Por CharlieChimp
Publicado: 25 de diciembre del 2018
Spider-Man: Into the Spider-Verse es la mejor película – o hasta producto audiovisual- del trepamuros jamás hecho hasta ahora. Punto. No tengo dudas en afirmarlo. Esta película es única, es fresca, innovadora y, sobretodo, es una oda, un tributo o una dedicatoria a Spider-Man y todo lo que implica este personaje, fuera y dentro de una viñeta del cómic, a todos aquellos valores y conceptos que Stan Lee y Steve Ditko le impregnaron a este personaje haciendo que traspasara las hojas del cómic y se alojaran en la cultura popular.
Este artículo es, en esencia, un review o análisis de la película. Pero sirve también para explicar porqué creo que esta es la mejor película del arácnido, porqué es que funciona tan bien y porqué es que, a mi parecer, este es el camino a tomar para hacer películas de superhéroes, si bien no una copia exacta, pero los parámetros a tomar para hacerlo.
Antes de empezar, esta película está obviamente hecha para los fanáticos a morir, como dije es también un tributo a ellos ya que está lleno de referencias, «easter eggs» y pequeños guiños hacia todo el universo de Spider-Man. Además, en general la película se disfrutará al máximo si es que estás al tanto de los cómics, de la situación actual de Peter Parker en su universo original como en el Ultimate, al igual que las variantes de Spider-Man. Sin embargo, esto no quiere decir que si no se nada de Spider-Man o solo hayas visto las películas no lo vaya a entender o disfrutar, para nada, está hecho de tal manera que es una muy buena introducción al universo de Spider-Man y una excelente presentación de Miles Morales.
La mejor película de Spider-Man… ¿Producida por Sony? ¿Cómo? Si hace poco le estaban dando la licencia temporal a Disney para que el arácnido sea parte del MCU. Pues sí, irónicamente Sony lo ha producido y eso que hasta no hace mucho parecía no saber que rumbo tomar con Spider-Man.
Luego de un incómodo «Spider-Man 3», un intento de crear su propio universo con el reboot de «Amazing Spider-Man» cancelado antes de su tercera parte, y un «Venom» que más que miedo daba risa, Sony parece haber dirigido su mirada a otro lado, ya no hacia lo fácil o lo comercial, sino al corazón mismo de Spider-Man.
Para esto, toda la película -y casi toda la vida de Spider-Man- se podría resumir que se rige bajo este concepto: «Cualquiera puede estar detrás de la máscara». No parece gran cosa, pero es un concepto poderosísimo que ya lo decía Stan Lee y por eso se le hace tributo a esta máxima a lo largo de toda la película y también lo vimos en Síder-Man 2, solo recuerden la escena del tren.
Por otro lado, otro acierto es enfocarse ya no en Peter Parker que ya está sobreexplotado, referencia de eso se hace en la película, sino en Miles Morales, un personaje fresco, nuevo, con otra historia que contar y mucho por aprender.
La historia de Into the Spider-Verse va así: Peter Parker, el «unico e inigulable» Spider-Man falla en detener a Kingpin quien abrió un portal que causó que varias dimensiones converjan en la suya, ahora, junto a los otros «Spider-Man» deben devolver todo a la normalidad antes de que las realidades colisiones y creen un agujero negro. Contar más sería recaer en spoilers.
Bastante sencillo ¿Verdad? Pues no. Esta es una de las cosas que más me gustó de esta película, su historia es sencilla en base pero compleja en subtrama. Si bien sigue la misma estructura clásica de villano malvado que hace algo loco y del héroe que tiene que solucionarlo, su historia está llena de matices que van desde los motivos de los villanos para poner en riesgo al mundo, hasta los motivos del héroe para salvarlo. Nuevamente, cualquiera puede estar detrás de la máscara, Spider-Man puede ser cualquiera, pero no cualquiera puede ser Spider-Man, así es, al mismo estilo de Ratatouille.
Y este compromiso y responsabilidad que debe tomar Miles Morales es el foco de la película, de todo lo que implica, los sacrificios a los cuales parece siempre parece estar atado el ser Spider-Man, no importa cual dimensión sea, es como una suerte de variables y constantes. Ver esta película es revivir básicamente la misma estructura de la historia de como Spider-Man obtiene sus poderes y acepta ser un héroe y eso de todo poder conlleva a …*sshhh, ni lo digas*… Pero es fresco, no cae en los clichés y si lo hace, es consciente de ello y le da un giro, una nueva forma de ver al ser humano vulnerable que debe cargar con una doble vida, especialmente Miles que es aún un adolescente y busca su propia identidad, no solo como persona, también como Spider-Man, una experiencia que Peter le enseña a Miles, como sí Peter le cediese la posta a Miles.
Pero no todo es emotivo en esta película, si por algo se caracteriza Peter Parker y su alter ego es por su humor rápido, fuera de lugar e ingenioso. Ahora imagínense tener a 6 de estos en la misma escena y ya sabrán por dónde va gran parte de esta película.
Antes de ver esta película tenía la preocupación de cómo harían para tener 6 personajes en escena, cómo los presentarían o cómo interactuarían entre ellos siendo tan diferentes -uno es un cerdo araña, ya saben a que me refiero-. Pues lo manejaron de la mejor manera: la manera honesta en la que te muestran los personajes tal como son.
Esta película conoce su género y su origen, sabe que proviene de los cómics cuya estructura es rápida y solo te muestra lo esencial en cada viñeta, por lo que son conscientes que en esta película cada frame cuenta. Y así es como se presentan a todos lo personajes -y generalmente toda la película- con un lenguaje propio del cómic traducido en un montaje rápido de imágenes cargadas de elementos y colores que brindan mucha información relevante, y si eres muy detallista y sabes del amistoso vecino podrás obtener mucho más de ellos.
Fue grato ver que cada personaje mantiene su esencia, su propio estilo gráfico y su propia forma de expresarse. Es ver 6 dimensiones convivir de manera armónica y bombástica a la vez logrado de manera magistral no solo por la historia y la animación, sino también al diálogo. Las situaciones creadas hacen que el diálogo entre los personajes sea fluido y excelente, convierten escenas serias y solemnes en graciosas para luego dejar un respiro y continuar con la trama.
No veo otra forma de describir este estilo de animación. Es asombroso, sorprendente, sensacional y todos los adjetivos que se le han dado a Spider-Man. Haciendo una analogía algo arriesgada, es como si los directores creativos hubiesen sintetizado lo mejor de los mejores animadores del mundo. Es como si tuviesen el tacto de los de Ghibli por los detalles, el expresionismo de Makoto Shinkai, le dieron un toque de cultura Pop y lo llevaron al 3D, esto por cada frame.
Se podría pensar que al enfocarse en lo visual se puede perder el hilo de la historia o olvidarse de esta, pero lo cierto es que lo visual refuerza lo que la trama quiere expresar, no está desligado ni es un recurso gratuito, si la historia lo amerita habrá un recurso visual o sonoro que lo apoye.
Creo también que este estilo artístico corona lo que he dicho de la película, que es un tributo a toda la historia de Spider-Man, pues aquellos que crecieron disfrutando las aventuras de este querido superhéroe encontraran un escenario muy familiar pero fresco a la vez. Es como si las viñetas del cómic cobraran vida, tal como lo imaginabas al leerlo.
Sin embargo, tengo que acotar algunas cosas, si bien esta película es perfecta al ojo de muchos, tiene un par de cosas, que si bien mínimas, son necesarias mencionarlas siendo este un análisis. Primero es que la película se toma ciertas licencias en cuanto a la historia para ser que esta avance en ciertas situaciones que parece no tener salida o para apresurar el paso. Elementos como la araña que pica a Miles o como este descubre sus poderes son algunas cosas que me parecieron implementadas de manera poco sutil. Por otro lado a mitad del largometraje y al final la historia baja las revoluciones para darle paso más al disfrute audiovisual.
Hace mucho tiempo no me quedaba pegado a la butaca de un cine como lo hice con Spider-Man: Into the Spider-Verse, aferrado por lo emocionado y asombrado que estaba por cada minuto de esta película. Ver ese amor que se merece un superhéroe tan icónico y sobre todo por sus creadores, ver ese cameo de Stan Lee, ver como Spider-Man es más fuerte que sus problemas, ver todos esos valores que significa vestir el traje rojo y azul. Tal vez cuando uno crece se va volviendo más cínico y le pierde la fe en los superhéroes, pero esta película te muestra lo contrario a través de las historias de sus personajes, que hacer el bien requiere sacrificios pero sobretodo nunca dejar de creer en el bien.
Spider-Man: Into the Spider-Verse es la mejor película de Spider-Man más que por todo el apartado técnico visual o de narrativa porque muestra aprecio por su personaje, por los pasados y los nuevos que vendrán. Es una excelente carta de presentación de Miles Morales para toda una nueva generación, asegurándose así que esta también pueda vivir lo que nosotros o niños más viejos vivieron en su momento leyendo las historias Stan Lee y Steve Ditko, haciendo que a pesar de que ellos ya no estén con nosotros pero que su legado continúe.
¡EXCELSIOR!
Este análisis se pudo hacer gracias a la función de prensa organizada por Andes Films.