Por Daniel Ezeta
Publicado: 06 de diciembre del 2016
Warhammer 40000 cuenta con una comunidad muy grande y fiel a la franquicia desde 1987.
Warhammer 40000 es una franquicia de juegos de mesa de estrategia que inició hace casi 30 años con figuras armables, donde nos presentan un futuro en guerra entre diferentes facciones. Poco a poco la popularidad del juego hizo que se creen adaptaciones a novelas, juegos de rol, videojuegos y películas.
Warhammer 40000: Eternal Crusade es un shooter en tercera persona con multijugador masivo online (MMO) desarrollado por Behaviour Interactive y publicado por Bandai Namco.
En esta oportunidad vamos a revisar la versión para PC (Steam).
Quiero empezar este análisis partiendo del hecho que este es mi primer encuentro con la franquicia de Warhammer 40000, la cual conocía desde hace buen tiempo la existencia de las figuras armables, el juego de mesa y los videojuegos, nunca antes había jugado ni leído nada de la historia, así que consideré que esta sería una excelente oportunidad para entrar en este mundo.
Lamentablemente y para mi mala suerte, el juego se centra únicamente en el multijugador online, sin modo campaña ni nada que te explique la historia, personajes, ni nada. Simplemente entras directamente a un mapa para empezar a luchar.
Los modos de juego se limitan a la conquista de puntos de control, volviéndose muy repetitivo.
Al iniciar por primera vez Warhammer 40000: Eternal Crusade, te da la opción de elegir algunas de las 4 razas disponibles para tu personaje: Orkos, Eldar, Marines Espaciales y Marines del Caos. Cada raza cuenta con diferentes clases, lo que nos da la posibilidad de personalizarlo y subirle de nivel a medida que juguemos. Cada clase tendrá algunas variantes de diseño como color o equipamento de armas. Al momento de conectarte a una partida, te van a agrupar con los miembros de tu clan.
El único modo de juego que he visto disponible es el de captura de puntos de control (con algunas variantes). Generalmente son tres los puntos clave que puedes encontrar a lo largo de los diferentes mapas y además dos “bases” desde donde se iniciará la conquista. En este punto los jugadores van a reaparecer luego de morir, no importa en qué parte del mapa te encuentres. Sin embargo, si tu facción conquista alguno de los puntos de control, será desde ahí donde se dé la reaparición. Si hay más de un punto bajo control, te permitirá elegir en cuál de ellos quieres aparecer.
Durante el juego podrás seleccionar una pequeña variedad de armas, como rifles, pistolas, armas pesadas, granadas y sin duda, las más usadas que son las armas cuerpo a cuerpo como sables o hachas. Sumado a eso, se podrá manejar tanques, tanto individualmente como de forma colaborativa, donde un jugador se encargará de manejar el vehículo y el otro se encarga de las armas.
Warhammer 40000: Eternal Crusade sufre un claro desbalance en el poder de las razas y sus armas.
Debo admitir que desde un inicio tuve muchos problemas con los controles. Si bien se trata de un shooter tercera persona, el juego es poco intuitivo y cuenta con uno de esos tutoriales que te matan la emoción del juego. Personalmente creo que un videojuego te debe enseñar a medida que vas jugando y no debe caer en el terrible error de mandarte a un mega tutorial donde debas perder más de media hora en aprender a usar los controles y las diferentes opciones antes de jugar plenamente.
Esto se pudo solucionar de una manera muy fácil como mostrando breves consejos o tips en tus primeras horas de juego o durante las pantallas de carga, de lo contrario el jugador se encuentra en una clara desventaja frente a los más experimentados.
Warhammer 40000: Eternal Crusade se presenta como un MMO, el juego es muy limitado de contenido y más parece ser un Battle Arena, ya que un verdadero MMO te presenta diferentes opciones de juego, como ir en quest con tus amigos o explorar y encontrar ítems para mejora de tus armas o equipamiento. Acá solamente se trata de disparar y disparar o morir en el intento en mapas que si son grandes, pero no se comparan a los mundos gigantescos propios de los MMO.
Quizá y luego de morir muchas veces el jugador se de cuenta de la ilusión de las armas de largo alcance, ya que no importa con cuantas metralletas te equipes, va a ser casi inútil intentar matar a alguien de esa manera, ya que el juego se centra casi exclusivamente al combate cuerpo a cuerpo y esto se ve claramente ya que más del 80% de las muertes que ocurren en batalla son por ataques de esta manera. Cabe aclarar que esto no se menciona por ninguna parte y la única manera de aprenderlo es a la mala. Eso ocasiona que el juego te obligue a jugar necesariamente dando prioridad al cuerpo a cuerpo si no quieres morir a cada rato.
Existe un claro desbalance en el poder de las razas y sus armas. Si eliges jugar con los Marines Espaciales, están condenado a morir una y otra y otra vez, ya que mientras te encuentras vaciando tu cargador de rifle, además de ser muy imprecisos, casi parece que no le hacen ningún daño a tu enemigo a la distancia y sobre todo si se trata de un Eldar, ya que éste dará un par de saltos o usará su jetpack para acercarse lo más rápido posible y matarte de dos espadazos, lo que posiblemente genere muchos ragequit del juego.
El subir niveles a tu personaje va a ser muy complicado, ya que deberás jugar hasta que te duelan los dedos para apenas poder llegar al nivel 2. También tiene un sistema de mejoras muy básico.
Los escenarios se sitúan en el planeta Arkhona y son en general bastante grandes y llenos de detalles fieles al universo Warhammer 4K. El clima, es un factor que ayuda mucho a la atmósfera del juego, desde peleas bajo un sol intenso, hasta duros combates en medio de una gran lluvia nocturna.
Sin embargo, muchos de estos escenarios se desperdician ya que casi todo el combate se centra en los alrededores de los puntos de control y si hablamos que generalmente hay 3 de estos puntos por mapa y casi todo el combate es cuerpo a cuerpo, sería prácticamente un 70% del mapa desperdiciado.
Puede darse el caso que necesites moverte del Punto A hacia el Punto B y en el camino las posibilidades que te encuentres con un enemigo son muy pocas, pero de darse el caso, cada uno está tan concentrado en llegar antes al punto de control que simplemente seguirán de largo.
Los escenarios tiene muchos puntos pensados como lugares para cubrirse, pero éstos casi ni se usan, lo que es una verdadera pena.
En el apartado gráfico quizá no es el mejor para ser un juego del 2016. Algunas texturas están mal trabajadas, dando la impresión que los personajes son muy acartonados y planos, además sus movimientos al momento de correr pueden resultar ser poco fluidos, muy duros y lentos.
No existen elementos del escenario que se puedan destruir ni lugares clave donde se pueda llevar el combate fuera de los puntos de control y el espacio para el movimiento de los tanques a veces puede resultar muy pequeño.
Por otro lado, uno de los aspectos mejores logrados (sin ser sobresaliente) es la música, con melodías sinfónicas de guerra y que se vuelve más intensa a medida que el combate llega a sus puntos más fuertes. El uso de trompetas, percusiones y coros está muy bien trabajado para darle el sentido de guerra épica. Sin embargo, tampoco cuenta con temas memorables. Son meramente un acompañamiento de lo que ocurre en pantalla.
Uno de los puntos más criticados del juego es que cuenta con una gran cantidad de micropagos para armas o personalización del personaje. Eso no sería mayor problema si no fuera porque la única manera de conseguir estos elementos es con dinero real. El juego no te da ninguna opción o recompensa el jugar bien o subir de nivel para poder adquirir estas armas.
Además, hay que tener en cuenta que Warhammer 40000: Eternal Crusade se vende a “full price” es decir a $50 dolares (S/112 soles aproximadamente) en Steam, cuando en realidad por la cantidad de contenido que trae el juego y los graves errores de balance de personajes, no vale ni la mitad de su precio.
Unos de los puntos claves del éxito de la franquicia de Warhammer 40000 es su historia y el hecho de dejar completamente de lado este factor en Warhammer 40000: Eternal Crusade deja mucho que desear, sobre todo para los que no son muy conocedores de la saga. No sabes por qué pelean, no conoces los diferentes motivos de cada raza o las posibilidades que te ofrece este universo.
Destaco el diseño de los personajes, escenario y la ambientación detallada y fiel al universo Warhammer, pero es un pena que todo lo bueno termine siendo opacado por sus errores.
Por mucho tiempo se criticó a juegos como Star Wars: Battlefront por su falta de modo campaña o la poca variedad de mapas o modos de juego en su lanzamiento, jugar un par de horas Eternal Crusade te hará extrañar Battlefront, ya que si comparamos la cantidad de contenido que te ofrecen ambos juegos, Warhammer 40000: Eternal Crusade apenas tiene un 20% de lo que te ofrece el juego desarrollado por DICE (sin contar los DLC).
El mal balance de los personajes y armas, la jugabilidad poco intuitiva y el desorden que se puede generar por darle preferencia al combate cuerpo a cuerpo sobre los disparos a larga distancia convierten el juego muy frustrante. En los chats durante las partidas pude leer el descontento de mucha gente que incluso reclamaban por la devolución de su dinero.
Creo que si buscas un buen juego de la franquicia o simplemente un buen shooter multijugador online, hay muchas mejores opciones en el mercado y a mejor precio, lo que hace de Eternal Crusade un juego olvidable.
Warhammer 40000: Eternal Crusade se siente como un juego incompleto, donde se apresuraron con su lanzamiento para cumplir fechas pero se olvidaron de optimizarlo correctamente. Así que, lamentablemente, no es un juego que pueda recomendar ni siquiera a los más acérrimos seguidores de la saga.
Solo queda esperar a que se lancen parches o expansiones del contenido y que baje el precio. La otra opción es esperar a un próximo juego más completo y mejor desarrollado.
El presente análisis de Warhammer 40000: Eternal Crusade fue realizado con un código de descarga para PC brindado por Bandai Namco Latinoamérica.
Lo positivo:
Lo negativo: