El mes pasado , aprovechando el lanzamiento de Full Metal Alchemist Brotherhood en Netflix y que cada cierto tiempo hacemos algunas recomendaciones de animes de temporada, se nos ocurrió recomendar también anime que ya haya sido estrenado hace algún tiempo. Es así que en Febrero, mes del amor y (comercialmente para que los solteros no dejen de comprar) de la amistad, decidimos empezar oficialmente nuestra nueva columna Un Anime al Mes, con nada más y nada menos que un drama que encaja con la fecha: White Album 2.
Setsuna y Haruki
White Album 2 es un anime basado en una novela visual de Aquaplus que salió para Windows en el 2010 y que posteriormente fue portada a PlayStation 3 y PS Vita en el 2012 y 2013, respectivamente. Como anime fue emitido en la temporada de otoño del 2013 en Japón (octubre-diciembre, primavera en el hemisferio sur) con una duración de 13 episodios. Pese a que cronológicamente pareciera una secuela, en realidad es una historia totalmente distinta a la del primer White Album y que sólo está vinculada con ésta por referencias de canciones y menciones de personajes.
La historia se desarrolla en el club de música de la secundaria del colegio Hōjō, al cual pertenece el protagonista, Haruki Kitahara. El club está apunto de cerrar por falta de integrantes, así que Haruki tratará de convencer a la talentosa pianista Kazusa Touma y a la popular Setsuna Ogiso de unirse y así llegar a la presentación del festival escolar. Lo que empieza como una amistad que motivada por la música, pasa luego a transformarse en un triángulo amoroso en el que la manipulación, las mentiras y la pasión juegan un rol decisivo en la trama.
Setsuna y Kazusa, amigas por la música pero rivales de amor
A diferencia de otros animes del tipo drama-romance, algo característico de White Album 2 es que es imposible que los protagonistas terminen de caerte bien, principalmente porque algunas de sus acciones son bastante criticables. Pero es justamente esto lo que, a opinión de quien escribe, los hace mucho más humanos. Después de todo, los tres son adolescentes y es muy complicado esperar que todas sus reacciones sean absolutamente maduras.
Dentro de los puntos más resaltantes, tenemos el excelente trabajo de animación que hace Satelight, con un diseño de personajes estilizado que no necesita de mucho fanservice para llamar la atención del espectador. Además, las secuencias musicales están al nivel de lo que se espera para un anime musical, en especial las secuencias dramáticas y en las que la seiyuu de Setsuna interpreta canciones.
Pero el anime, como cualquier historia de amor, no puede ser perfecta. Es notoria la polarización del guión hacia una de las protagonistas, lo cual podría orientar la percepción del espectador y desarrollar prejuicios hacia su personaje y así dificultar la formación de empatía con la misma. Es aquí donde se evidencia que quizá 13 episodios pudieron quedar cortos para explicar los motivos de cada personaje y hacer que también sus relaciones no parezcan por momentos forzadas a ser aceleradas, sobre todo la amistad entre Kazusa y Setsuna.
Lo bueno de esto, es que si te engancha la historia, puedes encontrar la conclusión de la misma en el CODA y en el capítulo final, que termina teniendo un desarrollo más entrincado aún. El tema es que ambas partes no tienen versión anime y sólo queda la novela visual.
Para concluir, este anime es recomendado para quienes les gusten los anime de drama-romance pero ya estén hartos de los numerosos clichés y quieran unos verdaderos cliffhangers que los mantengan en vilo. Está disponible en Crunchyroll para Latinoamérica.