No pocos trabajadores de Techland denuncian que Dying Light 2 está atrapado en un océano de incompetencia y falta de dirección
Ok, ¿recuerdan qué hace un tiempo salió un informe qué indicaba qué las condiciones de trabajo en Techland no eran muy agradables? Resulta que eso era solo la cima del iceberg polaco. Techland es un estudio de mediana importancia, al ser los creadores de Dying Light y desarrolladores de Dying Light 2, la esperada secuela que lleva años en el limbo. Gracias al medio The Gamer, ahora tenemos mayor información que podría explicar que ha estado pasando en el estudio. Y, si solo el 10% de esto es cierto, la imagen de la empresa ya será imposible de defender.
En este largo, largo artículo, Kirk Mckeand explora las diferentes acusaciones que ha recibido la empresa en los últimos años. Para resumirlo, la acusación principal es que el estudio es básicamente controlado por un núcleo familiar construido alrededor del CEO, Pawel Marchewka. Su esposa, Aleksandra, es la encargada de Recursos Humanos, lo cual genera un problema ya que ella no es muy efectiva en comunicarle a Pawel los problemas de la compañía. Y no es solo Aleksandra, las influencias de Pawel se pueden sentir en cada rincón de la desarrolladora de Dying Light 2.
Quizás esto no sería un problema tan grande si Marchewka fuera un líder efectivo, pero el ciclo de trabajo de Techland es muy ineficiente. Tan ineficiente que talento de todo el mundo ha trabajado en el estudio solo para irse un tiempo después, agotados por el ciclo poco productivo y la mala organización interna. Súmale eso a comentarios inapropiados sobre mujeres y mala comunicación y tienes un proyecto atorado en el infierno.
Es difícil pensar como salvar a un estudio tan infestado con problemas, más allá de sacar a Marchewka de cualquier posición de poder.