1988 fue el año cuando se lanzó la primera película de Die Hard, o como lo conocimos por aquí, Duro de Matar. Protagonizada por Bruce Willis en el papel del policía amargado John McClane, debía infiltrarse en el Nakatomi Plaza para salvar a su esposa y otros rehenes del peligroso terrorista Hans Gruber.
La cinta recaudó $140 767 956, teniendo un presupuesto de 28,000,000. Su éxito llevó a que la franquicia se siguiera expandiendo con múltiples secuelas, aunque todos siempre regresamos a la primera cinta porque es una gran película de acción navideña.
Bruce Willis no fue el primer candidato de la 20th Century FOX para obtener el papel protagónico. Hubo una serie de actores que pasaron por la cabeza de los productores entre los que estaban nombres como Arnold Schwarzenegger, Sylvester Stallone, Robert De Niro, Mel Gibson, Harrison Ford, y Richard Gere.
Sin embargo, fue el nombre de Clint Eastwood el que terminó por convencer a los ejecutivos de contar con uno de los tipos más rudos de Hollywood, protagonista de múltiples películas del Viejo Oeste, e inolvidable su personaje de Harry, el Sucio.
Jeb Stuart, escritor de Duro de Matar, conversó con el portal SlashFilm sobre las razones de porqué Eastwood terminó rechazando el papel cuando se lo ofrecieron.
Según relata, el actor respondió a los productores diciéndole que «no entendía el humor», algo que lo dejó impactado a Stuart, quien admiraba completamente a Clint Eastwood y consideraba que él era el actor que podía decir frases épicas para la película como «Come to LA, have a great time» (Ven a Los Ángeles, pásala bien)
Eventualmente, los productores terminarían encontrando en Bruce Willis el actor ideal para interpretar a John McClane, siendo actualmente uno de sus personajes más icónicos.