Enfrénta rebeldes, construye una nave poderosa y se derrotado repetidas veces: esa es la magia de FTL: Faster than Light
El género ciencia ficción y los videojuegos no son muy distantes, con series como Mass Effect siendo ciencia ficción pura. No Man’s Sky, Bioshock, System Shock, Portal y otros han logrado hacer una exploración de este género. Sin embargo, no son muchos los juegos que han consistido en constantes viajes espaciales y aventuras en todo el universo. Mass Effect, NMS y Starbound son quizás los ejemplos más cercanos. No obstante, el ejemplo más brillante de como representar esta estética es el aclamado indie FTL: Faster than Light.
Esto puede sonar absurdo si nunca han jugado FTL. ¿Cómo podría un pequeño juego indie ser más ambicioso o exitoso que Mass Effect? Y la verdad es que es a través del minimalismo que este juego encuentra su esencia. El objetivo del jugador en FTL es llegar al noveno sector y enfrentarse a los rebeldes. Puede sonar sencillo, pero hacer esto requiere de muchísimo esfuerzo y de estudiar las mecánicas del juego. He intentado pasarme FTL: Faster than Light por años y ni siquiera he podido llegar al último sector.
A pesar de eso, FTL es increíble. Llegar al último sector acaba siendo irrelevante, ya que cada viaje espacial es su propia aventura. Es un juego minimalista con música relajante y atmosférica, un estilo visual cautivador y mensajes fascinantes. Cada aventura puede generar su propio caos, quizás uno de tus tripulantes sea demorado por arañas gigantes o quizás intimides a un barco de esclavos para que te regalen uno de los suyos. Súmale a eso la gran cantidad de naves diferentes y tienen un juego que tiene cientas de horas de contenido.
Es una joya sobre explorar lo desconocido y ser derrotado una y otra vez.