Si has estado posponiendo la actualización de un monitor, esperando poder sacarle un poco más de provecho a tu pantalla de hace años, la espera ha terminado. La Navidad, es la mejor época para hacerte un gran regalo como este. No importa qué tipo de jugador seas, hay una pantalla ROG o TUF Gaming lista para llevar tus experiencias de juego al siguiente nivel. En esta guía te pondremos al día con un resumen de las tecnologías clave que más interesan a los gamers y en la siguiente, te mostraremos las opciones de monitores ROG y TUF Gaming que mejor se adapten a tus juegos preferidos, a tu estilo de juego y que ofrecen una increíble relación calidad-precio.
Resolución y tamaño
La resolución de una pantalla indica cuántos píxeles individuales tiene. Los monitores con la misma resolución se venden en muchos tamaños diferentes, así que asegúrate de elegir el que tenga los píxeles por pulgada (PPI) adecuados para tu configuración de juego. Un monitor que se ve muy bien cuando estás a tres metros de distancia en el sofá puede parecer pixelado o incluso borroso cuando estás sentado de cerca.
FHD fue la resolución estándar durante muchos años, ofreciendo a los usuarios una matriz de 1920×1080 píxeles. Si tu equipo tiene una tarjeta gráfica moderna, tus juegos pueden funcionar a frecuencias de refresco muy altas con una resolución FHD. Los monitores FHD de 24″ te permiten sentarte cerca de la pantalla con una claridad de imagen decente. Existen opciones FHD más grandes, pero en general, si lo que buscas es una gran cantidad de píxeles, te recomendamos una opción de mayor resolución.
Con una resolución de 2560×1440, las pantallas 1440p (a veces denominadas QHD) ofrecen una imagen más detallada que las FHD y te permiten ampliar la pantalla a 27″ manteniendo unos PPI excelentes. Mucha gente piensa que un monitor 1440p con una alta frecuencia de refresco es la elección perfecta para los gamers más habituales. Se necesita un PC con un poco más de potencia gráfica para jugar a esta resolución, pero las tarjetas gráficas modernas están más que preparadas para el reto.
Los monitores con resolución 4K, o 3840×2160, ofrecen una experiencia de juego superior con imágenes excepcionalmente detalladas. Con tamaños de pantalla de hasta 48 pulgadas, los monitores 4K son perfectos para cualquiera que desee una gran ventana a los mundos de juego, o para cualquiera que prefiera densidades de píxeles excepcionalmente altas. Jugar a los últimos juegos AAA con ajustes Ultra a una resolución 4K puede requerir un PC potente, así que combina tu pantalla 4K con una tarjeta gráfica de última generación para disfrutar de la mejor experiencia.
Por último, quizá te interese una pantalla ultrawide. Estos monitores ofrecen más espacio horizontal en la pantalla, lo que aumenta la inmersión en tus juegos favoritos. Al igual que con la relación de aspecto 16:9, más común, hay una amplia gama de opciones. Un monitor con relación de aspecto 21:9 te ofrece una ventana más amplia a tus juegos, normalmente con una resolución de 3440×1440 o 2560×1080. Las pantallas superultrawide 32:9 ofrecen la misma experiencia que dos monitores 16:9, pero en una sola pantalla. Estos modelos son especialmente populares entre los entusiastas de las carreras y los simuladores de vuelo, pero no hay que descartar lo mucho que mejoran la experiencia en los shooters en primera persona
Tasa de actualización
La tasa de refresco del monitor indica la velocidad a la que puede actualizar el contenido de la pantalla. Las pantallas estándar de oficina empiezan a 60 Hz, pero los gamers suelen buscar monitores con frecuencias de refresco cada vez más rápidas. Cuanto mayor sea la frecuencia de refresco, más fluidos y suaves serán los movimientos en pantalla y más sensible será el sistema a las pulsaciones del teclado y el mouse, sobre todo en juegos competitivos.
Las pantallas de 120 Hz y 144 Hz ofrecen experiencias de juego fluidas en títulos para un solo jugador y con historia. Encontrarás muchos monitores de juego asequibles con frecuencias de refresco en este rango, por lo que creemos que cualquier jugador que compre una pantalla en 2023 debería apuntar al menos a 120 Hz para su próximo modelo, incluso si estás comprando con un presupuesto ajustado.
Si te gusta competir en juegos de esports en línea, busca opciones con al menos una frecuencia de refresco de 240 Hz para tener una visión dominante del campo de batalla. Cuando los milisegundos separan a los ganadores de los aspirantes, es muy valioso tener una pantalla que pueda ayudarte a detectar más rápidamente a un enemigo que se asoma por una esquina. Nuestros monitores ROG Swift de última generación te permiten aprovechar frecuencias de refresco aún mayores. Las opciones Premium de 360Hz e incluso 540Hz ofrecen a los jugadores profesionales la ventaja competitiva que necesitan para jugar en torneos.
Tiempo de respuesta
El tiempo de respuesta mide la rapidez con la que un píxel puede pasar de un color a otro. Se suele medir utilizando una transición de un tono de gris a otro, o el tiempo de respuesta de gris a gris. Esta cifra suele especificarse en milisegundos, y los tiempos de respuesta más bajos significan un movimiento en pantalla más nítido y menos borroso.
Un tiempo de respuesta de 3 ms o superior es un buen punto de partida para los jugadores, pero los monitores con un tiempo de respuesta de 1 ms mantendrán muy nítidos los movimientos rápidos. Si la claridad de imagen es una prioridad para usted, eche un vistazo a nuestra gama de monitores OLED. Estos monitores pueden tener tiempos de respuesta de menos de 0,2 ms.
Rendimiento del color y HDR
Para disfrutar de imágenes más vivas y realistas en tus juegos favoritos, compra un monitor con una amplia gama de colores. Independientemente del tipo de panel, las mejores pantallas pueden mostrar más colores que los monitores básicos, y este rendimiento se cuantifica en referencia a una gama de colores estándar, o a un subconjunto determinado de todos los colores visibles. La gama de colores más utilizada se conoce como sRGB. Los monitores con una cobertura sRGB del 100% se ven bien con la mayoría de los contenidos y juegos disponibles hoy en día. Las pantallas con gamas de color amplias, como DCI-P3 y Adobe RGB, pueden reproducir colores más saturados o vivos que los monitores que sólo admiten sRGB.
La compatibilidad con DCI-P3 es especialmente importante para los monitores de alto rango dinámico (HDR). Estas pantallas pueden mostrar una gama mucho más amplia de niveles de brillo de oscuro a claro, lo que da lugar a imágenes más realistas y efectos potencialmente sorprendentes para contenidos como los destellos de explosiones o el sol asomando detrás de una montaña.
La compatibilidad con HDR suele estar certificada de forma independiente por el organismo de normalización VESA, cuyo programa DisplayHDR establece una serie de normas de rendimiento para los monitores HDR, incluidos los de ASUS. Para obtener la mejor experiencia posible, busca un modelo con certificación VESA DisplayHDR 1000, pero también obtendrás una gran experiencia HDR con los modelos DisplayHDR 600. Los monitores OLED de ROG ofrecen una excepcional cobertura de la gama cromática con una precisión de nivel profesional para un rendimiento HDR asombroso.
Precisión del color
La precisión del color suele ser más importante para los creadores de contenidos que para los jugadores, pero hay que tener en cuenta que algunos monitores son mejores que otros a la hora de representar los colores con precisión, en comparación con su representación teórica dentro de una gama cromática. Las pantallas cuya precisión del color se mide suelen tener una especificación nominal conocida como Delta E medio, y los usuarios creativos que necesitan que su trabajo aparezca de forma coherente en diferentes pantallas desean un Delta E medio inferior a 2.
Los monitores ASUS ProArt vienen calibrados de fábrica para garantizar un Delta E medio bajo, por lo que los usuarios creativos pueden confiar su trabajo a estos monitores nada más sacarlos de la caja. Algunos monitores ROG gaming también están calibrados de fábrica para que los jugadores puedan experimentar mundos digitales exactamente como sus desarrolladores pretendían.
Compatible con VRR
Casi todos los monitores de juegos modernos también admiten frecuencias de refresco variables, lo que significa que pueden refrescar lo que aparece en pantalla justo cuando la tarjeta gráfica produce un nuevo fotograma en lugar de limitarse a refrescar un número fijo de veces por segundo. Si un monitor es compatible con NVIDIA G-SYNC o G-SYNC Compatible, AMD FreeSync o Adaptive Sync, significa que admite frecuencias de refresco variables.
Los monitores con tasas de refresco variables evitan un artefacto de imagen indeseable llamado tearing, en el que partes de varios fotogramas son visibles en pantalla a la vez. Esto se consigue dentro de un intervalo de frecuencias de refresco, por ejemplo, de 48 Hz a 144 Hz. Siempre que la frecuencia de cuadro suministrada por la GPU esté dentro de su rango de frecuencia de refresco, un monitor con frecuencia de refresco variable puede dibujar limpiamente cada nuevo cuadro tan pronto como esté listo. Esta técnica hace que los juegos parezcan más «fluidos» y que respondan mejor a tus movimientos.
La compatibilidad con la frecuencia de refresco variable debería estar absolutamente en la lista de comprobación de tu próximo monitor. La cuestión en 2023 es qué nivel de G-SYNC o FreeSync prefieres. Por ejemplo, NVIDIA tiene una larga lista de especificaciones para cualquier monitor con certificación G-SYNC Ultimate, así que es una forma estupenda de asegurarte de que obtendrás una experiencia de vanguardia de tu monitor sin tener que indagar demasiado en los detalles más minuciosos.
Aún faltan algunos puntos a tener en cuenta que vendrán en la segunda parte de este artículo.