El Juicio que Valve tenía en Australia no salió como lo planearon, pues terminaron perdiendo el juicio ante el estado australiano al violar las leyes de protección al consumidor; por ello, la Corte Federal Australiana ha decidido multar a  Steam por un monto de 3 millones de dólares, el cual es el valor máximo establecido por la ley para este tipo de sanciones.

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(Imagen: Valve).

Todo comenzó con una denuncia de parte de la Comisión Australiana de Competencia y Consumidores (ACCC), la cual exigía un severo castigo para Steam, debido a las faltas en las que incurrió dicha empresa. En la demanda, la ACCC asegura que no tuvieron una adecuada publicidad de sus políticas de devoluciones dentro de su acuerdo de suscriptores (Suscriber Agreement, ese wall text que deberías leer y solamente das click en acepto y sigues con la instalación), ni tampoco cumplieron con devoluciones que muchos clientes australianos pidieron, las cuales no fueron manejadas como se debieron, e incluso algunas devoluciones simplemente no sucedieron.

La demanda data del año 2014, donde Steam aún no contaba con la política de devoluciones que maneja actualmente (a mediados del 2015), donde las solicitudes de reembolso se manejaban de manera individual y sin un criterio homogeneizado para tratarlas de manera uniforme. Debido a esto, hubieron solicitudes (más de 20 mil) que no fueron atendidas o se trataron de manera extraordinaria, entrando en conflicto con la ley australiana de protección al consumidor.

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La ACCC funciona en Australia como Indecopi lo hace en el país (Imagen: Australian Paralegal Foundation).

Durante la duración del juicio, la defensa de Valve se basó en su acuerdo de suscripción, el cual estaba regido por la ley de Washington (al igual que la empresa). Luego de ser declarada culpable, quedaba determinar la multa a pagar, donde Valve ofrecía 250 mil dólares, mientras la ACCC pedía el monto máximo (los 3 millones que mencionamos al inicio).

Karl Quackenbush, consejero general de Valve en el juicio, afirmó que la empresa no obtuvo ninguna asesoría legal cuando se establecieron en Australia, y sólo se enteraron del problema en el que estaban metidos hasta que recibieron la denuncia de la ACCC. Debido a la floja defensa de la empresa, la falta de interés por cumplir las leyes australianas y la falta de cooperación de Valve, el Juez James Edelman impuso la suma de 3 millones de dólares, 12 veces el monto que la empresa de Gabe Newell había ofrecido inicialmente.

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En el 2015, Steam lanzó sus políticas de reembolso (Imagen: Fuente).

El juez asegura que el monto ofrecido por Valve «no era siquiera el costo total por hacer negocios» y que era necesario crear un precedente para todas las empresas que decidan operar en Australia, para que sepan acomodar sus políticas para cumplir con los derechos del consumidor australiano.

Adicional a la multa impuesta por la justicia del país, Steam deberá crear un acuerdo de términos y condiciones que se adecúe a las leyes del consumidor australiano, ya que el acuerdo previo se aseguraba de no ofrecer ningún tipo de reembolso a los clientes; por otro lado, tendrá que agregar un programa que reciba las quejas de los consumidores y publicar los derechos de los consumidores australianos (en tamaño 14).

¿Te parece justa la sanción de la justicia australiana? ¿Cómo crees que hubiera resultado una denuncia parecida en nuestro país?