Por Sebastian Zavala
Publicado: 07 de octubre del 2017
Sí, hubo una película para cines de Ratchet y Clank. ¿No recuerdan? Se estrenó el año pasado, incluso en nuestro país. No, no la vi en aquella época, pero la tuve que conseguir para poder escribir esta crítica… y por fin entiendo por qué fue tan mal recibida por la crítica, y por qué no hizo ruido alguno en la taquilla. Ratchet y Clank (la película) es una aventura previsible y sosa, mientras que Ratchet y Clank (el juego) es una saga que se ve beneficiada por el encanto innato de sus personajes pero, más importante, por la interactividad. El hecho de que no podamos controlar a los personajes del filme le resta mucha diversión.
Ojo, no es que esté pidiendo que Sony invente una nueva forma de ver películas, en las que incluyan controles de PlayStation en las salas de cine. Pero si tu fuente de inspiración depende tanto de la interactividad directa con sus personajes, más te vale incluir una buena historia, grandes efectos visuales —o en el caso de Ratchet y Clank, animación de primera— o mucho humor para poder compensar cualquier deficiencia. Pero ese no es el caso de Ratchet y Clank. De hecho, estoy seguro que le hubiera ido mejor a la película si es que la estrenaban directo a Blu-ray o Netflix, evitándose el costo de distribución en cines.
Nuevamente, no es que esté pidiendo nada especial. Ratchet y Clank no tendría que llegar al nivel de una película de Pixar, por ejemplo, para funcionar. Pero considerando que hasta Dreamworks Animation, una empresa frustrantemente inconsistente, puede estrenar filmes de la talla de Como entrenar a tu dragón, esperar algo ligeramente ambicioso de una cinta como Ratchet y Clank debería ser razonable. Desgraciadamente, Ratchet y Clank se contenta con presentar una historia simplista, carente de personajes interesantes y por momentos hasta aburrida. Solo los fanáticos más acérrimos de los juegos podrían encontrar algo realmente de valor en esta película.
Ratchet y Clank se desarrolla en una galaxia muy muy lejana (pero en el futuro, no en el pasado). Dicha galaxia es resguardada por los Galactic Rangers, entre los que se encuentran el Capitán Qwark (voz de Jim Ward), Cora (Bella Thorne), Brax (Dean Redman), y Elaris (Rosario Dawson). Cuando comienzan a buscar un nuevo miembro para el grupo, nuestros dos protagonistas, el Lombat mecánico Ratchet (James Arnold Taylor) y el mini robot Clank (David Kaye) deciden aplicar. Aunque son rechazados inicialmente, Ratchet eventualmente llega a ser aceptado junto a su compañero. Desgraciadamente, su presencia no le agrada al Capitán, por lo que une fuerzas con el siniestro Drek (Paul Giamatti), el monstruoso Victor Von Ion (Sylvester Stallone), y el demente Doctor Nefarious (Armin Shimerman) para destruir y reconstruir la galaxia a su manera. Previsiblemente, nuestros héroes tendrán que detenerlos.
Visualmente, Ratchet y Clank no tiene nada del otro mundo. Sí, el diseño de los personajes y de los mundos es tal cual los juegos que sirven de inspiración para la película, pero la calidad de las imágenes no ha sido mejorara en lo absoluto para que esté al nivel de lo que un esperaría de una película para cines. El filme tiene el look de un cutscene de videojuego; las gráficas son muy limpias y las animaciones fluyen bien, pero no hay nada particularmente espectacular. Los fondos carecen de detalle, y las texturas son básicas.
Las secuencias de acción son vistosas, pero no logran transmitir tensión porque más parecen como algo sacado de una caricatura, que de un largometraje millonario. De hecho, es durante estas secuencias que uno comienza a extrañar la interactividad con el juego. Se nota que los creadores de la saga original de Ratchet y Clank estuvieron involucrados con la película; muchas de estas escenas se sienten más como momentos potencialmente interactivos que como secuencias que avanzan la trama, desarrollan los personajes, o causan tensión. Todo es muy colorido y enérgico, sí, pero no particularmente emocionante.
Las actuaciones de voz son buenas, hay que admitirlo. El reparto es una mezcla entre actores de voz profesionales, tanto sacados de los juegos como de otras producciones, y estrellas de Hollywood como Sylvester Stallone y Rosario Dawson. Esto ayuda a que uno vea a los personajes y no los actores, y se los crea desde el primer momento en que aparecen en pantalla. Se nota que los creadores de la película estaban más interesados en contratar las voces apropiadas para cada personaje, que en nombres reconocibles para poner en los afiches. Incluso el gran Sly hace un buen trabajo y se convierte en su personaje, a pesar de tener una de las voces más famosas del medio.
Ratchet y Clank es una cinta animada sosamente mediocre. No hay nada particularmente ofensivo en la película, pero tampoco logra resaltar ni a nivel narrativo, ni visual. Hay algunos elementos de parodia con potencial, pero no están suficientemente desarrollados como para entretener a los adultos del público; me hicieron soltar un par de risitas, pero nada más. La historia es genérica, las gráficas no tienen mucho encanto, y las secuencias de acción no emocionan. Ratchet y Clank debió estar mejor desarrollada para poder diferenciarse de los videojuegos y funcionar como un largometraje de ficción —desgraciadamente, en este caso, les recomiendo que se queden con sus controles en mano, a menos que sean fanáticos acérrimos de la franquicia.