Las declaraciones de Phil Spencer, CEO de Xbox, en los tribunales de San Francisco continúa dando de qué hablar a raíz de las discrepancias que se mantienen contra la FTC, quienes buscan frenar que Microsoft adquiera Activision Blizzard.
Con Spencer abordando distintos temas, era un hecho que nos encontraríamos ante grandes revelaciones. En el segundo día del juicio, le tocó al ‘tío Phil’ hablar respecto a la adquisición que hizo Microsoft cuando se llevó ZeniMax junto a Bethesda, asegurándose un portafolio de numerosas IPs conocidas como Doom, Fallout, The Elder Scrolls.
Spencer reveló que uno de los motivos detrás de dicha adquisición fue que se habían enterado respecto a unos acuerdos de exclusividad entre Sony y dos videojuegos puntuales: Deathloop y Ghostwire Tokyo. Muchos recordarán que dichos títulos llegarían inicialmente a PlayStation 5, en medio de la confirmación que Microsoft se había hecho con ZeniMax y sus demás estudios. A pesar de ello, Spencer por aquel entonces dijo que se respeterían los acuerdos comerciales, pero que eventualmente terminarían llegando ambos títulos a consolas Xbox; así como a Game Pass.
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El CEO insinuó que hubo miedo dentro de Microsoft ante la posibilidad de que Starfield también vaya por el mismo camino de los juegos antes mencionados, por lo que reflexionaron que la marca Xbox «no puede estar en una posición como consola de tercer lugar«. Asimismo, Spencer indicó que ellos «querían asegurar el contenido para seguir siendo viables en el negocio«.
La gran revelación de Phil Spencer confirma que PlayStation había encontrado en Bethesda un importante social comercial para asegurarse las exclusividades temporales de ciertos videojuegos. Y aunque la táctica funcionó, seguramente no contaban con que Microsoft iba a sacar su mejor carta adquriendo ZeniMax.
Starfield tiene la responsabilidad de convertirse en uno de los exclusivos de Xbox mejor valorados para este año. Lo comprobaremos el próximo 06 de septiembre.