Un hombre de 50 años fue detenido por la policía de Ishikawa, Japón, por presuntamente haber vendido un ejemplar pirata del manga de Dragon Ball; en concreto, la edición #51 de 1984. Todo indica que las autoridades ya lo tenía en la mira, pues la supuesta venta ilicita se produjo en abril de este año.
La venta de mercadería pirata es duramente castigado en Japón por ser una violencía de la Ley de Derechos de Autor. El número 51 de Dragon Ball es bastante cotizada entre los seguidores de la obra de Akira Toriyama pues se trata de la primera edición. El sujeto arrestado habría vendido la copia pirata por 180.000 yenes (1230 dólares aproximadamente).
Para su mala suerte, a quien le vendió, parece que era un asiduo coleccionista, ya que esta persona decidió compararlo junto a un ejemplar auténtico que tenía del mismo número; dándose con la sorpresa que la calidad del papel y la encuadernación era distinto.
Una vez que fue detenido, el vendedor ‘pirata’, aseguró que él vendió el ejemplar sabiendo que era auténtico. Japón en los últimos años ha dado un golpe duro a la piratería intentando ponerle fin a las personas que se dedican al ‘escaneo’ de mangas para distribuirlo en internet. De ser finalmente hallado culpable, el arrestado podría enfrentarse a una pena de 2 años de cárcel y a pagar una gran multa.
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La Shonen Jump no ha tardado en hacerse eco de lo sucedido y lanzó una advertencia a todos sus seguidores respecto a tomar medidas sobre copias piratas de números antiguos; recordándoles que los números de la revista se encuadernaban con grapas (a la derecha) hasta el número 10 de 1994, lanzado en febrero de ese mismo año.