Desde hace unos años que la Ley de Moore está siendo más difícil de cumplir. En teoría cada año y medio o dos años que la cantidad de transistores se duplica en un microprocesador e Intel lo ha tratado de cumplir a cabalidad.
Sin embargo, el proceso de fabricación es cada vez más difícil debido a los materiales usados y a sus propiedades físicas y electromagnéticas. Debido a esto Intel se ha visto obligado a cambiar su roadmap planeado hasta el 2020.
Actualmente Intel acaba de lanzar su línea de procesadores Coffe Lake de 14 nm, originalmente pensado para el 2013, y a fin de año la compañía planea lanzar Cannon Lake, seguido de Ice y Tiger Lake, basados en 10nm. Sin embargo, en su página web da una pista de una futura generación de procesadores de 7nm llamado Sapphire Rapids.
Sacando las cuentas, Sapphire Rapids sería la 12va generación de procesadores Intel de la familia Core y representaría la transición a los 7nm 3 años más tarde de lo planeado. No se sabe mucho aún de esta nueva generación solo que será parte de los servidores y estaciones de trabajo de la compañía Tinsley.
Otro cosa que se puede esperar de los Sapphire Rapids es que pueden volver común los procesadores Intel de 8/16 núcleos así como Coffe Lake lo está haciendo con los de 6/12 núcleos.
Un futuro incierto
Si bien Intel ya tiene los 7nm a la vista, no ha dicho aún como lo piensa realizar, pues le ha costado llegar a los 10 nm. Esto también implicaría crear nuevas técnicas de manufacturación e investigar nuevos materiales.
Otro obstáculo que tiene Intel es que hace poco se filtró el roadmap de AMD. todo apunta que los procesadores Zen 2 estarían listos para el 2019 y estarían construidos en 7nm.
Además, hace poco también salió el CEO de Nvidia a hablar sobre la muerte de le Ley de Moore y como los GPUs han avanzado más que los CPUs, ya que si bien el tamaño de construcción se reduce, la performance de los CPUs no aumenta de manera considerable.