Publicado: 15 de febrero del 2017
Probablemente muchos no conozcan esto, pero los juegos de Digimon no se lanzaron en América por ocho años. El desarrollador Bandai Namco dejo de lado a los mercados occidentales en el 2008, por razones que aún se desconocen. Para volver a llamar la atención de Bandai se requirió de una petición que tuvo más de 60000 firmas. El primer juego principal lanzado en América después de todos esos años fue Digimon Story: Cyber Sleuth, considerado no solo un buen juego de digimon, pero un buen juego en general.
El éxito financiero y comercial de Cyber Sleuth llevo a que Bandai Namco preste atención de nuevo a mercados americanos. Así que, en septiembre del 2016 fue anunciado que la versión de PlayStation 4 de Digimon World: Next Order (un juego lanzado en Japón y para PlayStation Vita) llegaría a occidente también.
Digimon World: Next Order es el segundo juego de Digimon lanzado en América desde el lanzamiento de Digimon World Championship.
Habiendo dicho eso, Next Order es radicalmente distinto a Cyber Sleuth. ¿Por qué? Porque en la línea de juegos de Digimon hay dos categorías principales, Digimon World (simulación y crianza de digimones) y Digimon Story (juegos de rol tradicionales). Así que, si alguien compra Next Order porque disfruto de Cyber Sleuth, quizá se encuentre con una agridulce sorpresa. No solo porque son juegos distintos, pero porque Next Order está cubierto de problemas que distraen de sus buenos elementos.
A través de analizar la historia, el gameplay, los gráficos, y la música, este análisis tiene el propósito de determinar si Digimon World: Next Order se puede recomendar al público. Visitemos el mundo digital.
La historia trata sobre un estudiante (el jugador elige su sexo y nombre) que es transportado misteriosamente al mundo digital. Tras un combate en el que derrota al digimon Machinedramon, el/la protagonista es llevado al pueblo destruido de Floatia. Tras una conversación con un digimon llamado Jijimon, el protagonista se propone salvar el mundo digital de la misteriosa invasión de los Machinedramon, para poder volver al mundo real. En el camino se encuentra con humanos que ayudan a descubrir el misterio de que está sucediendo y por qué.
Una de las debilidades más grandes de la historia es su ritmo, Next Order comienza con un par de horas de bastante historia e información sobre el mundo digital. Después del inicio la historia pasa a segundo plano y el juego se concentra en sus mecánicas. La línea que sigue la historia es común, con un antagonista que quiere destruirlo todo y un protagonista con amnesia.
El/la protagonista es mayormente silencioso, lo que utilizado bien (Bioshock o Metroid Prime) puede sumergir al jugador en la atmosfera, pero cuando el dialogo es constante como en Next Order, su presencia no funciona.
Sin embargo, el ritmo no es la única molestia, los personajes son similares a otros juegos y animes. ¿Alguna vez han escuchado de un personaje que se siente débil y busca ser fuerte de cualquier forma posible? ¿Qué tal alguien que esta atorado en un mundo distinto y extraña su hogar, lo que la lleva a agresividad? Ningún personaje logra ser memorable.
No todo es terrible, por supuesto. Los diseños de los villanos son competentes, y no cada momento es aburrido, pero los problemas son definitivamente notables.
Digimon World: Next Order divide su gameplay en dos lados fundamentales: El lado de exploración y el lado de ciudad. Sistemas que son bastante complejos y esconden cientos de horas de juego si el jugador está dispuesto a darlas.
La exploración consiste en que, como todos los digimones huyeron tras un ataque en la ciudad, es trabajo del jugador hacer que estos regresen. Esa siendo la única forma de que la ciudad vuelva a funcionar en su máximo potencial. Para hacer que las diferentes especies regresen, es necesario cumplir objetivos, pero estos suelen relacionarse a tres tareas: Derrotar un enemigo, encontrar un objeto, o encontrar a otro digimon. El reclutar más digimones es lo que mantiene la historia progresando, mecánica crucial que sufre de ser medianamente repetitiva.
Hay pocas opciones en los combates durante las primeras horas, así que por unas horas las batallas se sienten repetitivas.
Lo mejor que la exploración ofrece es su sistema de combate. El jugador cuenta con dos digimones como compañeros, y estos se enfrentan a los oponentes que se encuentren. Los digimones atacaran según lo que quieran hacer y el jugador los debe alentar para ganar puntos. Los puntos pueden ser utilizados para luego lanzar distintos ataques con los digimones.
El combate es poco convencional y realmente no hay muchos juegos con un sistema así. La velocidad de las batallas permite que los combates contra enemigos débiles sean más rápidos que un RPG tradicional. Además, es satisfactorio ver como las mejoras hechas a los digimones se demuestran durante los combates. Sin embargo, el sistema también es limitado y no cuenta con la cantidad de opciones complejas de un sistema tradicional. Así que el resultado final es un sistema que el jugador podría amar o podría odiar.
El mundo digital tiene problemas de diseño, hay muchos espacios que se deben recorrer una y otra vez, y hay lugares que sin advertencia esconden digimones realmente fuertes. La primera área que se puede explorar en el juego tiene dos caminos, y si el jugador va por el camino equivocado su equipo será aplastado por un digimon mucho más fuerte. Constantemente sucede que el jugador entra a un área desconocida y los digimones son titanes en cuanto a fuerza, a pesar de que la zona anterior era sencilla en comparación.
Los mundos que explorar son emocionantes y despierta interés el pensar que digimones se podrán encontrar, pero hay diversos problemas que hieren la experiencia. La velocidad del protagonista es un problema en los terrenos más extensos. El minimapa es problemático, porque no señala las puertas así que para poder verlas se debe sacar el mapa tradicional. Recolectar objetos no es complicado y la animación de recolección es bastante rápida. Sin embargo, cuando se necesitan ciertos recursos para mejorar la ciudad el juego no te dice donde los puedes encontrar.
La ciudad de Floatia es el centro de interacciones y construcción. Un pequeño pueblo que inicia casi abandonado se va transformando en una ciudad masiva. Uno de los elementos más satisfactorios en Next Order es ver a la ciudad crecer y mejorar progresivamente. Sería aún más satisfactorio si no fuera por el hecho de que al principio la ciudad se siente incompleta. Hay una gran cantidad de cosas que no se pueden hacer en la ciudad y esta se siente realmente limitada. Tarda más de una docena de horas empezar a sentir realmente un cambio en la ciudad.
Lugares como el dojo o el restaurante necesitan de mejoras para ser realmente útiles, pero nunca se sugiere eso.
Una vez que la ciudad se desarrolla hay una variedad de actividades, y hay tiendas que ayudan a hacerse fuerte. Lo incómodo de la administración de la ciudad es que no todas las mejoras para las ubicaciones son explicadas correctamente. Igualmente, hay ciertas habilidades que no deberían estar bloqueadas de esa forma, porque solo hacen el juego más largo artificialmente, al requerir una parte de tus recursos para poder desbloquearlos.
Entrenar y criar a los digimones es una característica crucial. Al iniciar el protagonista tiene que elegir dos digimones, la variedad inicial es amplia y incluye a varios favoritos. Estar a cargo de los digimones significa darles comida, asegurarse de no cansarlos, hacerlos dormir, y hasta llevarlos al baño. La idea de cuidar un digimon no es mala y ayuda a crear un vínculo con ellos. Sin embargo, varias de estas mecánicas se sienten repetitivas y tediosas tras un par de horas.
La mayor parte de las estadísticas se pueden entrenar en un solo lugar, lo que simplifica el proceso de entrenamiento.
Para que los digimones sigan evolucionando se tienen que cumplir condiciones, las cuales están relacionadas a los parámetros que se pueden subir entrenando en la ciudad. Cada digimon tiene un numero de posibles evoluciones, y este digivolucionará a aquella que cumpla primero con los parámetros mencionados. Los digimones más populares requieren de parámetros altos, así que será imposible sacarlos en principio. Tanto porque tardará horas llegar a esas estadísticas como por el hecho de que evolucionará en otro digimon antes de que puedas terminar de entrenarlo.
El momento más satisfactorio de todo el juego es conseguir un digimon después de múltiples intentos, y utilizarlo en combate.
El entrenamiento de los digimones tiene un funcionamiento cíclico. El jugador va al gimnasio a entrenarlos, evolucionan, se hacen fuertes, con esa fortaleza explorar y mejoran más la ciudad, se encuentran con un enemigo más fuerte, y poco después mueren. Luego el jugador elige su siguiente par y con las ligeras mejoras a la ciudad sus digimones serán más fuertes. Es un proceso repetitivo, ayudado gracias a que cada ciclo es un poco mejor y mas abierto que el anterior.
En general, la dinámica de entrenar es repetitiva y tiene bastantes puntos negativos, pero hay una cierta satisfacción en conseguir un digimon después de varios intentos, satisfacción no es común en otros juegos y que casi hace que los errores sean perdonables. Además de que el protagonista puede subir de nivel, y al hacerlo puede mejorar diversas habilidades únicas a él.
El soundtrack de Digimon World: Next Order es sorprendente en su nivel de calidad y en que tan bien acompaña a la estética creada por el mundo digital. Las canciones logran que el jugador se sumerja más en la situación que está pasando, desde la fantasiosa canción de las llanuras a la triunfante orquesta cuando se enfrenta a un enemigo de alto nivel. La música motiva al jugador a explorar y logra transmitir emoción, misterio y miedo de buena forma.
El estilo gráfico es aceptable, los modelos de los digimones se ven normales, pero los ataques especiales son animaciones recicladas. Los lugares se ven bien para ser originalmente un juego de PlayStation Vita, pero se nota la falta de detalles. Hay ocasiones en las que lugares se sentirán muy similares, pero no sucede lo suficiente para ser un gran problema.
La cantidad de posibilidades y opciones que oculta el juego pueden aturdir a cualquier jugador rápidamente.
Digimon World: Next Order es el mejor juego de Digimon World, y transforma un sistema criticado en uno generalmente decente. Una combinación de un sistema emocionante de evoluciones, combate medianamente divertido, y buena música, crea un juego de Digimon que no es perfecto en ningún sentido, pero es lo suficientemente distinto y emocionante para ser una experiencia divertida.
Los problemas abundan en la experiencia, y la cantidad de información será difícil de manejar para cualquier jugador nuevo, pero detrás de esas murallas de datos existe un juego con elementos construidos con cariño y cuidado.
Si disfrutaste de los juegos de Digimon World de PlayStation entonces Next Order será perfecto para ti. Si eres un fan de Digimon o simplemente te interesa probar un juego de esta franquicia, recomendaría comenzar con Cyber Sleuth. Digimon Story funciona mejor como juego, tiene historia mejor pensada y generalmente menos factores en su contra. Next Order es un juego con una identidad clara y un deseo de ser distinto al resto de juegos de rol, y se queda muy cerca de poder lograrlo con éxito.
El presente análisis de Digimon World: Next Order fue realizado con un código de descarga para PlayStation 4 brindado por Bandai Namco.
Lo positivo:
Lo negativo: