Hace trece años, ¿se imaginaban que sería posible jugar Bioshock en una consola portable de Nintendo sin sacrificar su rendimiento?
La tecnología evoluciona a ritmos que pueden ser difíciles de seguir. Después de todo, es común que los adultos se comiencen a desorientar con el paso de su adultez. Los conceptos que se introducen y actualizan a través del tiempo son fascinantes. Hace trece años, la consola portable más avanzada eran la PlayStation Portable y la Nintendo DS. Estas consolas tuvieron sus propios First Person Shooters, pero tenían que tener muchos compromisos técnicos. La tecnología no estaba lista para ideas como, por ejemplo, correr Bioshock sin tener que sacrificar o comprometer el port.
Hace unos días, se lanzó Bioshock: The Collection en la Nintendo Switch. Obviamente, no es un port perfecto y algunos juegos sufren más que otros. Sin embargo, el solo hecho de que este lanzamiento haya sucedido es fascinante. La Nintendo Switch no tiene la fuerza de un Xbox One o una PlayStation 4, eso es bastante obvio. No obstante, un buen equipo puede optimizar su título para que corra en las tres plataformas. Títulos como Mortal Kombat XI o The Witcher 3 muestran que, con el suficiente esfuerzo, la Switch puede correr de todo.
Cuando se lanzó Bioshock en el 2007, el título era lo último en su tecnología de gráficos. En particular, su introducción es hasta recordada por lo impresionante que fue en su momento. La idea de poder experimentar esa sensación de sorpresa y maravilla en una consola portable en una señal de como han cambiado los tiempos.
¿Hasta dónde podrá llegar una secuela de la Nintendo Switch?