Debo de admitir que me siento nervioso al redactar esta columna, ya que es la primera vez que escribo una, pero quiero que sepan que lo hago con una gran emoción. Por problemas técnicos no pude publicar mi columna el día miércoles, día asignado para este texto. Debo de agradecer a MásGamers por brindarme este espacio para poder compartir lo que más me gusta con todos ustedes.
El E3 de este año ha dejado algunas sorpresas y decepciones, también nos dejo varias alegrías y emociones encontradas por parte de las desarrolladoras que asistieron a este magno evento.
A medida que se acercaba el inicio del E3 de este año, de a pocos iba perdiendo la esperanza de que Nintendo dejara alguna marca importante. En el 2015 nos dejó grandes juegos y varios momentos divertidos, como el video en donde se ve a Reggie Fils-Aimé entrenando para el E3, las versiones Muppets de Reggie, Shigeru Miyamoto y del gran Satoru Iwata, la presentación del Xenoblade Chronicles X, Yo-kai Watch, Star Fox Zero, Yoshi’s Woolly World y entre otros.
Pero en este 2016 parecía que Nintendo dejaría el E3 sin pena ni gloria, el lamentable fallecimiento de Iwata parecía algo que le sería difícil de sobrellevar. Un E3 sin que él estuviera detrás, sin juegos bajo su supervisión, parecían elementos que encadenaban a Nintendo. Pero cuando estábamos a punto de perder la fe en Nintendo, mostraron una joya en donde se demuestra el amor que ponen a la hora de hacer videojuegos.
Esa joya que hizo brillar la luz de Nintendo, una vez más, se llama “The Legend of Zelda: Breath of the Wild”. La entrega no solo fue tendencia en Twiiter, sino que IGN lo nombró como el juego ganador del E3 2016. Pero ¿qué hace este nuevo título de Zelda tan especial y por qué para algunos jugadores y críticos pudo vencer a otras entregas, como God of War, Battlefield 1, Titanfall 2, Gears of War 4 y otros más? Para poder responder esa pregunta, primero repasemos un poco la historia.
The Legend of Zelda fue lanzado en el 1986 y para la consola Famicom Disk System. La entrega nunca salió de Japón, a pesar de que fuera anunciado para Estados Unidos. Un año después fue lanzado en Estados Unidos para la consola Nintendo Entertainment System o NES. Tras la llegada a Occidente, el juego fue ganando más popularidad y adeptos, ya que tenía elementos de acción, puzzles y rol. Para muchos es el precursor espiritual de los RPG. Su estilo de juego, la dificultad y la banda sonora inspiraron a muchos otros títulos.
El primer paso ya estaba dado, pero Nintendo fue lanzando más juegos de esta franquicia que lograron tener una gran aceptación en occidente, cosa que en lo personal es un gran logro ya que no siempre un producto lanzado para cierto público es aceptado por todos. Mientras pasaban los años, la saga crecía en seguidores con ansias de saber más de este gran título.
Llevamos muchos años pensando en cómo sería la línea de tiempo, creando teorías sobre si podrían unirse las, aparentemente inconexas, historias de los diferentes juegos. Pasamos largas tardes de conversaciones con nuestros amigos intentando ordenar las historias. Pero por fin, tras años de debate fue lanzado el The Legend of Zelda: Hyrule Historia, libro donde se explica la cronología de los juegos y acontecimientos. Sin embargo, ahora se nos aparece otra pregunta: ¿qué más viene?
The Legend of Zelda: Breath of the Wild nos ha hecho revivir nuevamente esas charlas interminables con nuestros amigos, intentando saber cómo se puede encajar este título en la línea temporal que ya conocemos. Nos devolvió a nuestra infancia, a sentir que sabemos mucho y a la vez nada de la historia de esta saga. Nos hizo acordar cuando pasábamos las tardes recorriendo una mazmorra, volvimos a sentir esa emoción de compartir nuestras teorías locas del por qué de cada cosa, vernos otra vez atrapados sin ninguna salida lógica al comentar una teoría ya que había algo que no encajaba.
Nintendo fue muy cuidadoso con lo que enseñó, supo adaptar las cosas que ahora ofrecen otros juegos de rol, para así darle su toque especial. Pero no es solo hacer un mundo grande, también tienes que romper ciertas barreras, como darle libertad al jugador para que pueda explorar, agregando mecánicas que faciliten eso, sin dejar de ser un reto. El juego tiene una banda sonora preciosa, unos gráficos hermosos y sobre todo, el hecho de que con lo que mostraron nos dejaron más dudas que respuestas.
La gran N aún tiene mucho que ofrecer, pero no solo ellos, el resto de compañías tienen un camino que recorrer. Oscar Soto nos comentaba el por qué las consolas no están muriendo. JeosLuis también nos comenta sobre de cómo Xbox Scorpio ha roto la generación actual de consolas. Ya lo había mencionado, tras el último E3 dejaron muchas emociones y sentimientos encontrados.
PS. Si deseas saber más cosas sobre esta nueva entrega de Zelda, puedes leer el artículo que nuestro compañero Erick Paz ha preparado.
