En los años 80 un profesor de matemáticas reclutó a docenas de nerds del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y registró el mayor caso de éxito en la historia de las estafas de casinos.
A lo largo de la historia de los juegos de azar, se han producido una serie de estafas notables que han desafiado los sistemas de seguridad en casinos y plataformas de juego en línea, dejando una huella duradera en la percepción pública de la industria del juego.
Desde la primera estafa registrada hasta los eventos más recientes, estas engañosas hazañas han reflejado la astucia y habilidad de ciertos individuos para burlar los mecanismos de control y obtener beneficios sustanciales a expensas de los establecimientos de juego.
La primera estafa documentada se remonta al caso del «incidente de la ruleta de biased wheel» en el Casino de Monte Carlo, Mónaco en 1873, liderado por el ingeniero británico Joseph Jagger y su equipo. Descubrieron un defecto mecánico en una de las ruletas del casino que provocaba la selección más frecuente de ciertos números, lo que les permitió predecir con precisión los números ganadores.
Mediante una observación meticulosa y el registro de los resultados de las tiradas, identificaron el patrón y luego apostaron grandes sumas de dinero en los números favorecidos, logrando acumular ganancias significativas antes de ser descubiertos y expulsados del casino.
Este caso ejemplifica cómo la atención detallada a los sistemas de juego y la identificación de debilidades específicas pueden conducir a la ejecución exitosa de un fraude en la industria de los casinos.
Esta estafa, aunque antigua, sentó las bases para futuras artimañas y demostró que la ambición deshonesta de algunos individuos siempre ha estado presente en la historia del juego.
Avanzando en el tiempo, nos encontramos con el caso del «super usuario» en el sitio de poker en línea Absolute Poker en el año 2007, donde ciertos jugadores, incluido «Potripper», obtuvieron acceso privilegiado al software del sitio, permitiéndoles ver las cartas de sus oponentes durante las partidas de poker. Este escándalo ilustró cómo las vulnerabilidades en la seguridad de las plataformas de juego en línea podrían ser explotadas para obtener una ventaja fraudulenta.
Además, en abril de 2011, el mundo del poker en línea fue sacudido por el «Viernes Negro del Poker», cuando el gobierno de los Estados Unidos cerró los sitios web más prominentes, como PokerStars, Full Tilt Poker y Absolute Poker, acusándolos de fraude, lavado de dinero y violaciones a las leyes de juego. Este evento tuvo un impacto global, evidenciando la vulnerabilidad y la complejidad de regular el juego en línea a escala internacional.
La culminación de esta historia de engaños nos lleva al intrigante caso del profesor del MIT y su equipo, en los años 80, que durante casi dos décadas manipularon el juego del Blackjack para estafar a los casinos. Esta asombrosa hazaña desafió las expectativas y cuestionó la eficacia de los sistemas de seguridad en los casinos, destacando las persistentes vulnerabilidades en uno de los juegos más icónicos de la industria del juego.
A través de este artículo exploraremos en detalle las habilidades y estrategias utilizadas por el profesor del MIT y su equipo, revelando las complejidades detrás de una empresa delictiva que desafió las expectativas y dejó perplejos a los expertos en seguridad de los casinos.
El profesor del MIT y su sistema de conteo de cartas
El profesor que lideró al MIT Blackjack Team fue el renombrado matemático y estadístico, Dr. Edward O. Thorp. Thorp es conocido por ser pionero en el estudio del blackjack y por desarrollar el primer sistema exitoso de conteo de cartas que permitió a los jugadores tener una ventaja sobre la casa en los casinos.
Su investigación y conocimientos en matemáticas y probabilidad fueron fundamentales para la creación de las estrategias utilizadas por el MIT Blackjack Team para ganar en el juego de blackjack.
Pero, ¿qué es el juego de Blackjack?
El blackjack es un juego de cartas de casino que también es conocido como «21». Es uno de los juegos de mesa más populares en los casinos de todo el mundo.
En el blackjack, los jugadores compiten contra el crupier, con el objetivo de obtener una mano cuyo valor sea lo más cercano posible a 21 sin pasarse. Cada carta numérica tiene un valor equivalente a su número, mientras que las cartas «J», «Q» y «K» valen 10 puntos, y el As puede valer 1 u 11 puntos, dependiendo de la situación en el juego.
Durante el juego, los jugadores realizan apuestas antes de recibir cartas y luego toman decisiones basadas en las cartas que se les reparten. El blackjack es famoso por su combinación de suerte y habilidad estratégica, y es ampliamente conocido por su emoción y rapidez. La naturaleza estratégica del juego, especialmente en relación con el conteo de cartas, ha atraído a jugadores expertos y estrategas de todo el mundo.
El sistema de conteo de cartas
El sistema de conteo de cartas desarrollado por el Dr. Edward, y posteriormente refinado por el MIT Blackjack Team, se basaba en un enfoque matemático para rastrear las cartas que se repartían en el juego de blackjack. Esta estrategia se conoce como el «sistema de conteo de cartas de Thorp».
El método de conteo de cartas de Thorp implicaba asignar valores numéricos a las cartas, para luego realizar un seguimiento de la proporción relativa de cartas altas (por ejemplo, Ases y dieces) frente a las cartas bajas (por ejemplo, números bajos). Al tener una mayor proporción de cartas altas en el mazo, los jugadores podían aumentar sus apuestas con más confianza, ya que esto les ofrecía una ventaja matemática sobre la casa.
Las sorprendentes declaraciones de algunos jugadores al diario El País
“Según las declaraciones de Dave Irvine y Mike Aponte, ambos miembros del famoso MIT Blackjack Team, la estrategia del equipo se basaba en un meticuloso conteo de cartas en el juego de blackjack, permitiéndoles tener una ventaja sobre la banca.
Esta ventaja se lograba gracias a la habilidad de identificar ciertos momentos en los que las cartas mostraban una tendencia favorable para el jugador experimentado, lo que les permitía apostar de manera más certera.
Efectuaban esta estrategia en grupo para evitar ser detectados por los casinos. Dave Irvine explicó cómo una de las tácticas consistía en que un miembro del equipo, como él, se encargaba de contar las cartas y detectar los momentos oportunos para apostar, manteniendo un perfil bajo.
Posteriormente, otro miembro, como Mike Aponte, realizaba las apuestas más elevadas de manera llamativa, minimizando así las posibilidades de ser identificados como contadores de cartas por los vigilantes del casino.
El grupo, a lo largo de varios años y con un considerable número de miembros, logró burlar a los casinos mediante astutas estratagemas. Con esta táctica, el MIT Blackjack Team logró acumular millones de dólares. Según Irvine, en un fin de semana promedio ganaban alrededor de $100,000, llegando a cifras cercanas a los $500,000 en fines de semana más exitosos.
Respecto al reparto de ganancias, una parte se destinaba a inversores, mientras que el resto se distribuía entre los jugadores. Para ello, diseñaron un programa informático que implementaba un análisis estadístico constante para dividir equitativamente las ganancias».
Estas declaraciones, extraídas del blog de El País por Pere Estupinya, revelan la habilidad secreta del equipo para realizar un conteo de cartas y su habilidad para coordinar apuestas de manera estratégica.