Por Sebastian Zavala
Publicado: 08 de noviembre del 2020
Nada como lanzar un nuevo juego de terror en Halloween —o al menos, durante la versión de Halloween que tuvimos este 2020, sin fiestas y sin niños saliendo a la calle para pedir dulces (por obvias razones). Sin embargo, es precisamente debido a que no pudimos hacer mucho para celebrar el Día de Brujas que el tener un juego como “The Dark Pictures: Little Hope” resulta particularmente útil —en vez de salir a la calle a asustarnos o a divertirnos (o a hacer ambas cosas a la vez), pudimos quedarnos en casa, no solo para ver películas de miedo con nuestra familia, pareja o compañeros de piso, si no también para disfrutar de un videojuego que trata de hacer lo mismo que cualquier slasher o filme de fantasmas, pero con algo de interacción por parte del jugador.
Si leyeron mi análisis de “The Dark Pictures: Man of Medan” el año pasado, sabrán que disfruté bastante de la primera entrega de esta antología que, supuestamente, contará con ocho juegos en total (asumo que los siguientes seis saldrán casi exclusivamente para la nueva generación de consolas). Me gustó más, incluso, que la mayoría de películas de terror que salen año tras año, ya que la interacción que brinda el formato del videojuego hizo que me involucre más en la historia y que ciertos momentos me me den más miedo, por más que algunos de los personajes fuesen algo aburridos o hasta odiosos. No fue una experiencia perfecta, pero ciertamente transmitió con efectividad todo el potencial que tiene esta serie de juegos desarrollada por Supermassive Games (“Until Dawn”).
Es por todo eso que resulta particularmente decepcionante que “The Dark Pictures: Little Hope” no sea igual de satisfactorio que su predecesor. No me tomen a mal; no se trata de un mal juego. Está demasiado bien hecho, más que nada a nivel visual, como para ser considerado como un desastre. Pero tanto en comparación al primer título como a otros juegos de terror, “The Dark Pictures: Little Hope” resulta algo superficial —está poblado por personajes incluso más odiosos que los de “Man of Medan”, y muchas de las decisiones que uno toma a lo largo de la historia no se sienten particularmente relevantes. Súmenle a esto el hecho de que el juego en general se siente, por momentos, como un homenaje demasiado cercano a la saga de “Silent Hill”, y un final narrativamente inerte, y la experiencia de jugar “The Dark Pictures: Little Hope” no me terminó por convencer del todo… ni de asustar tanto como el título que jugué hace ya más de un año.
“The Dark Pictures: Little Hope” se lleva a cabo en el pueblo del mismo nombre. Luego de un prólogo del cual nos vamos enterando más mientras avanza la trama, nos encontramos con un grupo de estudiantes universitarios que están de paseo con uno de sus profesores. El bus en el que viajan, sin embargo, termina por volcarse cuando el conductor trata de esquivar a una niña en medio de la carretera de noche, y a nuestros protagonistas no les queda más que caminar hacia Little Hope para buscar ayuda y, con algo de suerte, poder escapar de la niebla impenetrable que los rodea. Sí, Little Hope es algo así como el pueblo de Silent Hill en la serie del mismo nombre, con uno que otro demonio y todo. Evidentemente, la presencia de la niebla por todas partes ayuda a que las comparaciones sean más fáciles de hacer —y es ahí donde el juego de Supermassive termina perdiendo.
Lo cual no quiere decir, obviamente, que “The Dark Pictures: Little Hope” no funcione en lo absoluto como juego de terror. De hecho, lo mejor que tiene este título es la atmósfera; Little Hope es un lugar verdaderamente terrorífico —y muy bien nombrado—, siempre oscuro, siempre rodeado de neblina, y lleno de lugares que da gusto —o más bien miedo— investigar. Me gustaron los secretos que uno puede ir encontrando en diferentes pinturas —como en “Man of Medan”—, por más que no estén particularmente bien escondidos, y me gustaron los flashbacks al Siglo 17, donde nos enteramos de la persecución de brujas —similar a la de Salem— que se llevó a cabo en el pueblo. No es nada particularmente original —lugares sombríos, niñas perturbadoras que se ríen, jump scares por doquier—, pero funciona.
Uno de los primeros problemas, más bien, viene con los personajes. En pocas palabras, la mayoría son bastante odiosos, por más de que uno trate de cambiar las decisiones que toma al controlarlos —uno puede contestar de diferentes maneras o elegir realizar ciertas acciones (o no), lo cual supuestamente afecta tanto la narrativa como la relación entre los personajes. Sin embargo, a mi parecer, las decisiones que tomaba no afectaron nada de esto de manera significativa (una de las pocas excepciones sería, de repente, la presencia de una pistola que uno puede elegir agarrar o no), y muchos de los personajes se comportaban de manera agresiva u odiosa, sin importar las respuestas que daba. La estudiante de 50 años, por ejemplo, se comporta casi siempre de manera condescendiente, y la única estudiante mujer joven (obviamente) siempre tiene actitudes de protagonista adolescente idiota de slasher (quiere dividir al grupo, no le hace caso a los demás, entra en pánico rápidamente, etc.) Es todo bastante predecible —casi como si la gente de Supermassive hubiese querido “homenajear” a los clichés del género, en vez de subvertirlos para desarrollar una experiencia más escalofriante.
Las actuaciones ciertamente no ayudan. El actor más famoso en “The Dark Pictures: Little Hope” es Will Poulter (“Maze Runner”, “Midsommar”, “Somos los Miller”) y aunque generalmente es muy bueno en la pantalla grande, su carisma y habilidades se han perdido al digitalizarlo para el juego. De hecho, la mayoría de personajes lucen como robots sin expresiones, muchas veces reaccionando a momentos que deberían dar mucho miedo de manera demasiado casual, con miradas vacías y animaciones algo acartonadas (aunque me imagino que habrán usado motion capture para los personajes… espero). Todo esto, sumado al hecho de que los personajes no están particularmente bien desarrollados (el profesor es un ex alcohólico… creo…. y la estudiante de 50 años conoce al personaje más joven de Will Poulter desde antes… creo), hace que sea difícil adentrarse en la historia de “The Dark Pictures: Little Hope”. Si los personajes nos me importan, entonces verlos en peligro no me dará mucho miedo que digamos.
Lo cual es una pena porque, nuevamente, fuera de los protagonistas humanos, “The Dark Pictures: Little Hope” es un juego que luce realmente bien —la ambientación es de primera, la atmósfera es palpable, y aunque los jump scares (ruidos fuertes, gritos, rostros feos en planos muy cercanos) son algo previsibles, la mayoría ayudan a que la experiencia en general se sienta más terrorífica. El modo cooperativo, además, ya sea online u offline, convierte al juego en general sea un poco más entretenido. Jugar con alguien fuera de casa hace que uno no se sienta completamente solo mientras avanza en la historia, y compartir un control con alguien a su costado, le permite a uno tomar decisiones opuestas a las de la otra persona, como para ver qué pasa con los personajes. Hay muy buenas ideas en “The Dark Pictures: Little Hope”, y el gameplay en sí no está del todo mal —después de todo, maneja la misma fórmula que “Man of Medan”, y aquel juego estuvo bastante mejor que este.
Lo cual me lleva al Curator. Se trata del personaje que supuestamente une a todas las entregas de la antología “The Dark Pictures” —tanto en “Man of Medan” como en este juego, aparece de cuando en cuando, guiando al jugador, mencionando que no puede intervenir ni influenciar nuestras decisiones, actuando de manera algo sospechosa, comentando sobre la historia. Se trata de una manera bastante interesante de justificar la estructura de este juegos, haciendo que la presencia del gamer se justifique dentro del mundo de “The Dark Pictures”, y dándole un feeling bien del “Narrador de Cuentos” a estos juegos. Sin embargo, por momentos sentía que el Curator simplemente me decía cosas que ya sabía, y más bien me ponía ansioso por regresar a Little Hope y a todo su atmosférico esplendor. Será interesante ver como lo usarán en las siguientes entregas de la serie —especialmente “The Dark Pictures: House of Ashes”, que saldrá a la venta en octubre del 2021.
“The Dark Pictures: Little Hope” es una mezcla de lo bueno, lo malo y lo feo. Nuevamente, no es un juego terrible, pero considerando lo mucho que me gustó su predecesor, sé a ciencia cierta que hubiese podido ser bastante mejor. El pueblo de Little Hope está construido con cariño y dedicación —por más que, por momentos, se sienta como un Silent Hill bamba—, y el título cuenta con una atmósfera palpable y buenos jump scares, pero donde sale perdiendo es en la construcción de los personajes y la manera en que están actuados, así como en el sistema de decisiones que no se siente particularmente profundo. Espero que la gente de Supermassive pueda arreglar la mayoría de defectos presentes en “Little Hope”. La serie de “The Dark Pictures” tiene harto potencial, y si de verdad quieren llegar a las ocho entregas, tendrán que ir mejorando con cada nuevo juego, en vez de ir al revés.
Este análisis fue realizado con un código de descarga para Xbox One brindado por Bandai Namco Entertainment.
Lo positivo:
Lo negativo: