Hubo un tiempo en que Konami le daba mucha importancia a Castlevania. Tenemos desde juegos buenos, hasta títulos terribles que pasaron al olvido.
Uno de ellos sin duda es «Castlevania: Judgment», el primer juego de la franquicia que llegó a Nintendo Wii en 2008 y que decidió dejar de lado el género de aventuras para ser un juego de peleas en 3D.
Este título fue uno de los últimos proyectos en los que estuvo involucrado Koji Igarashi, productor de la franquicia Castlevania y que sigue permaneciendo involucrado en la industria de los videojuegos gracias a su último videojuego «Bloodstained».
Para este proyecto de Castlevania, se decidió que el diseño de personajes correría a cargo del mangaka Takeshi Obata, reconocido por haber sido el dibujante de mangas como «Death Note», «Bakuman» y «Hikaru no Go».
¿En qué falló Castlevania: Judgment?
Pese a que se contaba con un gran dibujante como Obata, sus diseños no convencieron a muchos jugadores, en especial, el cómo fue retratado Simon Belmont.
A diferencia de otros juegos de Castlevania. Simon en «Castlevania: Judgment» luce mucho más joven y su rostro se asemeja mucho a personajes como Light Yagami.
No fue el caso de los personajes femeninos, que si tuvo mejores resultados como Sypha Velnandes y Shanoa. Las criaturas como «Death» y «Cornell» también estuvieron a la altura.
Pero no todos estaban convencidos. Cuándo salió el juego, se criticó que los personajes lucían como «anime genérico contemporáneo». Asimismo, algunos personajes tenían personalidades completamente distintas y los controles para luchar -usando el Wiimote y Nunchuk– no eran tan precisos.
Por último, el horrendo doblaje al inglés no le ayudó en nada y los personajes sonaban demasiado «cringe». En Japón, el juego fracasó llegando a vender únicamente 3,700 unidades.
Este fue el único juego donde el dibujante de Death Note participó en un juego de Castlevania y en el diseño de personajes en un videojuego. En 2019 participaría en Jump Force únicamente para los diseños de Light Yagami y Ryuk.