Por Sebastian Zavala
Publicado: 20 de mayo del 2017
Sí, más Uwe Boll. ¿Qué nos queda? Mi misión principal con En Pantallas es cubrir todas las películas basadas en videojuegos que se hayan hecho, y lamentablemente Boll ha dirigido un gran número de estas. Felizmente ya anunció su retiro.
Ahora, con En Nombre del Rey, parecía que Boll estaba comenzando a mejorar un poquito. Aquella cinta no es ninguna obra maestra ni mucho menos —de hecho, está llena de actuaciones terribles y efectos especiales baratos—, pero no es insufrible. Tiene momentos ambiciosos, secuencias de acción satisfactoriamente coreografeadas, y un buen ritmo. Desafortunadamente, con Far Cry, Boll regresó con lo mismo de siempre. Basada en la franquicia de Ubisoft (en serio, ¿a quién en Ubisoft se le ocurrió otorgarle los derechos del juego a Boll?), la película es aburrimiento puro; tonta, desesperante, y con un aspecto barato y deprimente. O sea, lo que uno generalmente espera de Boll.
El protagonista de Far Cry es Jack Carver (Til Schweiger), un ex miembro de las fuerzas especiales alemanas que se ha convertido en… ¿marinero? ¿Dueño de un bote? El punto es que es contratado por Valerie Cardinal (Emmanuelle Vaugier, actriz de televisión prolífica), una periodista, para que la lleve a una isla cercana donde su tío Max (Ralf Moeller) trabaja en un proyecto ultra secreto. Cuando llegan, sin embargo, se enteran de que el científico loco de la isla, el Dr. Lucas Krieger (el gran Udo Kier) está creando súper soldados sin voluntad propia, lo cual resulta en la captura tanto de Valerie, como de Max. Como deben esperarse, la misión de Jack es encontrar a sus amigos, y evitar que Krieger suelte a estos soldados zombie en el mundo.
Uwe Boll no sabe dirigir secuencias de acción. Esto debería haber quedado claro con películas como Alone in the Dark (la cual no debería tener secuencias de acción, dicho sea de paso, pero bueno) o Bloodrayne. El problema principal de Far Cry es que debería ser una cinta de acción competente, pero genera tanta adrenalina y suspenso como una carrera de moscas. Cada tiroteo está filmado de la manera más aburrida posible, y cada enfrentamiento mano a mano parece haber sido coreografeado por un niño de diez años. (Publicidad: 7sultans online casino: Encuentra emocionantes juegos de casino en línea.).Far Cry el videojuego es intenso y emocionante; Far Cry la película es tan entretenida como ver crecer el pasto.
Por otro lado, tenemos al personaje de Emilio, interpretado por Chris Coppola. Coppola ha trabajado para Boll en películas como Postal y Bloodrayne Deliverance, aunque ha aparecido, también, en súper producciones como Beowulf o El Expreso Polar, en roles pequeños. No puedo juzgar en talento de Coppola por lo que hace en Far Cry (hay que ser justos); lo único que puedo manifestar es que interpreta a Emilio de la manera más insoportable e irritante posible, como un tipo inútil, desesperante y muy bullicioso. Se supone que es el personaje cómico de la historia, pero termina generando tantas risas como Jar Jar Binks en La Amenaza Fantasma. De hecho, es más desesperante.
El resto de actores hace lo que puede. Tio Scheweiger no es un mal actor (de hecho, ha aparecido en grandes filmes como Bastardos Sin Gloria, de Quentin Tarantino) e interpreta a Jack como un estereotípico héroe de acción. Lo que jamás entenderé, más bien, es por qué Boll decidió contratar a un actor alemán para interpretar a un personaje que, en los juegos, no tiene dicha nacionalidad. Emmanuelle Vaugier no tiene mucho qué hacer como Valerie, y Udo Kier interpreta al científico loco a la perfección. Al menos, parece estar divirtiéndose de lo lindo, a diferencia de uno.
Otro problema como la película, y que es inherente a su falta de presupuesto, está en el cambio de locación. El juego se desarrolla en las playas arenosas del Pacífico, un lugar hermoso y paradisiaco que contrasta perfectamente con los eventos violentos y exagerados que se llevan a cabo. Far Cry la película, por otra parte, fue filmada en… Canadá. En un montón de bahías nubladas y sin nada interesante a nivel visual. Si vas a tener un guión deficiente y escenas de acción sosas, al menos podrías tratar de situarlas en un lugar interesante, con color, en donde se puedan encuadrar planos vistosos. Lamentablemente, ese no es el caso.
La cinta es aburrida, también, porque Boll claramente no sabe qué ritmo darle. Al (tratar) de ser una historia llena de acción y tensión, debería tener un ritmo rápido, en el que la urgencia de la situación pueda sentirse de escena a escena. Far Cry, sin embargo, se mueve al ritmo de una tortuga, alargando escenas innecesarias, y acortando los momentos más potencialmente interesantes, posiblemente debido a limitaciones de presupuesto. No ayuda, tampoco, el que muchas escenas nocturnas estén pésimamente iluminadas —Far Cry contiene varios momentos en los que es casi imposible percatarse de lo que está ocurriendo en pantalla.
Previsiblemente, Far Cry es una decepcionante adaptación de la franquicia de juegos de Ubisoft, una película de “acción” poco ambiciosa y limitada, llena de diálogo estúpido, malos chistes, personajes desesperantes, y secuencias de violencia aburridas y repetitivas. No es la peor película que jamás haya hecho Boll (llegar al nivel de incompetencia de House of the Dead y Alone in the Dark es muy difícil), pero definitivamente se trata de un retroceso en la carrera de Boll, después de la casi aceptable En Nombre del Rey. Ojalá Ubisoft haga un mejor trabajo cuando el inevitable reboot se estrene en cines.