En el escenario E-Sports se siente la tensión. Instinct Gaming, el gran favorito de la torneo, se enfranta a Low Pressur3, por la gran final de la Claro Guardians League. Contra todas las expectativas, las jugadas de ‘Robertiño’ y ‘Perseo’, integrantes de Low Pressur3, han igualado el marcador: 2 – 2. La siguiente partida será decisiva.

La tensión enrarece el aire. Los competidores aprovechan el pequeño break para despegarse de sus puestos. Los capitanes coordinan los movimientos de cada equipo. Un solo error en la estrategia, un click mal calculado, una confusión de teclas o una distracción significa la caída del equipo entero. La anunciadora anuncia el fin del receso. Es hora de volver a los asientos, la gloria no espera.

 

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Hoy, domingo 25, es el día final del evento más importante de videojuegos en Perú y con este el fin de los diversos torneos del festival. La música de Atodivarius marca la antesala de lo que será una tarde definitiva para muchos. El ánimo está a tope y las expectativas son altas.

Los cosplayers abren la competición. Vestidos con sus mejores accesorios observan con nerviosismo la decisión de los jueces. Son cinco los finalistas sin embargo solo puedo existir un ganador. El jurado ha hablado y desde el Bosque de Fargorn, en la tierra media, Bárbol, el Ent, recibe su premio de manos de Daniel Pesina.

Al lado opuesto, los ganadores del Just Dance Challenge, Karina Anaya y Bryan Lujan, celebran en trajes deportivos frente un público extasiado. Lo han dejado todo en la pista de baile. Ambos acaban de ganarse con el sudor de su frente –literalmente- el derecho de representar a Perú en el torneo regional sudamericano del popular juego desarrollado por Ubisoft.

Cerca de ellos también está el ganador del torneo de Free Fire, Juan Antonio Buitrón, que a sus dieciséis años es ya es el campeón más joven del festival. Seis kills consecutivos le han valido ese reconocimiento.

-¿Ya pensaste en qué vas a gastar tu plata?, pregunto a rajatabla.

De repente, un grito de victoria interrumpe la dubitación de adolescente.

Tras de una reñida contienda, el equipo e-sport de San Martin se alza con el trofeo JuegaPES 2019, tras derrotar en un desempate al equipo Infernus, verdugo de la escuadra de Universitario -el gran favorito de la temporada-. Después de varios años en el segundo lugar, hoy por fin reclama su lugar en el podio de los vencedores. Los rivales se abrazan, sin rencores, con complicidad de dos hermanos. El manager de San Martín no puede más y rompe en el dulce llanto de la victoria.

Con un poco más de calma, la Copa Predator GeForce 2019 de Counter Strike: Global Offensive es lucida por sus nuevos portadores: Supremacy quienes han hecho honor a su nombre y derrotaron a Folklore por un amplio margen. Estos últimos no pudieron dar la sorpresa. A veces la suerte ya está echada.

De vuelta al escenario principal, el torneo de consolas está anunciando las finales de sus competencias. La comunidad peruana de Fighting games ha tomado la palestra. Aunque el acceso a los torneos organizados fue gratuito y abierto al público, los que están en el plató son viejos conocidos. Después de todo, los videojuegos de pelea tienen una curva de dificultad que muy pocos son capaces de seguir y casi todos los presentes llevan años (¡algunos décadas!) en el perfeccionamiento de su arte. Los ganadores muestran al público sus victorias. No hay asombro, solo respeto y admiración.

Alea iacta est.

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Low Pressur3 confía en su estrategia. La copa está a una victoria de distancia. Sin embargo, Instinct ha analizado a su rival en este último enfrentamiento. Presiona desde el primer minuto. No les da espacio para ejecutar sus planes. El resultado es una derrota aplastante: 18-2 a favor de Instinct que se lleva el triunfo más importante de la noche.

Los fotógrafos se abalanzan a tomar la imagen de rigor. Los padres del equipo ganador miran con orgullo a sus hijos, no se han movido de los asientos en las casi 5 horas que han durado las partidas. Desde la base del estrado mamá le hace un gesto a uno de ellos para que se acomode el pelo y sonría para la foto. Ninguno de los campeones sobrepasa la veintena.

Instinct alza la copa. El próximo campeonato a ganar será el Regional Sur. Ya habrá tiempo para eso. Hoy toca celebrar.

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Tres días han pasado desde que iniciaron las crónicas de este periodista en el Claro Masgamers Festival. Tres oportunidades para entender al gamer y reflexionar sobre ese sentimiento único e indefinible que comparten los jugadores y que se experimenta a través de una pantalla, en el fragor de un torneo o en la amarga derrota, en el juego, en la vida. En definitiva, todos somos jugadores.

Al escribir estas líneas no se puede dejar de agradecer a los organizadores del evento que han dejado alma, corazón y vida en su realización. A las más de las treinta marcas que este año apostaron por el gaming. A Daniel Pesina y Chris Valencia, cuyas leyendas solo son sobrepasadas la calidez de sus personalidades. Pero sobre todo a los gamers, a los pro y a los no tan pro, a los que acaban de iniciar su aventura en el mundo de los videojuegos y a los veteranos que por derecho propio han forjado su nombre en la historia del gaming; sin ellos nada de esto sería posible.

El lugar apaga sus luces definitivamente, el día tres ha terminado. Game over. Los gamers han ganado.