Publicado: 27 de agosto del 2022
Con Marvel dominando el género de películas de superhéroes e inspirando a una nueva generación de cineastas, era más que lógico que vieramos propuestas que, aunque modestas, pudieran traer algo nuevo a la mesa. Samaritan, producida por Sylvester Stallone y dirigida por Julius Avery, es una de ellas. Y aunque no llega a hacerle la competencia a los grandes de las películas de comics actuales, sí demuestra que hay potencial para nuevas y buenas historias.
Samaritan comienza con un flashback, contando la historia de dos hermanos gemelos nacidos con fuerza sobrehumana en la decadente Granite City. Uno de ellos, Samaritan, crece para convertirse en el campeón de la justicia, mientras que el otro, Nemesis, es consumido por la ira y se vuelve su enemigo. Al enfrentarse, Nemesis muere y Samaritan desaparece sin dejar rastro, pero muchos piensan que su héroe aún está vivo y algún día regresará para restaurar el orden en la ciudad.
Uno de estos soñadores es Sam (Javon Walton de Euphoria), un adolescente «fan» de las hazañas de Samaritan y quien cree haberlo encontrado viviendo en su vecindario, haciéndose pasar por un avejentado empleado de limpia llamado Joe (Stallone). Luego de un altercado con una pandilla local, Joe salva a Sam haciendo gala de una enorme fuerza. Esto lo pone en el ojo de Cyrus (Pilou Asbæk de Game of Thrones), un pandillero quien está obsesionado con las hazañas anárquicas de Nemesis y planeará asesinar a Joe para vengar la muerte de su ídolo y tomar el control de Granite City.
En términos generales, Samaritan fluye al ritmo de una película de superhéroes de los noventas; aquellas que tenían más ganas que presupuesto como Barb Wire, Howard The Duck o las películas para TV de El Increíble Hulk. El filme no tiene grandes sets y los que presenta se reusan bastante. Toda su historia y conflictos se realiza al nivel del suelo, en la calle. La trama no se basa en grandes peleas con impresionantes efectos especiales, pues esta película no los tiene. Y aunque todo esto no es impedimento para contar una buena historia, sí se siente que ésta solo se lleva a cabo en medio de las cuatro esquinas donde viven Joe y Sam, y dentro del cuartel de Cyrus.
Las escenas de acción tienen lo suyo, pero mucho se recicla o se repite. También hay que tomar en cuenta que Stallone, con todo y su imponente musculatura, carga con más de setenta años encima, así que la mayor parte del trabajo en las peleas la realizan los actores de riesgo y un respetable equipo de acróbatas. En sencillo, vemos a gente saliendo disparada contra las paredes, pero todo con estrictas limitaciones técnicas y de presupuesto.
Stallone pone todo de su parte para hacer de Samaritan una experiencia entretenida, bien al estilo «old school«, y mostrando a un superhéroe incomprendido, cansado y pesimista. Desfortudamente, más que su interpretación, lo que debía que mejorarse era el guión. Lejos de confiar en su audiencia, los guinoistas no han dejado pensar al espectador, sino que le han aventado todas las explicaciones para asegurarse de que se haya entendido cada referencia y hasta el sorpresivo plot twist del final.
En resumen, Samaritan tenía de todo para ser más que memorable: Un cast decente y una historia con potencial. Lástima que el bajo presupuesto y una historia muy apegada al estilo antiguo de las películas de superhéroes urbanos le jugaron en contra. Es una película entretenida y pudo ser mejor, pero le falta mucho para destronar a Marvel. Está disponible en exclusiva en Amazon Prime Video.
Lo positivo:
Lo negativo: