Publicado: 18 de julio del 2016
El combate en los juegos pertenecientes al género de los Hack n Slash tiene sus patrones, el combate es frenético y variado, está diseñado para no dar descanso. Atrapamos a un enemigo en una oleada de ataques hasta que no quede rastro físico de él. El tiempo no ha sido generoso a la hora de darnos un gran número de juegos de ese género como estrella pero solemos encontrar uno que otro que se pone en plan de experimentar nuevas experiencias.
Furi podría describirse como un videojuego de hack ‘n slash en su base más sencilla posible, tiene pocos movimientos, pocos enemigos y la acostumbrada arena libre de elementos, todos ellos generan diversos resultados que sin duda alguna traen un punto de equilibrio agradable pero exigente. Iniciando que se trata de solo combate contra jefes directamente, toda la acción se resume en momentos detallados y luego tendremos un momento de serenidad: Nuestro personaje encerrado en una inusual prisión es liberado por un extraño que le da una katana, el enfrenta al jefe del área, lo vence y avanza en un entorno donde no nos permite correr, solo caminar mientras la cámara fija se concentra en los alrededores que nos encontramos y mientras nuestro acompañante se encarga de ser el que nos cuenta el que y el cómo. Los muchachos de The Game Breakers parecen que usan el recurso de narrador para detallarme todo el contexto del juego, reforzados con esos ángulos que la cámara cambia cuando avanzamos entre zonas y lo que nos cuentan los jefes, no llega a encajar del todo y queda fácilmente olvidado, cediendo el paso ante el mejor componente del juego, el combate.
La sencillez de un ataque sumado con otros elementos de defensa y ofensiva pueden darnos una combinación demoledora o un sinfín de pasos repetitivos tediosos, Furi tiene un equilibrio extraño en cuanto a su combate, poniendo a prueba nuestra atención desde el primer momento y castigando severamente el error cometido en el mismo. La habilidad que puedas poseer para manipular la pistola y la espada con su ataque fuerte/débil serán mínimas sino tienes el control absoluto del parry y el dash, fijos para poder abrir brechas de ataque y infringir un daño considerable al oponente, si no tenemos cuidado seremos presa fácil, perdemos la ronda y toda la vida (o cuadros de vida) que le bajamos al jefe serán restablecidos.
Los combates son variados en cada uno, todos con su temática y su forma particular de afrontarlos, compartiendo una relación con el clímax de la pelea cuando Furi se vuelve un bullet hell y nos toca resistir/esquivar hasta dar el golpe de gracia en el momento que el juego nos lo indica. El diseño de los personajes conjunto con las fases de combate con los jefes recuerdan mucho a como si se tratara de una serie de acción en donde tenemos el control, son fluidos, intensos, los personajes reaccionan, cuentan y caen de una forma que deseamos volver luego, todo esto se ve también limitado por las repeticiones en dialogo y animaciones que arruinan un poco esa ilusión que se tiene en el momento, algo que la música también tropieza.
Usando variadas melodías, la música cumple pero tiene un ritmo lineal en los enfrentamientos y varia a veces sin notarlo, si se hubiera pulido ese pequeño apartado estaría entre grandes ejemplares que usan el sonido y la música como herramientas para darle significado al momento, no se queda en sea una melodía por debajo del juego.
Furi nos entrega una aventura que prueba muchos elementos, los ejecuta con eficiencia, simpleza y comodidad (un aprecio al control por determinado de la pistola), puede que el tema narrativo se vea básico pero esos los tratamientos que se usaron son ingeniosos, la música podría ser mejor pero es la suma de todos estos elementos que te entrega un resultado fresco, gratificante y con gran potencial.
Lo positivo:
Lo negativo: