Una de las franquicias más grandes de la generación pasada, Borderlands ha tenido dos títulos gigantescos desde su primer juego
No es fácil ser exitoso en la industria de los videojuegos, y menos cuando básicamente has creado tu propio género. Sin un Borderlands que pruebe el posible éxito de los loot shooters, ¿habría Destiny, Rainbow Six Siege y The División? Es válido preguntarse cuanta influencia tuvo esta franquicia en los siguientes shooters que se lanzaron, ya que sus mecánicas brillaron. No solo por el cariño que los jugadores le tuvieron, sino por su potencial para ser convertido en puro dinero. La monetización de los shooters dio un paso importante con este título, para bien o para mal.
Desde su lanzamiento un 21 de octubre del 2009, la franquicia de Borderlands ha tenido desarrollos interesantes. Su secuela se lanzó dos años después, y fue un éxito comercial de igual o mayor escala. Poco después, se lanzó un spin-off de Telltale Games llamado Tales from the Borderlands. De todos los títulos de esta empresa, Tales es generalmente considerado uno de los mejores. Además de ser considerado uno de los juegos más graciosos en la historia del medio. Recibió muy buenas críticas y es, sin dudas, juego mejor escrito de toda la franquicia.
Sin embargo, después de estos títulos la franquicia entró en hibernación por un buen tiempo. Gearbox Software intentó concentrarse en Battleborn, y este juego terminó siendo un desastre económico que ha quedado olvidado en las orillas del tiempo.
Fue probablemente la necesidad de un hit lo que los acercó a Borderlands una vez más. Y parece que eso si funcionó.