Estamos en tiempos raros. Con el anuncio de que Call of Duty WW2 regresaría al estilo clásico por el que el juego se le conoció, ver personas en foros y en comentarios dando alabanzas y halagos a Activision porque por fin el juego regresaría a la segunda Guerra Mundial, cuando para mí fue solo ayer cuando nos quejábamos que todos los juegos nos ponen a matar nazis y que ya nadie intenta nada diferente, es una sensación bizarra. Es acaso que estamos atrapados en un ciclo de modas que se repiten constantemente una vez que la gente se aburre o es quizás que simplemente esto siempre fue así y solamente ahora tiende a cambiar más rápido.
La verdad yo nunca fui un gran fan de los nuevos Call of Duty. En papel, la velocidad aumentada, todas las habilidades que cambiaban las clases, las armas que tenían todo tipo de resultado y todas las opciones de movimiento, deberían darme una gran experiencia en multijugador. Pero de alguna forma eso nunca paso, simplemente me sentí atrás en un juego en donde las estrategias que me tome tanto tiempo en aprender simplemente se volvieron obsoletas y olvidadas. Al parecer no soy el único y es por esto que Call of Duty WW2 busca recuperar la magia que quizás había olvidado.
El juego regresa al multijugador clásico que extrañaba, dominar un mapa cortando el avance del enemigo cubriendo puntos clave y moverte tratando de atraparlos por la espalda era la estrategia clásica de jugar en multijugador. El estilo “botas en el suelo” le da una sensación más táctica en donde poco a poco tratas de avanzar para matar enemigos desde esquinas que no se pueden alcanzar. Siento que puedo darme el tiempo de pensar más mis opciones y morir es más acerca de que elegí la opción incorrecta en vez de tener que frustrantemente dispararle a un enemigo que para saltando en el aire.
No es que el juego tampoco venga sin ningún cambio nuevo. El nuevo modo guerra parece ser una versión pequeña del modo Rush de Battlefield en donde un equipo debe tomar punto tras punto mientras que el equipo defensor debe retroceder a medida que pierda. Es un modo que puede tener potencial de ser divertido, pero quizás debido al número reducido de jugadores en Call of Duty WW2 en comparación a Battlefield, puede ser difícil para un equipo atacante sin coordinación el poder tomar un punto, en especial cuando no hay opciones para sanar, revivir o recargar granadas. Es algo que el equipo debe poner atención, en especial con lo rápido que puedes morir en ese juego.
El segundo modo que llegue a probar, fue el clásico modo team deathmatch. En donde en medio de trincheras, las peleas eran un constante intento por atrapar gente por la espalda desde lugares que no esperan. Aunque el mapa tenía varios atajos, era manejable porque el juego ahora es más horizontal. Es todo acerca de saber de dónde puede venir el enemigo y estar preparado. Se sintió muy bien regresar a disparar una M1 Garand y escuchar el particular sonido que hace al recargarse.
Al final y al cabo Call of Duty WW2 es un retroceso necesario que necesitaba una franquicia que había perdido su rumbo y simplemente lanzaba cosas a la pantalla a ver cuál pegaba. Quizás con esto también obtengamos un clásico paquete sin tantas microtransacciones, pero eso el tiempo lo dirá.
