Por Sebastian Zavala
Publicado: 28 de marzo del 2021
“It Takes Two” es una de las propuestas más brillantemente originales que haya podido probar en un buen tiempo. Se trata de un juego que solo se puede jugar en modo cooperativo de a dos, y con buena razón —es una experiencia que tanto a nivel narrativo como de gameplay, ha sido diseñada únicamente para dos personas en simultáneo, por lo que no tendría sentido el siquiera intentar jugarlo solo. Puede que esta sea una buena excusa para que muchos simplemente no se atrevan a probar “It Takes Two”, pero creanme que vale la pena. Lo que tenemos acá es uno de los juegos más inesperadamente atractivos que haya jugado en mi PlayStation 4; uno que, seguramente, se quedará grabado en mi mente por un buen tiempo.
La premisa del juego, de hecho, es algo que no me esperaba. Los protagonistas son May y Cody, dos padres que, con todo el dolor de su corazón, han tenido que decirle a su hija, Rose, que van a separarse. Es así que la niña se escapa de su cuarto, pide un deseo —quiere que sus padres se queden juntos, lógicamente—, y llora encima de los muñecos a mano que hizo en base a ellos. Y como se trata de un videojuego fantástico, lo que termina sucediendo es que May y Cody son transportados a dichos muñecos, y ahora tienen que regresar a casa para estar con su hija, y con suerte, regresar a sus cuerpos humanos. Es así, además, que ambos personajes aprenden, poco a poco, a reconciliarse y a arreglar su relación (lo cual no es necesariamente el mejor mensaje para dar en este juego —al menos no de esta manera—, pero ya llegaremos a eso).
Lo más increíble de “It Takes Two” es la creatividad que le han inyectado sus desarrolladores. Lo que tenemos acá es un título completamente enfocado en el trabajo en pareja, obligando a sus dos jugadores a trabajar en equipo y de manera cooperativa para seguir adelante. Claramente, se trata de una suerte de metáfora que ayuda a transmitir los temas principales de su historia de manera bastante clara —precisamente como May y Cody estaban a punto de separarse porque no funcionaban como, y también debido a las presiones de su día a día, lo que “It Takes Two” es obligarlos a conocerse como pareja, para eventualmente poder amistarse. Por un lado, es un mensaje positivo —una relación tiene que trabajarse para que funcione, y la comunicación —el poder trabajar juntos— es importantísima.
Pero por otro lado, tenemos al personaje del Dr. Hakim, alguien que actúa como una suerte de Libro del Amor para guiar a nuestros protagonistas a través de su travesía emocional. Considero que la trama hubiese estado perfectamente bien sin la presencia de este personaje, quien al menos a nivel narrativo, solo colabora diciéndoles que deberían amarse, porque… ¿el amor lo es todo? El hecho de que May y Cody se peleen bastante entre sí —al menos al inicio— ciertamente no ayuda, así como la falta de una historia de trasfondo para su romance. ¿Cómo se conocieron? ¿Cómo se enamoraron? ¿Por qué valdría la pena salvar su relación, dejando de lado la felicidad de su hija Rose? El hecho de que parte del mensaje del juego sea que “el amor es amor y deberían quedarse juntos para que Rose sea feliz” no me parece particularmente saludable, pero felizmente no es algo que llegue a opacar —del todo— a la experiencia en general.
Porque donde “It Takes Two” ciertamente brilla, es en el gameplay. A diferencia de otros títulos, que tratan de hacer demasiado y nada les sale particularmente bien, la manera en que “It Takes Two” mezcla diferentes estilos de gameplay y hasta tonos es de admirar —las mecánicas son todas muy fáciles de entender, y cada vez que uno pasa de área a área junto a su compañero, logra entender sin mayores dificultades qué es lo que tiene que hacer. Uno termina utilizando lápices gigantes, metiéndose en uno que otro minijuego competitivo, piloteando aeroplanos, enfrentándose a jefes increíblemente creativos —muchos de los cuales son personajes antropomórficos, en forma de objetos mundanos—, y mucho más. Curiosamente, debido al estilo súper creativo, al más puro estilo de “Querida, encogí a los niños” o “Ant-man” (pero con menos insectos), el juego se siente cohesivo y coherente, y no como una experiencia incongruente. Es algo muy difícil de hacer, pero que la gente de Hazelight Studios ha conseguido sin mayores problemas.
Adicionalmente, y como daba a entender líneas arriba, uno de los mayores placeres de “It Takes Two” está en el hecho de que incita a trabajar a los dos jugadores como un solo equipo. Hay muchísimas situaciones en donde uno tiene que hacer algo para que el otro pueda avanzar, o donde ambos tienen que utilizar habilidades muy específicas —cada personaje puede realizar acciones particulares, fuera de los saltos o doble saltos o dashes— para poder seguir adelante. El platforming es preciso, la resolución de puzzles es satisfactoria, y más importante, uno siempre está consciente de que no podría seguir jugando sin la ayuda del otro. “It Takes Two” es un juego que solo podría existir de esta forma, jugándose de modo cooperativo, y haciendo énfasis en la colaboración. Es fascinante.
A nivel técnico, “It Takes Two” no decepciona en lo absoluto. El mundo en el que se desenvuelven Cody y May es verdaderamente impresionante, mostrándonos diferentes lugares de la casa desde una nueva perspectiva, como en las películas anteriormente mencionadas, pero con mucho más color y elementos fantásticos inesperados. Todo tiene un look hecho a mano, poco industrial, lo cual le otorga una atmósfera muy específica a la aventura. A nivel sonoro, el juego es bastante cumplidor —tanto el diseño de sonido como la música contribuyen al contenido emocional Y narrativo del juego, sin llegar a destacar demasiado. Y felizmente no me encontré con glitches o con errores técnicos garrafales, por lo que mi experiencia con “It Takes Two” fluyó sin mayores problemas. Considerando que se trata de un juego exclusivamente cooperativo, me da gusto ver que ha sido optimizado para que corra sin fallas que terminen por arruinar el feeling del gameplay.
No hay mucho más que pueda decir sobre “It Takes Two”. Lo que tenemos acá es un título perfecto para introducir a alguien al mundo de los videojuegos —la historia debería ser suficiente para atraer a alguien con poca experiencia, pero también como para entretener a aquellos que hayan sido gamers por varios años. El estilo gráfico es increíblemente adorable, los personajes se sienten sorprendentemente realistas —gente con padres divorciados, como su servidor, encontrarán un montón de verdad en ellos—, y el gameplay es absurdamente variado, aprovechando al máximo todas las mecánicas y controles y poderes únicos que va introduciendo a lo largo de las 10 horas (aproximadamente) de juego. Si lo que buscan es una experiencia cooperativa sin igual, “It Takes Two” debería satisfacerlos sin ningún problema. Es un juego que no había considerado hasta hace unos días, y que terminó sorprendiéndome gratamente. ¡Denle una oportunidad!
Este análisis fue realizado con un código de descarga para PlayStation 4 brindado por Electronic Arts.
Lo positivo:
Lo negativo: