Pese a la emergencia sanitaria, los temores de mayores filtraciones parecen haber llevado a que Capcom rompa la ley japonesa
La emergencia del COVID-19 ha llevado a que las formas de realizar trabajo pasen por cambios imposibles de ignorar. Uno de los más grandes es que todos los trabajos que pueden ser virtuales ahora lo son. Después de todo, nadie quiere jugarse el riesgo de contagiarse y luego tener que preguntarse a si mismo que van a hacer con el tema del oxígeno y las camas UCI. Sin embargo, hay empresas que a veces juegan con fuego y deciden burlar un poco las restricciones estatales. Una de estas ha sido Capcom, los legendarios creadores de Resident Evil.
Verán, al hablar con el medio Business Journal, una fuente anónima de Capcom comentó que los trabajadores habían sido «forzados a ir al trabajo» en varias oficinas, todas localizadas en Japón, el país que se encontraba en estado de emergencia. Esto incluye a Osaka, donde la situación no estaba para nada bien. La compañía afirma que implementaron medidas de seguridad para proteger a sus trabajadores, entre estas el distanciamiento social y horas de trabajo separadas.
¿Es esto ilegal? Es un espacio dudoso, pero la fuente comenta que las condiciones laborales en la compañía han empeorado.
¿Por qué están haciendo esto? La razón principal parecen ser los leaks del 2020. En el año pasado, Capcom comenzó a sangrar información sin parar debido a un leak masivo y esto permitió conocer básicamente dos tercios de los proyectos secretos en los que estaban trabajando. El jugarse el riesgo de algo así otra vez ha motivado a que los ejecutivos como esta decisión que, en el mejor de los casos, está haciendo que trabajar en la empresa sea una experiencia más ansiosa y desagradable. Y en el peor de los casos, estarían creando un foco infeccioso.