Sam Altman vivió una semana bastante agitada. Tras darse a conocer que fue expulsado de la compañía por la junta directiva, el ejecutivo terminó volviendo a su puesto como CEO de OpenAI después de cuatro días, en medio de amenazas de renuncias de más de 700 empleados.
Desde Reuters han hablado sobre lo sucedido, profundizando sobre los motivos que se habrían originado detrás de la expulsión inicial de Altman y como un grupo de investigadores de OpenAI son en gran parte responsables de lo sucedido.
Según fuentes anónimas citadas por el mencionado medio, se envió una carta al consejo directivo con advertencias que podrían poner en peligro no solo a la compañía, sino a la propia humanidad. Algo relacionado a un proyecto conocido como ‘Q‘, que, según informes, podría ser un gran avance en la inteligencia artificial en convertirlos en sistemas autónomos que podrían superar a los humanos.
Al parecer, este nuevo sistema, que tenía a Altman al mando del proyecto, logró resolver problemas matemáticos que estaban al nivel de estudiantes de escuelas primarias. Si bien parecía haber cierto optimismo sobre lo que se estaba desarrollando, dos personas familiarizadas al asunto le contaron a Reuters que igualmente se envió una carta de preocupación a la junta directiva de OpenAI.
El drama con Altman parece haber llegado a su fin después de que se anunciara su regreso como CEO. Curiosamente, cuando la novela aún estaba en su momento más fuerte, ya se había instaurado a un nuevo ejecutivo en el puesto de Altman: Emmett Shear, quien tiene una posición en contra sobre el desarrollo de la inteligencia artificial, pese a que está a favor de como las nuevas tecnologías podrían beneficiar a la humanidad.