He estado un largo rato pensando en como podría iniciar mi columna que conmemora los 20 años de la franquicia Diablo, buscando el inicio apropiado que le haga justicia a esta genial franquicia, que nos muestra un mundo oscuro y siniestro, que es desolado por hordas de Demonios y Ángeles que no tienen reparo en aniquilar todo a su paso con tal de ver al bando opuesto derrotado.
Hace poco Blizzard lanzo un evento en donde podríamos regresar a la antigua Tristán y poder recorrer el monasterio en donde se dio lugar el levantamiento del Señor del Terror, en la tierra mortal de Santuario y eso me trajo varios recuerdos, es un poco irónico, pero son buenos recuerdos.
La primera vez que vi el juego fue en una de las galerías que hay por el Centro de Lima, me quede enganchado con el juego y me cautivo desde el primer momento, su acción desenfrenada, la idea de poder derrotar a cientos de demonios a diestra y siniestra, era muy atractiva.
Pero la franquicia de Diablo no solo me enseño que en ocasiones no importa que tan poderoso seas o que tan hábil puedas llegar hacer, siempre vas a necesitar de ayuda y debes trabajar en equipo. También me enseño que por más adverso sea el camino, puedes salir victorioso.
Con lo ultimo dicho, no solo me refiero al lore del juego, Blizzard siempre a demostrado que puede aportar y dejar su marca en cualquier genero que toca, es bien cierto que puede que no inventara los géneros en donde están sus juegos. Pero logran encontrar una nueva formula para algo que ya conocíamos y hacerlo novedoso, llegan a re-definir y dotar a sus juegos de una identidad propia, a la par de sorprendernos y descubrir que no hay nada escrito o parámetros permanentes en cuestión a géneros de videojuegos.
Después de Warcraft, Diablo es la saga a la que más horas he dedicado, ya que el nivel de re-jugabilidad es muy amplio y no solo la re-jugabilidad, también el nivel de dificultad presentaba un reto, dependiendo de que clase sea, se te hacia más difíciles ciertos encuentros.
Tal vez por el nombre de la franquicia, se te puede cruzar muchas ideas o adjetivos, pero es probable que nunca se te cruce la idea de «juego familiar», he pasado horas jugando con mi papá, vivimos juntos la caída de Tristán, el alzamiento del nómada, disfrutamos todos los actos en Diablo II. También luchamos para defender el Monte Arreat. Creo que aparte de que me gusto mucho el lore, el compartirlo con mi padre ayudo a que Diablo sea uno de mis juegos favoritos.
Después de 20 años esta gran franquicia aún sigue ofreciéndonos horas y horas de juego, déjame en un comentario como conociste esta franquicia o si llegaste a compartirlo con alguien especial.
