Hace poco salió un artículo de opinión de un colega mío en esta página. Sobre como la piratería podría traerse abajo a Cuphead, un juego indie hecho con mucho esfuerzo y sacrificio. Este artículo causó mucho revuelo, más de lo esperado, tocó llaga y levantó arena, mucha arena.
Compra pirata, compra peruano
La piratería es un tema muy delicado en nuestra sociedad, no puedo hablar por toda Latinoamérica, pero al menos en Perú es ya toda una institución. Perú es como una capital de piratería. Hasta ahora recuerdo estar por Larcomar y escuchar a un grupo de gringos pedirle al taxista “que los lleve a donde hay películas baratas”. Sin embargo, aquí al igual que en todos lados la piratería es ilegal, pero no dudo que hasta los fiscales y jueces estrenen su tele 4K con un par de Blu-rays fresquitos de polvos.
Entonces, si todos lo hacen es porque la piratería tiene algo de bueno ¿cierto? Bueno…ehhh… sí, pero NO. No voy a defender la piratería, es mala y punto. Pero antes de que digas “ohhh este es otro sermón sobre como la piratería es mala” y digas “apuesto a que el que escribió esto también es pirata”. Primero decirte que tienes toda la razón. Y segundo, antes de que te vayas, por favor escúchame (o léeme), creo que la piratería es mala en general pero buena en ciertos casos. Como diría nuestro querido PPK: “Un poco de piratería (contrabando) es bueno”.
Decídete pues ¿Es buena o no?
Para que me entiendas un poco y no digas que soy bipolar, yo estudio comunicación audiovisual y tenemos que ver muchas pero muchas películas, y no, ninguno de esos blockbusteres de Hollywood, sino cine de autor. Nada de esto sería posible sin nuestro viejo y confiable amigo -no es internet- pasaje 18 en Polvos Azules.
En este caso sí que es buena la piratería, pues sirve para difundir cultura de una manera que ni el propio gobierno se molestaría en hacerla ni la sociedad está muy interesada. Además, las productoras ni se molestarán en traerlas en Perú, o ya no existen, o es de un lugar tan remoto que ni nos conocen.
También ayuda y perjudica en cierto sentido al cine local, pero eso ya es análisis de otro artículo y espacio. Entonces, como tal, haciendo una comparación, la piratería puede ayudar a la difusión de juegos no tan conocidos o que no son lanzados en grandes plataformas o por grandes productoras.
Otro punto en que creo que es bueno la piratería es como medio para probar juegos antes de comprarlos. O sea ¿Dónde quedaron los demos? ¿Esos CDs de PSone donde venían como 20 demos de juegos? A pesar de que hoy hay algunos accesos a la beta (pero solo es de multijugador) o que exista el modelo del reembolso, personalmente prefiero probar un juego antes de mandarme con los $60 de mi billetera. Es un buen modo asegurarme de que el “hype” no tome por asalto mi bolsillo.
Lo cual me lleva a otro punto: el tema económico. El tema espiritual como decía un profesor, tal vez el tema que más nos interesa, pues ¿$60 dólares por un juego? ¿280 soles por algo que no es productivo y que te la vas a pasar sentado? Esto último es algo que diría mi viejo.
Pero es verdad los precios son altos y no solo en videojuegos, música, películas, tú dirás. Basta con ir a un retail oficial y romperse el ojo con los precios. ¿Por qué pagar 125 soles por un Blu-ray que en polvos está 5 lucas? Simplemente es demasiado por un pedazo de plástico ¿Verdad?
Esa cara que ponemos al ver los precios
Todo no es cuestión de hacer un click
Aquí el problema es ya como concebimos el videojuego y otras formas de entretenimiento y artes. En el Perú no tenemos una industria cinematográfica, menos de videojuegos o de ilustradores 2D y 3D. Y al no ser esto común se nos resulta extraño todo el proceso que involucra esto, desde crear una maqueta 3D de un edificio (como en mi caso) hasta el complejo proceso de dar vida y programar un personaje de videojuego. Por lo que pensamos que se hace en un dos por tres, que tan solo es “dar un click” y puffff… la computadora lo hace por nosotros.
No somos conscientes de todo el esfuerzo e inversión que hay detrás de un videojuego. Que en cuanto a costos está a la par de Hollywood, por ejemplo, un título AAA cuesta alrededor de $100 millones y un título “indie” como Hellblade: Senua’s Sacrifice ronda los $10 millones. Pero preferimos pagar 20 o 30 soles en una película que nos dará unas 2 horas de entretenimiento que pagar 250 o 280 soles por un juego que te dará varias horas de experiencia interactiva.
Es como el caso de un buen amigo mío cuyo nombre no di…coughh…Manuel…coughhh… Ahh, ya, perdón. Como decía este amigo mío es fan de Star Wars y El Señor de los Anillos, pero así “jarkor” fan, fan a morir, tiene muñecos de 50 cm de alto de Darth Vader y un Lego…ahhh pero cuando Battlefront estuvo a 5 dólares, nada. Hey, mira Shadow of Mordor en oferta en Steam… tampoco.
El cambio está en todos nosotros
Esto es un tema de ideología que creo poco a poco irá cambiando en cuánto hayan más de nosotros, los gamers, ilustradores y cineastas. En cuánto más miembros de la sociedad sean conscientes de lo que cuesta producir arte y entretenimiento, sobre todo el costo humano: horas de aprendizaje y arduo trabajo. En cuánto nuestra sociedad y gobierno apoye de manera activa estas expresiones artísticas.
Sí, expresiones artísticas, en esto incluyo al videojuego. Y si dudas de esta afirmación, te pregunto ¿Qué diferencia hay entre Cuphead y un dibujo animado de los años 30? ¿Qué le tiene que envidiar la banda sonora de Cuphead o NieR: Automata a otras piezas musicales?
Si somos capaces de pagar o invertir en arte como conciertos, cine, literatura, pintura y demás ¿Por qué no en videojuegos? Que en muchas ocasiones fueron los que marcaron más nuestra infancia y hasta el día de hoy añoramos con volverlos a jugar como si fuese la primera vez.
Como dije en un principio, yo SÍ he hecho uso de la piratería por mucho tiempo de mi vida ya sea porque mis viejos no querían gastar en eso, o porque no tenía dinero, o porque quise probar antes de jugar, o porque era la única forma de acceder a tal juego. Pero ahora que trabajo y conozco más del medio, no dudo en comprar un juego que se disfrutaré por varias horas, cuya experiencia quedará marcada en mí y en la cual los desarrolladores le han puesto alma, corazón, vida, varias horas de sueño y mucho amor. De verdad que esos desarrolladores merecen todo nuestro apoyo para que sigan haciendo del videojuego un medio hermoso y que algún día sea considerado como arte y nadie dude en invertir en él.
