El lanzamiento de las Radeon RX Vega ha significado más problemas que éxitos para AMD. Uno de los mayores cuestionamientos hacia estas nuevas tarjetas gráficas es el incremento de sus precios. La falta de equipos disponibles sería la principal causa de dicha situación.
La nueva generación del gigante de Sunnyvale no han cumplido con las expectativas de los usuarios, especialmente los gamers. No logra la eficiencia esperada y no destaca sobre sus competidoras de NVidia. Además, su llegada al mercado se retrasó mucho tiempo bajo el argumento de “asegurar el stock”
Sin embargo, las variaciones en los precios de la nueva generación de AMD también han sido perjudiciales. Al momento de su lanzamiento, la RX Vega 64 tenía un precio de 499 dólares. Por su parte, la RX Vega 56 podía adquirirse por 399 dólares.
En cuestión de horas se agotaron los ejemplares de ambos modelos. Como consecuencia se registró el primer aumento de precio de ambas gráficas. Entonces, por ejemplo, una Radeon RX Vega 64 refrigerada por aire pasó de 399 a 675 dólares.
Esta subida de precios y falta de equipos perjudica a los usuarios finales. Son aquellos quienes deberán pagar cifras muchos mayores a lo pensado, si tienen la suerte de encontrar una RX Vega disponible. Aun no se mide el impacto que hayan tenido los mineros de criptomonedas en esta situación.