«La violencia es el último recurso del incompetente»
Isaac Asimov
En junio de este año, semanas después de lanzado oficialmente Overwatch para todas las plataformas, una jugadora coreana de 17 años conocida como Gegury, fue denunciada por dos jugadores profesionales de este juego, ELTA y Strobe del equipo Dizziness, de estar haciendo trampa mediante algún hack. Esto en vista de que notaron que dicha jugadora llegó a tener un 80% de victorias en 420 juegos con el personaje Zarya. Llegó a tal punto lo serio del asunto, que al estar tan convencidos de estar en lo correcto ambos aseguraron que si Gegury no era en realidad una tramposa, se retirarían definitivamente de la escena competitiva. Para su mala suerte, Blizzard realizó la investigación pertinente, no encontrando irregularidad alguna. Ella simplemente era increíblemente buena en Overwatch, como podemos ver en el vídeo que pongo a continuación.
Advertencia: Ver el siguiente video te podría desmoralizar completamente y tirar por los suelos lo que tú creías sobre tu habilidad en Overwatch.
El punto es que, fueron tales los ataques contra ella en internet (antes de que Blizzard se pronunciara), que la misma Gegury, muy afectada, quería probarles a todos que lo que afirmaban era falso, transmitiendo vía streaming sus partidas y así comprobar que no usaba algún tipo de hack. Aún así, y después de quedar limpia de de acusaciones, muchos jugadores se seguían quejando, esta vez de que Gegury era una «tryhard» (término usado en el argot gamer para describir a una persona tan obsesionada con ganar que no disfruta el juego y perturba a los demás). Felizmente, eso no la desanimó y continuó jugando, esta vez con un nuevo equipo.
¿Qué es lo que estamos (verdaderamente) criticando?
Hace unos días, la comunidad local de Overwatch, entró en ira al enterarse del nombre de los seleccionados para representar al Perú en la primera Overwatch World Cup. El principal argumento era que no consideran que tengan el nivel necesario para entrar en una competencia de tal magnitud, pese a que desde un inicio se había descrito dicha competición como una «exhibición». Y dentro de todas las quejas, la mayor parte eran destinadas a la inclusión de la popular streamer LucyWeird, quien alcanzó un cupo durante las votaciones que se hicieron.
Fuera de que su elección nos guste o no (después de todo, se hicieron votaciones abiertas a todo el público) y que existan críticas objetivas hacia la misma (el nivel más bajo del equipo; no jugaba hacía varias semanas según sus propias declaraciones; entre otros) lo lamentable del asunto es la reacción de la gente, pues las críticas destructivas e insultos han llovido a raudales.
Lo gracioso del asunto es que este usuario compartía posts de LucyWeird para entrar a sorteos.
Lo peor de todo es que ésta no es la primera vez que se pueden presenciar este tipo de cosas. En muchas ocasiones he presenciado el acoso que se le hace a las mujeres que juegan videojuegos, en especial a las que juegan los populares MOBAs (DotA, League of Legends, Heroes of the Storm, entre otros). En otras, amigas y conocidas me han contado los ataques que viven diariamente, no por el hecho de jugar bien o mal, sino por el de ser mujer.
Lo que le pasó a una blogger de tecnología al jugar DotA. Ok, eso también le pasa a algunos hombres.
Y es que no es novedad que las mujeres no sólo son menospreciadas en muchos ámbitos de la vida, sino que también lo son en el mundo de los videojuegos. Fuera del hecho de que puedan haber críticas objetivas, terminamos usando insultos que nada aportan. Pero claro, ésta no es la única clase de acoso que reciben, sino que también aparecen los muy populares «White Knights» que si bien no insultan, enmascaran un buen trato para hacer pasar desapercibido el acoso.
Algunos otros son bastante «considerados».
Y otros más «directos».
Ok, pero ¿a qué se debe esto? ¿Es solamente machismo?
Olvidándonos por un momento de los «White Knights» y los «galanes de teclado», ambos con su reprimida libido a punto de entrar en ebullición y que muchas veces se enmascaran tras un «sólo estoy siendo buena gente»; quiero tocar por hoy el primer caso: los intolerantes.
Y es que en Psicología tenemos un término para eso: Proyección, mecanismo de defensa por el que el sujeto atribuye a otras personas las propias virtudes o defectos, incluso sus carencias, con el fin de liberar la tensión y dirigirla a (y que la cargue) otra persona.
«¿Qué tiene que ver la Proyección con el tema? Mucho. Sucede que es muy probable que quienes más atacan a una mujer en juegos en línea, sean aquellos que, por evitar que las críticas caigan sobre sí mismos por sus errores en el juego, culpan por el fracaso de una partida a una mujer, quien por creencia popular es percibida como quien más probablemente podría tener un desempeño más bajo.»
Y si acaso piensas que son cosas mías, puedes revisar un estudio realizado por los investigadores Michael Kasumovic de la University of New South Wales en Australia y Jeffrey Huznekoff de la Miami University en el cual se demostró que aquellos jugadores hombres que tienen un desempeño más bajo (menos kills vs más muertes) en juegos como Halo 3 son más propensos a lanzar una mayor cantidad de comentarios descalificativos contra las mujeres. De hecho, se demostró que a mayor nivel de desempeño de los jugadores, más comentarios positivos hacia las mujeres en el juego realizaban éstos.
Relación directamente proporcional entre el nivel del jugador y sus comentarios positivos hacia una mujer en el juego
Me pregunto: En una sociedad en la que, ya de por sí, los aficionados a los videojuegos tenemos que afrontar la satanización por parte de algunos medios cuando relacionan la violencia con los videojuegos, ¿ayuda que dentro de la misma comunidad pasen este tipo de cosas? Y ojo que no sólo me refiero a críticas de hombres a mujeres sino también entre ellas mismas.
Cada vez hay más mujeres interesadas en los videojuegos, gracias a que los estereotipos sobre ellos se han estado rompiendo, quizá nuestras amigas, enamoradas e incluso nuestras madres (he visto varias jugando Pokémon GO) pero actuando de esta manera sólo las estaremos alejando y a la vez dando la razón a quienes (cada vez con un poco más de fundamento) nos critican.