Publicado: 17 de octubre del 2016
Uno de los generos que ha creado mas fanáticada en masas en los últimos años es el “cratfing”, aquellos juegos que con diversas herramientas nos dan la libertad de crear innumerables mundos y niveles que anhelamos jugar alguna vez. Esto podría ser más que un género en si y verse como una gran extensión a los “mods”, modificaciones hechas con un programa base que dan a lugar resultados muy diferentes a la fuente usada, sin embargo son los detalles que han llevado a que el género sea tan popular y tan característico que muchos intentan sacar su propio título y no fallar en el intento, ahora es necesario saber jugar nuestras cartas si deseamos tener un producto competente o un olvidado mas.
La saga Dragonquest tiene muchos cambios y spin-offs, títulos no canon que explotaban diversos géneros como el musical (Theatrhythm) o el musou( Heroes), innumerables cambios en su clásica temática del RPG que han probado que su historial de experimentación en planos que sonaban absurdos de aplicar, resultarán ser entretenidos y divertidos de jugar, esto es la mejor prueba que cuando se anunció su versión “crafting” no fue la sorpresa de ultimo momento, mas se esperaría que es lo que aportaría, ya que lo sorprendente es que puede aporta a un genero totalmente explotado en numerosas facetas, que nuevas perspectivas nos quiere hacer pedir. Puede ser que este pidiendo demasiado pero esperan grandes cosas de una franquicia de peso mayor como lo es DragonQuest me es hasta lo mínimo curioso lo que pueden hacer, es entonces que llego a la discusión.
El mundo en tinieblas, la gente diezmada en la llanura lúgubre, llena de monstruos y la incapacidad de poder seguir adelante con sus vidas por carecer de la idea del concepto de “crear”, entonces el héroe emerge del punto menos pensado , es tan frágil como los demás pero posee el don de los dioses, la creatividad y con ello la salvación de Alefgard y la que hemos estado esperando. Su premisa podrá sonar muy básica pero es un intento de justificar las capacidades de nuestro personaje, no quiere explicar cada detalle, desea evitar mezclar recursos del videojuego con la narrativa, solo toma lo necesario y continúa la historia. DragonQuest Builders prefiere contar un relato muy básico para justificar varias situaciones, no se siente innecesario pero podría haberse inventado algo mejor.
El centro de todo esto es como se juega, que hacemos para salvar al inocente y derrotar al mal, bueno empezando con un tutorial, uno bastante largo. DragonQuest Builders quiere asegurarse de dejar todo en claro, de las miles de cosas que puedes hacer, cada una te las explicara de una a una, sin excepción. Es una ventaja ya que tendremos claro nuestros objetivos y capacidades por el sencillo dialogo que se maneja, pero puede llegar a ser frustrante tener que pasar por todo el proceso de aprendizaje. Supone que somos nuevos en el género y nos llevará de la mano hasta que el juego crea que ya lo hemos visto todo, digo esto porque este tutorial esta camuflado, es forma de “Quest”. Armar muebles, cerrar huecos o recolectar recursos son misiones principales que debemos hacer si progresar debemos, escapar y hacer nuestro libre albedrio es viable pero no duraremos mucho afuera, ya que tenemos refugio.
Al llegar una zona con una bandera crearemos un perímetro donde lugareños se refugiaran y te darán las mencionadas quest, he aquí el tutorial escondido. Repetirán los mismos pasos, probará nuestra paciencia y será un tema personal de seguir o dejarlo, por supuesto la hora del contraataque llega después de un buen par de horas. Después de aprender las miles de tareas sencillas por hacer, estas empiezan a ponerse más complejas, nos apartan de lo seguro y llega las pruebas duras, DragonQuest Builders se cocina a fuego lento al iniciar para empezar el festín. Todo este repaso de opciones nos acercan a descubrir que el juego tiene muchas tareas que hacer, lugares que explorar con enemigos enormes, la tarea de recolecciones de ramas pasa a cazar dragones, cocinar brochetas a luchar en la noche o de hacer una cama a defender nuestra base de esqueletos con espadas. Este punto resalta todo el potencial que tiene y lo saca a relucir en todo su esplendor, no tiene miedo ante nada mas si no estás solo.
Otro punto son los aldeanos, herramientas muy importantes en tu soporte vital, meros NPC con diálogos y quest para realizar a pasar a ser seres que complementan tu arsenal de defensa o tus suministros de comida. No dejan de ser recursos pero son administrables después de haber desarrollado tu base que ahora se ha vuelto en tu hogar.
Desgraciadamente en el combate carece de todo, principalmente de su forma de usar. El clásico pegar mientras estemos cerca es tu arte de pelea más avanzado, no esperes más cosas, se hubiera agradecido que se implementen mayores cambios pero el empleo lo hace como el tutorial, tan soso, estresante y repetitivo, al igual que el uso de la cámara que resulta incómodo en las primeras horas, dificultando las construcciones que podemos hacer. DragonQuest Builders carece de cualquier tipo de RPG que recordemos de antaño, es más un skin sencillo que una adaptación de los dos géneros, no lo hace peor pero se encasilla, pierde más de lo que cree y es penoso, ya que podría tener más elaboración y sería un competidor cara a cara con ese otro título. La música usa tonos familiares de la saga pero nada resaltables, acordes a su entorno no lo están, más si para ciertas zonas si y uno que otra para alguna situación.
DragonQuest Builders llega plantando nuevos matices y algunas herramientas conocidas en el género que ahora exige grandes títulos que sigan manteniéndolo en la cimas. Sencillo de usar y dominar, algo lento en su inicio pero cómodo a mas no poder, como lo podría ser el constructor más poderoso del mundo ha visto.
El presente análisis de Dragon Quest Builders fue realizado con un código de descarga para PlayStation 4 brindado por Square Enix.
Lo positivo:
Lo negativo: