intel UHD.
También los probamos en juegos que una PC de esta gamma apuntaría (usualmente) como Dota 2, PUBG y bueno… Far Cry 5 porque justo nos llegó y que mejor forma de poner a prueba estos Ryzen que un juego optimizado para AMD Ryzen.
[masterslider id=»132″]
Empezando por Dota 2, en calidad ultra y a 1080p ambos procesadores obtuvieron una media mayora a los 40 fps y el Ryzen 5 llegando a 50 fps.
En PUBG la historia fue algo distinta, el Ryzen 3 sufrió mucho, más de lo esperado y en ocasiones se colgó y al solo tener 4 núcleos la grabación del footage salió con varios problemas y se detuvo a la mitad. El Ryzen 5 ya salió mejor librado pero igual con todo en bajo llegaba a un promedio de 32 fps.
La sorpresa llego con Far Cry 5 en el cual todo bajo y a 1080p el Ryzen 3 llegó a un promedio de 23 fps, mientras que el ryzen 5 llegó a 27 fps. Para muchos esto puede resultar decepcionante y nada indicado para jugar a un juego FPS, pero hay que tener en cuenta que este procesador no apunta a esos juegos de grandes prestaciones pero aun así logra manejarlos.
En general la mayor diferencia entre estos dos procesadores es que si bien el Ryzen 5 no tiene una mayor potencia exponencial, no sufre de tantos bajones en el frame rate como sí lo tiene el Ryzen 3, ofreciendo así una experiencia más estable y constante.
Y si pensabas, debido a la mala fama que tienen los Radeon Vega de sobrecalentarse, pues más buenas noticias, pues estos Ryzen ya no sufren de esos problemas, al menos no tanto ya que el Ryzen 5 llegó a un tope de 78 °C durante un bench de carga sintética.
Solo como advertencia o como anécdota, se nos ocurrió la brillante idea de añadirle la GTX 1080 Ti que tenemos para hacer pruebas a la Ryzen 3 2200G para ver que tan bien se llevaban juntos. Y bueno nos encontramos con algunos problemas de incompatibilidad de drivers y tarjetas gráficas entre sí, la cual la solución era entrar al Bios y forzar que use o bien la integrada o la tarjeta gráfica discreta. Además que la potencia de la GTX 1080Ti hace que el pequeño Ryzen 3 se ahogue un poco.
Es verdad que los Ryzen aún no igualan la performance bruta de Intel, pero ha forzado a este a dar un salto en performance en la octava generación de los Core iX. Además, con la inminente llegada de los Ryzen+ este año, una nueva carrera armamentista de procesadores parece haber iniciado. ¿Quién ganará? Pues nosotros, los consumidores. Prueba de esto son estos dos magníficos procesadores (APUs) que a un precio bastante accesible “democratizan” en cierta forma el poder jugar videojuegos.
AMD conoce su público, sabe a dónde atacar, a ese lugar que Intel ha dejado un poco de lado: el “gamer” con poco presupuesto. Ya que por ahora Intel no tiene un competidor directo para los Ryzen 3 2200G y Ryzen 5 2400G. Ambos son maravillosos procesadores que me sorprendieron más de una vez por su rendimiento, del cual tengo que hacer un mea culpa, pues no esperaba mucho.
Con un precio aproximado en Perú de $145 y $215, respectivamente, el Ryzen 3 2200G y el Ryzen 5 2400G son esenciales para armar una PC de bajo presupuesto pero de rendimiento nada despreciable y que puede prescindir de una tarjeta gráfica. Ambas son muy recomendadas por su rendimiento y excelentes en su relación precio-valor. Pero por tener 8 núcleos (4 físicos y 4 lógicos) y la RX Vega 11, la Ryzen 5 2400G es mi favorito y mi elección. Esos 70 dólares extra lo valen y a la larga resulta una mejor inversión ya que el Ryzen 3 se queda corto y se ahoga con procesos pesados y varias tareas a la vez.
Así que si buscas armar una PC gamer de unos $500, pues no busques más, AMD tiene lo que necesitas.
P.D. Intel, no te duermas.
Lo positivo:
Lo negativo: