Por CharlieChimp
Publicado: 31 de julio del 2021
En lo personal, el “mouse” o ratón es de esos accesorios cuyo diseño entre menos notorio es mejor. Si es un ratón diseñado alocadamente con sus miles de botones o ergonomía exagerada difícilmente me atraerá, pues creo a veces no se necesita reinventar la rueda… ¿O tal vez sí?… Por eso me sorprendí al ver el Asus ROG Chakram Core.
Este es un ratón que a simple vista luce normal como cualquier otro, pero que por dentro tiene un diseño muy interesante y por fuera incluye ¡UN JOYSTICK! Entonces… tal vez… ¿No es cambiar la rueda sino los componentes que la conforman y como se interactúa con ella? Eh, no sé, mejor veamos de lo que va este ratón.
Para empezar este ratón es la versión “Core” del ROG Chakram ¿Qué significa eso? Pues Asus suele lanzar un ratón y su versión Core, la cual tiene algunas características menos que su versión original y por ende con un menor precio, pero manteniendo la esencia del original. En el caso del ROG Chakram Core, este cuesta $100, unos $60 menos que el ROG Chakram que es Wireless. De ahí son prácticamente lo mismo.
Ahora veamos qué es lo que viene en el empaque del ROG Chakram Core. Aparte del ratón -obvio, pues- encontramos lo siguiente:
Algo que no encontramos en esta versión Core son tapas personalizables para el logotipo donde va la palma de la mano ni interruptores Omron de repuesto.
Y bueno, este es el ROG Chakram Core, un ratón bastante limpio y sobrio en su diseño y materiales usados. Quiero decir, yo uso un Logitech G502 y verás que este tiene un diseño más “gamer”, más fractal y osado, con líneas y curvas pronunciadas, con hendiduras y relieves. Pero el ROG Chakram es más elegante por fuera manteniendo lo “gamer” por dentro.
Hablando de Gamer, veamos las especificaciones técnicas del ROG Chakram Core:
Tamaño | 132.7 mm x 76.6 mm x 42.8 mm |
Peso | 97 gramos + pesa de 13.6 gramos |
Sensor | Sensor óptico PixArt PAW3335 de 100-16 000 DPI |
Conexión | Por cable trenzado de 1.8 metros, USB 2.0 |
Velocidad y aceleración máxima | 400 IPS / 40 g |
Número de botones | 9 (5 + 4 con joystick en modo digital), rueda |
Interruptores | Omron (D2FC-F-K) 50M, intercambiable |
Polling Rate | 1000 Hz |
Material | Plástico translúcido color negro |
Agarre | Tipo palma y punta de los dedos. Solo para diestros. |
Software | Armoury Crate |
RGB | Dos zonas personalizables |
Sobre el joystick hay un par de cosillas que decir. Este tiene 3 modos de funcionamiento
Para diferenciar cada modo, la animación de la iluminación cambiará.
Si tuviera que resumir en una sola palara el diseño del ROG Chakram Core sería “suave”. Además del joystick, este ratón se caracteriza por tener una estética prolija sin muchos elementos que irrumpan su pulcra curvatura, por ser modular y fácilmente desmontable ya que tiene un diseño “libre de tornillos”.
El cuerpo está hecho de plástico negro translúcido que en algunos ángulos deja ver su mecanismo interior y deja ver el logo de ROG iluminado con cierta difuminación. El material es suave al tacto y ofrece un buen agarre, aunque a primera vista luzca algo deslizable.
Luego tenemos el cable de 1.8 metros trenzado. Este es “algo tiezo” y mantiene su forma si lo has doblado mucho. Me gustaría que fuese más flexible ya que a veces cuando jalaba el cable no fluía del todo o se atascaba por ahí.
La rueda de desplazamiento está recubierta también de plástico duro y tiene hendiduras para el agarre. En total cuenta con 24 pasos o paradas. Además de eso, en la rueda también se encuentra la segunda implementación del RGB y esta no cuenta con desplazamiento hacia los lados o “tilt” ni con una opción de giro continuo.
En cuanto a ergonomía, el ROG Chakram Core está pensado para usarlo con un tipo de agarre de palma o con la punta de los dedos y para manos medianas a grandes. Esto se nota primero por las medidas, y segundo, porque la parte de la curvatura -donde descansa la palma- es algo prominente. Por esto me tomó algo de tiempo acostumbrarme ya que mi ratón es más plano, pero luego de un tiempo lo encontré cómodo, sobre todo para descansar toda la palma de mi mano que es mi tipo de agarre favorito.
En los laterales no tenemos el típico plástico gomoso, sino que se ha optado por un plástico duro serigrafiado, es decir que tiene hendiduras para mejorar el agarre. Al principio también me costó acostumbrarme, pero luego le agarre el gusto, especialmente si es verano o te suda un poco la mano ya que el plástico gomoso suele volverse pegajoso. Eso sí, solo para diestros.
En este lado también vemos dos botones que generalmente están configurados como navegación hacia adelante y atrás y el tan preciado joystick del que ya hablaré en un momento.
En la parte inferior nos encontramos con tres almohadillas duras para el deslizamiento, el sensor óptico y… ¿El botón de DPI? Un lugar raro y algo incómodo para ubicarlo, pero supongo es en pro de mantener el diseño pulcro de la parte superior.
Ahora sí, pasemos a ver la característica principal del ROG Chakram Core: el joystick.
Ahhh… el joystick, sí el joystick… ese joystick… ¿Qué puedo decir del joystick? Muchas cosas te puedo decir. Desde que es innovador -a pesar de que dudo que sea el primer ratón con uno- y útil hasta que es una total banalidad. De lo que sí estoy seguro es que esta característica hará que elijas o no al ROG Chakram Core.
Primero, la sensación de uso. Este me hizo recordar a los joysticks de la PS Vita -si tienes una la mano, ya te puedes dar una idea- en cuanto a textura y respuesta. Tienes dos opciones de joystick, uno corto y otro largo. Creo yo que con el corto basta ya que el largo me pareció algo entrometido.
Recomendaría que lo tengas en la mano y pruebes antes de comprarlo, pero como tal vez no puedas, aquí va mi experiencia resumida: es una característica estupenda y esencial… si es que logras acostumbrarte a ella. El tema es que tener un joystick ahí, en ese lugar es casi, casi sui generis, una total novedad para muchos.
A mí me costó muchísimo acostumbrarme al joystick, es más al principio usaba el tapón que viene incluido para bloquearlo y luego me forcé a usarlo. Y una vez que me di el trabajo de entrenar la memoria muscular de mi mano, de memorizar que cosa activa cada movimiento y hacer toda la configuración del software, pues le empecé a agarrar un poco el gusto. Es muy útil, pero requiere que pongas de tu parte.
Por otro lado, su utilidad en gaming es otro tema, ya que vas a tener que acostumbrarte a usarlo en el furor de la batalla, pero una vez que lo hagas es, literalmente, tener 4 botones a merced de un desliz. Eso sí no recomiendo usarlo como análogo direccional para jugar, no resulta cómodo.
Ok, ese concepto de un diseño “libre pernos” del ROG Chakram Core no se refiere a todo el cuerpo, sino que remover la tapa para acceder al cuerpo para ponerle la pesa o hacerle mantenimiento es muy sencillo ya que las partes están acopladas con imanes.
Aquí podemos observar los interruptores Omron 50M (D2FC-F-K) que soportan hasta 50 millones de clicks. Estos son intercambiables y son muy baratos y fáciles de conseguirlos en internet por si necesitas un repuesto o buscar otro compatible. Los que vienen con el ratón ofrecen un sonido de “click” notorio y no tan silencioso.
Si quieres saber más de estos interruptores, sus variantes o la diferencia entre el modelo japonés y chino, te dejo este artículo.
En el centro del ratón es donde va colocada la pesa. Es fácil colocarlo y retirarlo. De por sí el ROG Chakram Core es más liviano que mi ratón de uso diario, pero eso me agradó y no requerí de colocarle la pesa.
El logo de ROG es retro iluminado con LEDs RGB. En el ROG Chakram se podía cambiar.
Y estos son los botones por así decirlo. Una vez más, es muy fácil de retirarlos ya que son adjuntados con imanes. Si ven bien estos botones tienen un mecanismo de resortes, pues según Asus este es un mecanismo de “botón pivotado” que ofrece una mejor respuesta y reduce al mínimo el espacio entre el botón y el interruptor permitiendo una acción más rápida.
El ROG Chakram Core se desempeña de maravillas. Ligero, preciso y de respuesta rápida. Es cómodo de usar por largos periodos de tiempo por su ergonomía y materiales usados: mi pulgar y palma descansaban cómodamente sin que los materiales se sintieran pegajosos.
En cuanto al movimiento, es recomendable usarlo con un mousepad. Cuando lo probé directamente en mi mesa de madera, como las almohadillas son duras, ofrece algo de resistencia.
Con respecto al joystick, técnicamente este responde muy bien. Es preciso y vuelve a su lugar original rápidamente, pero ahí de cada uno que se acostumbre a usarlo.
El software para controlar la configuración de botones y personalización de la iluminación RGB, es el Asus Armoury Crate, el software de Asus unificado que alberga todo lo necesario para todos sus productos.
El software es muy amigable y sencillo de usar. Primero tenemos las pestañas para personalizar el comando de los botones. Todos se pueden cambiar excepto el botón izquierdo.
En la segunda pestaña nos ponemos técnicos y podremos modificar la tasa de sondeo, la respuesta del botón, latencia, DPIs, etc.
Y en la tercera pestaña tenemos el panel de control de la iluminación RGB. Aquí tenemos efectos predeterminados y podemos controlar la intensidad de la luz. Además, podemos crear efectos avanzados con el AURA Creator de Asus.
Y bueno, así se ve la iluminación RGB del ROG Chakram Core.
El ROG Chakram Core es un ratón nada parecido a lo que estamos acostumbrados. Eso para bien y para mal. Depende de por donde se lo vea, si del lado de que el cambio es para mejor y de la osadía de Asus por probar algo distinto, o si se le ve del lado de la filosofía “si no está roto no lo cambies”.
Por el lado del cambio me gusta el diseño estético y funcional que Asus ha hecho con el ROG Chakram Core. Primero, en cuanto a estética, me agrada eso de alejarse del concepto “gamer” tan trillado hoy en día- pero manteniendo su cuota RGB, claro-. Y segundo, decir que su construcción y mecanismos me resultaron interesantes sería subestimarlo. Me parece genial su diseño “sin tornillos” y modular, lo que hace que sea muy fácil modificar y hasta darle mantenimiento al ratón. Y eso del mecanismo de los botones pivotados que usan resortes para minimizar la distancia entre la tecla y el interruptor… *beso del chef*.
Por otro lado, el joystick no me termina de convencer. Es que es muy nicho, muy forzado aún y me resulta un “gimmick” o artilugio que no a todos les gustará, no les resultará cómodo o no sabrán sacarle provecho. Y el problema que veo aquí es que al colocar ese joystick le estás obligando al usuario a que aprenda una nueva forma de usar el ratón. Es cierto que con el joystick tienes como “4 botones”, pero hay que reentrenar la mano para que deslice el botón y no lo presione.
En ese sentido, el ROG Chakram Core me hizo recordar a un ratón de Microsoft que tuve. Este en el lado del pulgar en vez de un botón normal, tenía un botón “táctil”. Si deslizabas hacia arriba o hacia abajo ejecutaba ciertos comandos personalizables, además de poder presionarlo. A mí me encantaba ese ratón, era súper útil y me acostumbré a él. Pero ¿Ven esa función en otros ratones? No, verdad, es que era muy nicho, de nuevo, un artilugio, algo que Microsoft quiso probar y no terminó pegando.
Al final, creo que para algunos la idea de usar el joystick podrá evitar que usen este excelente ratón, pero si te acostumbras y aprendes a sacarle provecho, tendrás en tus manos un ratón fino, elegante y funcionalmente estupendo.
Lo positivo:
Lo negativo: