Por Sebastian Zavala
Publicado: 06 de septiembre del 2020
Los juegos de “Tony Hawk’s Pro Skater” me traen demasiados recuerdos de la infancia y la adolescencia. Recuerdo, por ejemplo, cuando jugaba la segunda parte en la casa de mi primo —él tenía un PlayStation y yo no—, y recuerdo, también, haberlo pedido por mi cumpleaños o por navidad, para mi Nintendo 64. Aquel cartucho es uno de los que más he utilizado en mi vida, gastando horas de horas de horas tratando de pasar todos los niveles, encontrado todos los secretos, realizando todos los trucos, y mejorando todos los stats de mi personaje creado, así como desarrollando nuevos niveles propios para probar. Es gracias a estos juegos que obtuve algo de conocimiento sobre el mundo del skateboarding, y que me volví, hasta cierto punto, en un gran fanático de Tony Hawk, por más de que supiera poco o nada sobre cualquier otro skater.
A los siguientes juegos no les tengo el mismo cariño. La tercera entrega la tengo para el Nintendo 64, también, pero no le dediqué tantas horas como a la segunda, y aunque “Tony Hawk’s Pro Skater 4” para la Nintendo GameCube también es genial, por alguna razón no llegué a enviciarme tanto con él como con los dos primeros juegos. Y las siguientes entregas, especialmente cuando comenzaron a introducir novedades como mundos abiertos o la posibilidad de caminar sin utilizar el skate, simplemente no me llamaron la atención. Es por eso que cuando, eventualmente, la franquicia murió gracias a un par de juegos que utilizaron terribles periféricos de plástico que ni funcionaban bien, y a una quinta entrega horriblemente desarrollada por la gente de Robomodo, no me sorprendió mucho. Parecía que la época de los juegos de Tony Hawk había pasado, especialmente gracias a la existencia de franquicias como “Skate”.
No obstante, como cualquier otra industria, el mundo de los videojuegos suele ser cíclico, especialmente cuando los fanáticos de ciertos tipos de juegos crecen, y comienzan a sentir nostalgia hacia los títulos que probaban durante su infancia. Es por eso que, cuando la gente de Activision y Vicarious Visions anunciaron el remake de “Tony Hawk’s Pro Skater 1 + 2”, no pude estar más emocionado: los dos juegos que definieron mi infancia en lo que se refiere a deportes extremos, con gráficas modernas, gameplay mejorado, y todo lo que amábamos de las entregas originales. ¿Qué más podíamos querer? Ya era hora de que Tony Hawk y los demás skaters regresaran en un título que aprovechase al máximo el potencial del skateboarding en un videojuego. ¿Y quién mejor para encargarse de esto que los responsables de “Crash Bandicoot N’Sane Trilogy”?
Como se deben imaginar, mis expectativas eran altas, pero “Tony Hawk’s Pro Skater 1 + 2” las ha cumplido prácticamente todas. Se trata de un título que hace todo lo que me imaginaba iba a hacer, capturando perfectamente el espíritu de los dos juegos originales, conservando el estilo de gameplay que recordaba de mi infancia, y mezclándolo con elementos más modernos que lo convierten en una de las entregas más satisfactorias de la franquicia. ¡Y no, no me refiero a microtransacciones ni nada por el estilo! “Tony Hawk’s Pro Skater 1 + 2” se siente como un juego de Tony Hawk a la antigua, increíblemente entretenido y visualmente espectacular. Pero a la vez, incluye suficientes novedades como para que pueda atraer a nuevos fanáticos, o a quienes simplemente no hayan tenido la oportunidad de jugar los juegos originales a finales de los 90s y principios de los 2000s. Simplemente es una belleza; nada más opuesto al primer remake del juego original por Robomodo, o al nefasto “Tony Hawk’s Pro Skater 5”.
Apenas se instaló “Tony Hawk’s Pro Skater 1 + 2” en mi Xbox One y comenzó una introducción con “Guerrilla Radio” de Rage Against the Machine (temón), sabía que estaba en buenas manos. Aquel video hace un gran trabajo a la hora de capturar el espíritu de los juegos originales, mientras nos trae de vuelta a los skaters que conocíamos de antes, e introduce a ciertos atletas más jóvenes que ciertamente merecen ser parte de este título. Se nota desde el primer segundo que la gente de Vicarious Visions sabía lo que estaba haciendo, agarrando lo mejor de ambos mundos —el retro y el moderno— para desarrollar una experiencia que funcione para todo tipo de público.
Curiosamente —y esto es algo que no me esperaba, para se honesto—, uno juega cada título de manera separada en “Tony Hawk’s Pro Skater 1 + 2”. Es decir, el grupo de niveles del primer juego está separado del grupo de niveles del segundo juego, así como de un modo tipo freestyle, en donde uno no tiene que preocuparse demasiado por objetivos específicos. Se trata de una decisión que funciona, ya que, a pesar de tener opciones de gameplay y control más similares a las del tercer y cuarto juego, hay suficientes diferencias en la construcción de los niveles de cada título, como para que valga la pena separarlos. El Mall de “Tony Hawk’s Pro Skater 1”, por ejemplo, maneja una estructura lineal tipo downhill, la cual no fue utilizada con demasiada frecuencia en el resto de entregas (a menos que sean fanáticos de “Tony Hawk’s Downhill Jam” para la Nintendo Wii, claro está).
Felizmente, esto no quiere decir que “Tony Hawk’s Pro Skater 1 + 2” se sienta como una experiencia inconexa ni mucho menos. De hecho, me encantó que ciertas mejoras obtenidas en los niveles del primer juego ayuden a que tu skater mejore en los niveles del segundo juego y viceversa; se trata de una solución interesante para hacer que cada grupo de niveles dependa del otro, por así decirlo. Además, los stats de cada skater, así como los retos que uno tiene que cumplir y la tienda a la que puede entrar para comprar distintos ítems, están unificados fuera de la pantalla de selección de niveles, por lo que no hay que esforzarse mucho para entrar a las opciones de customización, o para revisar qué retos faltan cumplir.
Ahora bien, siendo este un remake, “Tony Hawk’s Pro Skater 1 + 2” termina siendo increíblemente fiel a los dos primeros juegos de la franquicia en más de una manera. Los niveles, por ejemplo, a pesar de lucir infinitamente mejor de lo que se veían en la PlayStation o en el Nintendo 64 (obviamente), tienen las mismas estructuras y geografías de siempre, e incluyen los mismos secretos en las mismas posiciones —desde las letras de la palabra SKATE (un clásico), hasta hidrantes, cintas de VHS secretas (¡nada de Blu-rays por acá!), cajas que hay que derribar, juguetes que hay que coleccionar, y más. Cada nivel tiene varios objetivos para cumplir, desde los ya mencionados hasta una cantidad de específica de puntos que puede llegar a ser ridícula alta, lo cual le otorga dinero al jugador para que le consiga diferentes upgrades o ítems al skater.
De hecho, me encantó la cantidad de cosas que hay para hacer en los diferentes niveles de “Tony Hawk’s Pro Skater 1 + 2”; fuera de los objetivos clásicos, el juego cuenta con diferentes retos adicionales, los cuales también terminan por darle dinero al skater, y haciendo que suba de nivel. Muchos de estos retos los cumplía de casualidad, simplemente jugando en los niveles y realizando trucos y saltando y explorándolos, pero también son lo suficientemente claros, como para que uno se anime a regresar a los niveles con el solo propósito de cumplirlos. Adicionalmente, los niveles clásicos cuentan con los mismos secretos de siempre, lo cual resulta en momentos increíblemente satisfactorios donde los recuerdos de la infancia terminan siendo muy útiles para descubrir cosas nuevas. ¿Recuerdan, por ejemplo, lo que pasa cuando uno grindea en la hélices del helicóptero estacionado del nivel del Hangar del segundo juego? ¡Pues acá sucede lo mismo!
A nivel de gameplay, no tengo queja alguna. Los controles son prácticamente perfectos, sintiéndose como lo que yo recordaba de los juegos originales, pero fluyendo incluso mejor, respondiendo sin ninguna clase de lag, y resultando en una experiencia ridículamente divertida. “Tony Hawk’s Pro Skater 1 + 2” cuenta con los trucos de siempre, como grinding, trucos de grab aéreos, trucos especiales (¡la 900 de Tony Hawk!) y saltos, pero también con manuals y otros movimientos más avanzados, que requieren que uno balancee bien al skater para que no termine resbalándose y cayéndose. Detalles, además, como el que el skater se “glitchee” cuando se resbala —y que al suceder eso, el volumen de la música se baje momentáneamente— hacen que el juego se sienta incluso más pulido, respetando el espíritu de los juegos antiguos, pero viéndose mejor.
Es cierto, por ejemplo, que al comenzar a jugar “Tony Hawk’s Pro Skater 1 + 2” me sentía increíblemente inadecuado —después de todo, no había jugado los títulos originales desde hace años, y por ende me sentí muy oxidado. Pero gracias a los tutoriales y a los primeros niveles del primer juego, poco a poco fui mejorando, recordando muchos de los trucos y movimientos que realizaba en mi infancia, aprovechando al máximo la geografía de cada nivel para encontrar secretos y juntar combos sin llegar a repetir demasiados trucos. Ese es uno de los elementos más satisfactorios de “Tony Hawk’s Pro Skater 1 + 2”: puede que se trate de un juego algo complejo (al menos al principio), pero aprenderlo no toma demasiado tiempo, y cuando uno se va haciendo bueno, resulta muy gratificante.
Fuera de las campañas principales, “Tony Hawk’s Pro Skater 1 + 2” cuenta con un modo de Creación de Personajes (profundo, detallado) y de Creación de Parques (incluso mejor que el de los juegos originales). El multi-player, además, puede ser jugado en persona (es decir, a la antigua), pero también online, en donde uno, para variar, se encuentra con jugadores que le llevan años luz de distancia en los que se refiere a habilidad y experiencia. En serio; algo me dice que algunas de estas personas estuvieron jugando los títulos para la PlayStation o Nintendo 64 durante toda la cuarentena, como para practicar para estos remakes. Si no, ¡no entendería cómo lograron hacerse tan buenos, tan rápido!
A nivel técnico, “Tony Hawk’s Pro Skater 1 + 2” es una belleza. Se nota a leguas que es uno de los últimos títulos para la presente generación de consolas, ya que aprovecha al máximo todo tipo de recursos visuales —iluminación realista, texturas detalladas, animación y motion-capture de gran calidad— para entregarnos una experiencia que simplemente no podría lucir mejor. Y como decía líneas arriba; cada nivel se siente y hasta cierto punto luce igual que las versiones de los juegos originales, solo que más realista y detallado, sin perder su esencia o la ubicación de cada rampa o barandilla o secreto. El juego corre suave como la mantequilla —algo esencial en un título tan rápido y que depende tanto de los reflejos del gamer—, y cuenta con un gran número de skaters, por lo que cada jugador será capaz de encontrar a su favorito para subirle todos los stats. “Tony Hawk’s Pro Skater 1 + 2” es la versión Ultimate de los juegos originales, tanto a nivel de jugabilidad como de gráficos; si hubiese jugado este título a los once años, mi cerebro simplemente hubiese explotado.
Es imposible escribir sobre “Tony Hawk’s Pro Skater 1 + 2” sin mencionar la banda sonora. Después de todo, ha sido por años parte del ADN de los juegos, y una de las múltiples razones por la que los niños de los 90s recuerdan tanto a esta franquicia. Lo genial de este remake es que cuenta con la mayoría de canciones que estaban presentes en los juegos antiguos, pero que también agrega ciertas rolas nuevas —algunas contemporáneas, algunas más viejas—, como para darle un sabor algo distinto. Nuevamente; es un buen balance entre los nuevo y lo clásico. Sin embargo, no tienen por qué preocuparse. Temas icónicos como “Superman” de Goldfinger, “Heavy Metal Winner” de Consumed, “Cyclone” de Dub Pistols o “May 16” de Lagwagon siguen acá, como para exprimir la nostalgia de los millenialls al máximo.
No hay mucho más que pueda escribir sobre “Tony Hawk’s Pro Skater 1 + 2”. Se trata de un juego absolutamente sublime, quizás no perfecto —debido a algunas frustraciones que tuve a la hora de aterrizar luego de hacer trucos en algunas rampas, o a la poca velocidad que alcanzaba mi skater por momentos, sin explicación alguna—, pero muy cerca de serlo. Visualmente impresionante y ambicioso, increíblemente satisfactorio a nivel de gameplay, y lleno de objetivos, retos, actividades y modos de juego icónicos, se trata de uno de los mejores remakes que jamás haya probado, y del regreso triunfal de una franquicia que fue innegablemente importante para una buena cantidad de gamers de mi generación. Esto es lo que debió ser “Tony Hawk’s Pro Skater 5”, o hasta el remake original del primer juego; respetuoso hacia lo que vino antes, pero con un pie en el futuro. Espero que el éxito de “Tony Hawk’s Pro Skater 1 + 2” le permita a Activision y Vicarious Visions lanzar una nueva entrega, completamente original (¿“Tony Hawk’s Pro Skater 6”, de repente?). Si utilizan este remake como base, no debería haber absolutamente ningún problema.
Lo positivo:
Lo negativo: