Lo mejor de Skip Woods
Considerando lo baja que está la valla en lo que se refiere a películas basadas en videojuegos, Hitman no está del todo mal. Y si consideramos el hecho de que la cinta fue dirigida por el discreto Xavier Gens, y escrita por el desastroso Skip Woods (uno de los peores guionistas trabajando actualmente en el medio; su filmografía está llena de bodrios como X-Men Orígenes: Wolverine (la peor cinta de la franquicia), Duro de Matar 5 (nuevamente, la peor entrega de su respectiva franquicia), o Sabotaje), entonces resulta incluso más sorprendente el que Hitman no sea un completo desastre.
Porque siendo honestos, tampoco es una obra maestra ni mucho menos. Se trata, pues, de una cinta de acción entretenida, dirigida con energía y estilo, y poblada por personajes que, oh sorpresa, no son caricaturas o estereotipos andantes. De hecho, el filme se toma más tiempo del que esperaba para otorgarle algo de humanidad a sus protagonistas —no estamos hablando de seres humanos tridimensionales, claro está, pero al menos tienen algo de personalidad, aspecto que muchos guionistas abandonan a la hora de escribir historias de acción. Bien por ti, Skip Woods.
Codeándonos con asesinos
Timothy Olyphant (gran nombre) interpreta al Agente 47, un asesino de élite genéticamente modificado que es contratado por un grupo llamado La Organización. Es en su última misión que se ve involucrado en una conspiración política, lo cual lo convierte en un objetivo primario para un agente de la Interpol (Dougray Scott) y la milicia rusa. Con la ayuda de la amante del presidente ruso Belicoff, llamada Nika (la gran Olga Kurylenko), nuestro protagonista tendrá que salirse de este embrollo.
No, la trama no es particularmente complicada, pero Gens es lo suficientemente talentoso como para extraerle una palpable atmósfera de intriga y suspenso. Al ver el filme, uno realmente siente que se está adentrando en un bajo mundo de asesinos y políticos corruptos, todo visto a través de los ojos de un personaje que, por afuera, no se ve muy humano, pero que por adentro está lleno de dudas existenciales y emociones no resueltas. Si debo ser honesto, es un contexto bastante intrigante, el cual no hemos visto con mucha frecuencia en otras producciones basadas en videojuegos.
Acción para adultos
Claro está, que la mayoría de gente que se anime a ver esta película, lo hará para disfrutar de las secuencias de acción. Y no están mal hechas. Gens tiene un buen sentido del movimiento y la edición, utilizando tiros de cámara interesantes para escenificar sus combates y balaceras. La tensión no es particularmente alta porque uno sabe que el Agente 47 es, quizás, demasiado bueno en lo que hace, pero el trabajo de Olyphant es lo suficientemente sólido como para que uno, al menos, se identifique un poco con el protagonista. Esto resulta en peleas y enfrentamientos violentos y divertidos, pero no demasiado emocionantes.
Hitman se gana su calificación R (o para mayores de 18 años). La película es sangrienta; cada balazo es mostrado en toda su gloria, e incluso tenemos una pelea de espadas que, aunque innecesaria, le otorga algo de variedad visual a la cinta. La bella e intensa Olga Kurylenko se desnuda (como suele hacerlo) y aunque por momentos el filme parece haber sido hecho para adolescentes, es lo suficientemente sombrío y serio como para que se sienta como una historia algo más madura a lo que el subgénero nos tiene acostumbrados. Al menos no es innecesariamente estilizada y deprimente como la adaptación de Max Payne del nefasto John Moore (pero eso lo veremos más adelante).
Para fanáticos de la acción
Timothy Olyphant no se parece demasiado físicamente al Agente 47 del juego —sí, usa el mismo vestuario y tiene la cabeza rapada y el tatuaje en la nuca, pero su cara es demasiado suave; carece de la mandíbula cuadrada y la mirada fría del personaje al que todos conocemos. Y sin embargo, no hace un mal trabajo como el personaje; luce creíble en las secuencias de acción, y le otorga suficiente humanidad como para no convertirse en un avatar, en una cáscara vacía carente de personalidad. Nada mal, en realidad. Por otro lado, Olga Kurylenko está fabulosa, como siempre, y actores de la talla de Robert Knepper y Dougray Scott tienen papeles algo pequeños pero importantes.
Hitman no es una película particularmente ambiciosa, pero tampoco tendría por qué serlo. Es, primeramente, una historia de acción, la cual se supone tiene que generar suspenso y adrenalina en su público a través de estilizadas secuencias de violencia, y eso es precisamente lo que hace. El hecho de que logre desarrollar a dos personajes —el Agente 47 y Nika— de manera sorprendentemente efectiva, es más un bonus que otra cosa. Sangrienta y entretenida, Hitman es superior a la adaptación promedio de un videojuego, lo cual de por sí, ya es digno de celebración.
