Por Daniel Ezeta
Publicado: 22 de enero del 2016
Un muro que separa la ciudad, dos razas que buscan destruirse y un soldado que puede evitar el exterminio. Conoce un poco más de Killzone Shadow Fall.
La llegada de la actual generación de consolas trajo consigo muchos proyectos enfocados mayormente en demostrar el potencial tecnológico, para así poder asegurar el triunfo en la llamada “Guerra de Consolas.”
Uno de los carros de batalla de Sony con su consola PlayStation 4 fué la desarrolladora Guerrilla Games, la cual tuvo un importante éxito con la saga Killzone. Después de todo, sus entregas para PlayStation 3 marcaron importantes cambios en el género de los FPS exprimiendo al máximo las capacidades de la consola e incluso, haciendo uso de las otras funciones como el Sixasis del Dual Shock 3 o del PlayStation Move. Por eso, era de esperar que Sony, acudiría nuevamente a Guerrila para desarrollar una nueva entrega de Killzone para el lanzamiento de su nueva consola, y con ello llegó Killzone: Shadow Fall.
Uno de los puntos fuertes de la saga Killzone ha sido su historia, siendo personalmente el punto de interés más grande para llevarme a comprar el juego. Por eso más allá del gameplay y gráficos (que fueron muy bien logrados en la anterior entrega), quería ver cómo iba a desarrollarse la historia luego de los sucesos de la última entrega.
Se sitúa aproximadamente 30 años después de Killzone 3, donde el planeta Helghan quedó prácticamente inhabitable por la explosión del arma de petrusita. El suceso es conocido posteriormente como el “terracidio” ya que murieron más de mil millones de habitantes.
Los Vektans y Helghast llegan a una tregua y se hace un tratado para refugiar a los sobrevivientes en el planeta Vekta, otorgándoles la mitad de la ciudad, la cual debe ser deshabitada inmediatamente. Luego se construye un muro para separar ambos lados y protegerse. Se podría decir que es una suerte de Muro de Berlín, donde el lado de Vekta está lleno de tecnología y funciona como ciudad desarrollada, mientras que en New Helghan existe mucha pobreza y hacinamiento de sus habitantes.
Naturalmente, las diferencias y el resentimiento entre ambos bandos no se termina, lo que llevará a una “guerra fría” entre las partes, quienes realizan diversas misiones de infiltración y espionaje al otro lado del muro. Al mismo tiempo, algunos civiles Helghast viven como refugiados en el lado de Vekta tratando de asimilar su cultura, lo que es visto como traición por otros habitantes.
En rasgos generales, la historia lleva un curso lógico de cómo se maneja el desastre y se otorga refugio a los sobrevivientes, sin embargo, me parece absurdo que no se haya disuelto el ejército Helghast, los cuales conservan incluso sus drones y robots de batalla, lo que nos lleva al inicio del juego donde nuestro personaje principal Lucas Kellan, quien todavía es un niño, debe escapar con su padre de casa para llegar al lado Vektan porque están asesinando a los que no evacuaron a tiempo. ¿Qué clase de tratado fue ese?, lo que me deja con la sensación que las tropas ISA no son muy buenas negociando en una guerra que ganaron. Lamentablemente, el padre de Lucas es asesinado delante de él, pero un soldado de la VSA (división de ISA) llamado Thomas Sinclair, lo rescata a tiempo. Luego podemos ver cómo el joven Lucas entra a la academia y se vuelve un soldado al servicio de la VSA, siendo muchos años después la mano derecha de Sinclair.
En general la historia tiene sus altos y bajos, pero a nivel de personajes tenemos a un nada carismático Lucas, con el cual es imposible identificarse en ningún momento y a un Sinclair, del cual solo conocemos de manera superficial su odio hacia los Helghast. En el camino conoceremos a una mestiza llamada Echo, con la que se desarrollará parte importante de la trama y conoceremos su historia un poco más a profundidad, hasta podría decirse que genera más empatía que el mismo Lucas. Por otro lado, no es necesario haber jugado las entregas anteriores, pero habrán algunos detalles y personajes que nos van a emocionar mucho más al verlos si es que tuviste la suerte de jugarlos.
Muchos elementos del gameplay han cambiado con respecto a la anterior entrega, por ejemplo la inclusión de un drone llamado “Búho” el cual tiene diversas funciones que serán controladas con el Pad del Dual Shock 4: atacar, defender, hackear y disparar un tiralínea para llegar a zonas alejadas, también podrá revivirnos aplicando shots de adrenalina en los momentos más duros del combate, pero sólo se podrá usar hasta dos packs, a menos que recojamos más a lo largo del camino. En cierta forma, me recuerda un poco al “espectro” de Destiny, pero con más funciones en batalla. Otra inclusión es que puede escanear alrededor y así poder ubicar a nuestros enemigos aunque se encuentren ocultos detrás de alguna pared o puerta, similar al escáner de Batman en la saga Arkham, pero con mucho menor rango de alcance.
Durante el camino podremos ir recogiendo unas páginas de cómics y cintas de audio (que al escucharlas, el sonido saldrá por los parlantes del mando) y nos ayudarán a conocer un poco más las historias que se dieron en los lugares que visitamos y en gran parte la miseria en la que vive la población civil Helghast.
Es interesante la variedad de escenarios que presenta el juego, como la ciudad de Vekta y New Helghan, donde podemos ver claramente las diferencias de ambos lados y como repercute en el estilo de vida de sus habitantes. Las misiones en el espacio se caracterizan por la etapas que debemos pelear sin gravedad. Finalmente, en Helghast veremos todo el planeta destruido a causa del arma de petrusita, con bloques de tierra flotando por todos lados, lo que me recordó mucho a la destrucción de Los Ángeles en la película 2012. Es una pena que a pesar de todo eso, no podemos interactuar con la mayor partes de los elementos en el escenario, sobre todo si queremos disparar algún foco o ventana. Las balas simplemente no generan ninguna reacción en los objetos.
En una misión en particular se respiraba un ambiente muy tenebroso, como si de pronto hubiéramos dejado de jugar Killzone para darle paso a Dead Space, lo que me pareció un giro interesante. Sin embargo, también debo decir que parte de la esencia de la saga era la guerra en su máxima expresión, una guerra encarnizada con destrucción y explosiones por todos lados, una guerra muy violenta, una guerra que no te daba tiempo de respirar. En este juego, al tratarse de misiones de infiltración o espionaje, más se siente como una “lucha contra el terrorismo” que un escenario de guerra entre dos razas, lo que es bastante lógico por lo que sucede en la trama, pero queda ese sinsabor de que algo hace falta.
En los movimientos del personaje, se adhiere una mecánica de asesinato sigiloso, el cual quizá no se le saca el suficiente provecho porque tarde o temprano te terminan descubriendo de todas maneras, lo que termina confundiendo porque no queda claro si el objetivo era hacer una misión de sigilo o una de acción. En algunas etapas, contaremos con el apoyo de Echo, quien nos provee asistencia como francotiradora desde puntos clave y nosotros nos encargaremos de marcar sus blancos para despejar el camino y continuar avanzando. En cuanto a los Helghast si nos descubren y se activa la alarma, van a seguir llegando refuerzos Helghast a menos que se desactive con la ayuda de nuestro Búho.
Demás está decir que Guerrilla Games le puso mucho esfuerzo en traernos unos gráficos de por sí impresionantes a Killzone Shadow Fall, con juegos de luces y sombras muy bien logrados, gran cantidad de detalles y escenarios bastante grandes, a diferencia de lo lineal que resultaba ser en sus entregas anteriores. En algunos momentos se podrá ver muchas partículas entre los disparos y explosiones y el efecto de Slowmotion al usar los packs de adrenalina dará una riqueza visual muy grande al juego.
La música nuevamente repite el plato con un excelente soundtrack, que sirve como un gran complemento en el gameplay, logrando cargar de tensión el ambiente al momento de la batalla y llenándonos de paz al terminar una etapa complicada del juego. Nuevamente quiero resaltar el tema en la misión en el espacio a lo “Dead Space”, ya que el uso de los ecos y sonidos metálicos nos hizo tener miedo de voltear en cada esquina y encontrarnos con algo horrible. Sin embargo, igual que en las anteriores entregas, no hay tracks que destaquen fuera de contexto y que funciona por su cuenta como composición. Todavía falta encontrar ese tema insignia de la saga, ese que al escuchar las primeras notas nos genere la emoción de volver a jugar el juego o de correr al piano e intentar interpretar el tema, quizá se deba al excesivo uso de sonidos metálicos y con sintetizador, algo que no está mal necesariamente porque funciona de maravilla durante el juego, pero un main theme más sinfónico podría arreglar eso.
Para iniciar la actual generación, Killzone Shadow Fall ha sido un buen catálogo de los gráficos que pueda dar la consola, con una historia interesante pero a la cual le faltó profundizar mucho en sus personajes principales y quizá también agregar unos cuantos extra, ya que la relación Lucas – Sinclair se sintió demasiado vacía. Por otro lado, tuvo una gran falta de momentos épicos, ya sean con cinemáticas o peleas finales. Solamente puedo recordar dos momentos interesantes que suceden en pocos minutos y en los cuales casi ni interactuamos con los controles, sobre todo después de lo visto en Killzone 2 o 3, los cuales nos ofrecieron muchísima más variedad de modos de juegos, vehículos, escenas de acción, persecuciones, disparados desde vehículos o torretas y similares. La sensación final que deja el juego es regular. sin picos de intensidad, demasiado parejo a lo largo de sus 9 a 10 horas de duración.
Su valor de rejugabilidad es muy poco, a menos que no cuentes con otros juegos en tu catálogo de PS4. Sobre el multijugador solo puedo decir que fue una decepción total, mucho desorden en los escenarios y se pierde totalmente el uso de Búho en este modo. Para finalizar, Killzone Shadow Fall se puede considerar un eslabón entre Killzone 3 y un futuro juego que rescate el espíritu de guerra y acción épica que se ha perdido en esta entrega.
Si quieres revisar las otras reseñas de Killzone, entra en los enlaces:
– Mira aquí la reseña de Killzone 1
Lo positivo:
Lo negativo: